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sábado, 23 noviembre 2024
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Aniceto: Los pros y contras del compadre

Por Emiliano Fernández

Aniceto (2008) puede ser leída desde distintos puntos de vista. Es tanto el regreso de Leonardo Favio a la dirección luego de la lejana Perón, sinfonía del sentimiento (1999), como un nuevo compendio de todos sus clásicos intereses temáticos y “marcas registradas” formales. Desde ya que también es un engendro bastante bizarro: remake en clave musical de El Romance del Aniceto y la Francisca (1967), pero sin canto y con números de ballet. Se suele decir que Favio es uno de esos cineastas que se aman o se odian, como si su producción en conjunto fuera homogénea e invariante. Conviene evitar simplismos de esta índole y bucear un poco mejor en su interesante filmografía.

Mientras que en los ’60 se dedicó al realismo minimalista con algunos toques del cine italiano de posguerra, durante los años 70 abrazó el melodrama lacrimógeno-barroco más extremo, pleno de artificios. Aniceto es un híbrido como lo fue Gatica, el mono (1993), quizás todavía más literal por su origen: relato sencillo con un enfoque ampuloso. Otra vez tenemos un contexto rural desesperanzador en el que se desarrolla el tormentoso triángulo amoroso compuesto por Aniceto (Hernán Piquín), Francisca (Natalia Pelayo) y Lucía (Alejandra Baldoni). Utilizando una puesta en escena teatral, locutor en off y tomas prolongadas, el septuagenario vuelve con dignidad y esfuerzo.

Sin embargo los problemas de siempre siguen allí, petrificados como estampitas sobre la identidad de Favio. La película es lenta, exacerbada, caprichosa, sobreactuada intermitentemente y llena de tiempos muertos. Además está marcada a fuego por diálogos forzados, poco vuelo poético y una historia entre costumbrista y ridícula. Aún así se acumulan varios puntos a favor gracias al excelente nivel técnico y la innegable profesionalidad del equipo creativo. La ambición también es bienvenida, por más que no esté bien encausada del todo. Las coreografías son bastante entretenidas, funcionando en tanto “detalles de color” y/o separadores entre las secuencias.

Las condenas o elogios que despierta el realizador nunca llegan a abarcar su personalidad, que por cierto de compleja tiene muy poco. Favio es uno de los directores más singulares de la Argentina, pero de ahí a decir que es “el mejor de todos” resulta una hipérbole. En la otra punta tampoco podemos afirmar que el pobre hombre es un representante ya anacrónico de la generación del ‘60, poseedor de un manojo de tics a esta altura insoportables. Habría que definirlo desde su propia concepción: un “artista popular” y punto. Se debe defender su coherencia ideológica/estética y si se quiere tirar un par de piedras estas serán para el tono rimbombante y el ritmo aletargado. Como ocurre con todos los mortales, el compadre hace lo que puede para sobrellevar sus pros y sus contras…

Título: Aniceto.
Título original: Idem.
Dirección: Leonardo Favio.
Intérpretes: Hernán Piquín, Alejandra Baldoni, Natalia Pelayo, Jorge Torres, Luis Mazzeo y Floria Bloise.
Género: Drama, Musical, Romance.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 84 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de estreno: 12/06/2008.

Puntaje: 6 (seis)

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