Por Pablo E. Arahuete
Si bien es notoria la intención de aggiornarse a los tiempos que corren, adoptando elementos de la sitcom y el ritmo ágil de la televisión, El novio de mi madre, de la directora Amy Heckerling, no deja de ser una comedia romántica con algunas observaciones filosas pero al final de cuentas fallida. No existe unidad interna en esta historia que cuenta con Michelle Pfeiffer en el rol de madre madura (y muy apetecible) junto a Paul Rudd, adolescente eterno capaz de seducirla con sus morisquetas. Pareciera que a la creadora de Ni idea esta vez le bastó con el encanto de la Pfeiffer y la frescura de Rudd para encerrar en una sucesión de situaciones, por momentos previsibles y en otras graciosas, un relato que acumula puntas narrativas sin desarrollo.
En consonancia con la errónea concepción que promueve cierta renovación del género sólo desde lo superficial y no desde una audaz vuelta de tuerca para romper formalismos y estereotipos, el film de Heckerling malgasta cartuchos al no atreverse a saltar los tópicos consabidos: la rivalidad entre jóvenes arpías y maduras con derecho a encamarse con muchachitos; la dictadura de la estética Light; los avatares amorosos de una hija adolescente un tanto dark, etc.
Resulta un poco ingenuo pretender una vuelta de tuerca en un género desgastado cuando los engranajes siguen funcionando y sólo se recambian piezas como rostros y se suman cirugías estéticas contra el inexorable paso del tiempo. Sobre este eje precario y sumamente limitante, la directora de Mira quién habla se dispersa con un par de apuntes dotados de cinismo que recaen en un personaje externo al relato (una madre naturaleza interpretada por Tracey Ullman), cuya funcionalidad habilita la introducción de un doble discurso constante revestido de un enfoque pseudo-conservador.
Esta mezcla de yo censor omnipotente, transfigurado en un rol femenino, actúa de contrapeso frente a los arrebatos pasionales de Pfeiffer. Ella es guionista de programas para adolescentes y su show necesita incorporar nuevas caras. Así, llegará un aspirante simpático (Paul Rudd), quien rápidamente quedará seleccionado en el casting y despertará los deseos de la cautivante escritora que pese a las diferencias de edades se anima a dar el paso. Entre los flechazos y las inseguridades, el enamoramiento debe superar los obstáculos propios de toda relación pasajera. No hay mucho más que agregar para una comedia romántica discreta, liviana y chapucera.
Título: El novio de mi madre.
Título Original: I Could Never Be Your Woman.
Dirección: Amy Heckerling.
Intérpretes: Michelle Pfeiffer, Paul Rudd, Tracey Ullman, Fred Willard, Saoirse Ronan, Stacey Dash, Rory Copus, Sarah Alexander, Henry Winkler y Jon Lovitz.
Género: Comedia, Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 97 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: CDI Films.
Fecha de Estreno: 03/01/2008.
Puntaje: 5 (cinco)
El staff opinó:
–Lo importante a destacar de esta o de cualquier comedia de Amy Heckerling, es que las mismas historias de turno en manos de cualquier director/a del montón probablemente darían vergüenza ajena. El novio de mi madre le escapa en gran medida a la estandarización del género gracias a la visión -con mucho humor- sobre la trivialidad social-cotidiana que esta romántica veterana siempre prioriza por sobre el usual anecdotario de gags que vende millones de entradas de cine.– Juan Blanco (7 puntos)
