Por Marisol V. López
Luego del debut en la gran pantalla con Suburbios de Beverly Hills (1997), la directora y escritora Tamara Jenkins vuelve con una producción centrada nuevamente en las vivencias de una familia disfuncional: La familia Savage, una comedia dramática que pone bajo la lupa la relación de un padre abusivo y sus hijos, quienes fueron abandonados de pequeños por su madre.
Wendy Savage (Laura Linney) es una dramaturga hipocondríaca que mientras intenta conseguir una beca para financiar su obra de teatro semi autobiográfica, pasa el tiempo trabajando como empleada en una oficina y mantiene una relación afectiva sin futuro con un hombre casado (Peter Friedman). Jon (Philip Seymour Hoffman) es un profesor universitario neurótico con un doctorado en filosofía y con una relación amorosa en crisis, ya que su novia polaca se ve obligada a retornar a su país dado que su visa expira; es eso o casarse y Jon no puede afrontar tal compromiso. Estos hermanos que viven distanciados, tanto geográficamente como emocionalmente, se reencuentran con su padre Leonard (Philip Bosco) un hombre mayor que vive en Arizona con su novia, quien fallece de un ataque cardiaco. El problema surge cuando a Lenny le declaran demencia senil y sus hijos se ven obligados a dejar de lado por un tiempo sus vidas –individualistas- y hacerse cargo del cuidado de su progenitor.
En esta etapa los roles quedan bien definidos: Jon, el hermano que quiere internar al padre en un hogar para ancianos, y desligarse del tema aunque esto le signifique algo de remordimiento; Wendy aporta la cuota de sensibilidad, compasión, culpa y sentimientos encontrados por haber tenido una infancia complicada con un padre golpeador y déspota, al que ahora ve convertido en un dependiente e indefenso anciano.
Jenkins muestra con sensibilidad y humor un tema espinoso que se da habitualmente en muchas familias. En este contexto los sentimientos afloran y se potencian los celos, la competencia entre hermanos, el amor, la violencia y el desasosiego que siente Leonard por su futuro en los momentos de lucidez. La realizadora logra plasmar un tema duro sin caer en los golpes bajos y sensiblería barata. Este film presentado en el festival de Sundance y ganador de dos Independent Spirit Award sobresale no sólo por su calidad técnica, sino también por los climas que logra recrear, opresivos por momentos como las escenas en el asilo de ancianos o los ataques de ira que le dan a Lenny (Philip Bosco) y cálidos por otros que dan la sensación de esperanza y que las cosas -a pesar de todo- pueden mejorar. Esto es lo que se consigue con una realización equilibrada y soportable.
Buenas actuaciones de Philip Seymour Hoffman (siempre medido y correcto en sus interpretaciones) y Laura Linney conmoviendo y despertando ternura en el rol de una mujer con tintes aniñados que busca la aprobación y contención de sus seres queridos.
¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar para volver a deleitarnos con una nueva obra de esta talentosa directora? Esperemos que no mucho…
Título: La familia Savage.
Título Original: The Savages.
Dirección: Tamara Jenkins.
Intérpretes: Philip Seymour Hoffman, Laura Linney, Philip Bosco, Peter Friedman, Gbenga Akinnagbe y Cara Seymour.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 114 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 01/05/2008.
Puntaje: 8 (ocho)