Por Emiliano Fernández
El Sueño de Cassandra reproduce el dilema moral y los cuestionamientos éticos que planteaba Match Point pero con un tono mucho más relajado y sutil, cercano al ritmo veloz y los diálogos cruzados de Scoop.
Dos hermanos de clase obrera londinense, Ian (Ewan McGregor) y Terry (Colin Farrell), deciden comprar un velero usado para acondicionarlo y navegar durante los fines de semana. Mientras que Ian trabaja en el restaurant del padre y sueña con mudarse a Los ángeles e invertir en hoteles de lujo, Terry es empleado de un taller mecánico y derrocha mucho dinero en carreras de perros y partidas de poker.
La estrepitosa caída comienza con una nueva relación amorosa del primero y una enorme deuda de juego del segundo. Ahogados en una posición financiera desesperante, recurren al tío Howard (Tom Wilkinson), un aparentemente exitoso empresario dueño de numerosos centros médicos alrededor del globo. Grande será la sorpresa de ambos cuando éste les comunique el requisito excluyente para el salvataje: el asesinato de un molesto allegado comercial.
El nuevo film del eterno Woody Allen viene a cerrar esa suerte de trilogía criminal británica que comenzó con la extraordinaria Match Point (2005) y continuó con la divertida Scoop (2006). Si la primera fue grave y distante en su incursión dramática y la siguiente apuntó a la comedia ligera con intereses románticos, ahora contamos con una mixtura en extremo eficaz de ambas aproximaciones formales.
El Sueño de Cassandra (Cassandra’s Dream, 2007) reproduce el dilema moral y los cuestionamientos éticos que planteaba Match Point pero con un tono mucho más relajado y sutil, cercano al ritmo veloz y los diálogos cruzados de Scoop. En la tradición nihilista de Crímenes y Pecados (Crimes and Misdemeanors, 1989), este drama de crítica social por momentos hace recordar a una comedia de situaciones por la inseguridad de los protagonistas y los fallidos acumulados.
Una vez más la ambición y el azar vuelven a ser elementos centrales en un relato magistral que deja al descubierto con precisión quirúrgica todas y cada una de las miserias tanto de los estratos sociales inferiores como de los superiores. De hecho, el título de la película viene de una propuesta de Terry a Ian que termina siendo definitiva para el nombre de la embarcación. Le comenta que la fortuna le sonrió al apostar a El Sueño de Cassandra, un galgo ganador.
La metáfora es muy pertinente y conlleva varios supuestos. El velero se transforma en un testigo peculiar del devenir narrativo, en el ejemplo máximo de las profecías frustradas de los hermanos (o cumplidas con cierta ironía demoledora, francamente incontrolable). Dos actitudes ante el crimen son puestas a juicio del público: la frialdad pragmática de Ian, el cerebro, y la exasperante depresión de Terry, -las manos-.
El septuagenario Allen sigue apabullando en todos los rubros, aunque aquí sobresale en la dirección de actores. Ya sabemos que el hombre es capaz de sacar oro de cualquier lugar, pero no se suele elogiar lo suficiente su capacidad de sincronizar a la perfección voluntades discordantes y distintos métodos interpretativos. McGregor y Farrell, un dúo que de antemano parecía muy desparejo, funciona de maravillas y recrea con destreza otro excelente guión del amigo Woody.
Tampoco debemos dejar de lado la breve e interesante participación de Tom Wilkinson, un gran actor muchas veces olvidado. El cineasta retrata sin piedad al ser humano: la envidia se transforma en violencia, la culpa en pesadillas y la muerte en más muertes. Como tantas otras excreciones sociales, las apariencias se sustentan sólo temporalmente y caen con la llegada de un leve viento. Así la sangre salpica los ojos.
Título: El sueño de Cassandra
Título original: Cassandra’s Dream
Dirección: Woody Allen
Intérpretes: Evan McGregor, Collin Farell, Tom Wilkinson, Peter-Hugo Daly, John Belfield, Ashley Madekwe
Calificación: No disponible
Género: Crimen, Drama, Romance
Duración: 108 minutos
Origen: Estados Unidos, Reino Unido
Año de realización: 2007
Distribuidora: Líder Films
Fecha de estreno: 05/06/2008
Puntaje 9 (nueve)