Las dos adaptaciones fílmicas de Las crónicas de Narnia conocidas hasta el momento representan una anomalía para la industria hollywoodense. Ni la primigenia El león, la bruja y el ropero ni la flamante El príncipe Caspian han dado ganancias en territorio estadounidense y, pese a ello, ya se encuentra en preproducción The Voyage of the Dawn 
Treader (la novela es conocida en español como La travesía del Viajero Del Alba). El príncipe Caspian ha recaudado 132 millones de dólares desde su estreno en los Estados Unidos el pasado 16 de mayo. Muy poco para una película cuyo presupuesto estimado alcanza los 250 millones. La clave de esta aparente contradicción debe estar relacionada con el recorrido comercial en el resto del mundo, más las ganancias que puedan obtener de su venta al formato de DVD y a la televisión. En el rendimiento global se ven los frutos de esta épica superproducción compartida por Walden Media y Walt Disney Pictures. Eso sí: uno no sabe si alegrarse o no de la perseverancia de los productores porque estas Crónicas… no ocasionan mucho entusiasmo que digamos. De todas maneras, para ser sincero, debo admitir que algo ha cambiado para bien en esta secuela del film de 2005. Veamos por qué…
El escritor irlandés C.S. Lewis creó el universo de Narnia influenciado por la mitología nórdica y, especialmente, por un cristianismo al cual llegó a aferrarse con gran fervor luego de un período de negación que sólo sirvió para reforzar aún más sus creencias. En la década del 50 este entrañable amigo y colega de J.R.R. Tolkien (trabajaban como profesores en la universidad de Oxford) concibió la heptología de las Crónicas… sin ponerse colorado de incluir tanta alegoría religiosa disfrazada de cuentito para chicos. La publicación de los libros no respetó la cronología de los hechos allí descritos, porque hay que leerlos en el siguiente orden: El sobrino del mago; El león, la bruja y el ropero, El caballo y su niño, El príncipe Caspian, La travesía del Viajero Del Alba, La silla de plata y La última batalla. En el primero de ellos se revelan muchos de los misterios planteados en las novelas restantes, como el nacimiento de Narnia, el origen de la bruja blanca, la extraña presencia del farol en un lugar tan insólito o los motivos por los cuales el ropero tiene propiedades mágicas. Quienes sólo hayan visto las películas convendría que acudan a El sobrino del mago para sacarse las dudas, porque ese título no será llevado a la pantalla grande en los próximos años…
Como recordarán, El león, la bruja y el ropero narraba cómo los hermanitos ingleses Peter (William Moseley), Susan (Anna Popplewell), Edmund (Skandar Keynes) y la pequeña Lucy (Georgie Henley) eran enviados por sus padres a una casa de campo para protegerlos del rigor de la 2ª Guerra Mundial. Por accidente descubrían que un ropero de la residencia funcionaba como un portal interdimensional y de ese modo pisaban Narnia por primera vez. Allí se enterarían de la existencia de dos fuerzas antagónicas: la del Bien (el león Aslan) y la del Mal (Jadis, la bruja, interpretada por Tilda Swinton). Reclutados por el todopoderoso Aslan (figura que representa a Jesucristo), los hermanos son nombrados reyes y reinas de Narnia. Con la ayuda de los animales -parlantes- de la zona más el aporte de criaturas mitológicas varias, derrotaban a la Bruja Blanca para luego regresar a la Tierra. Un año después (1300 en la línea temporal alterna) los chicos regresan a Narnia para asociarse con el príncipe Caspian (el inexpresivo Ben Barnes), aspirante legítimo al trono de Telmar que se encuentra en manos de su taimado tío Miraz (un villano excelente a cargo del italiano Sergio Castellitto). Tarde o temprano hará su aparición estelar Aslan y todos juntos enfrentarán a los crueles telmarianos en una lucha a muerte.
Uno de los principales problemas de El león… residía en el tiempo que se tomaba el
realizador Andrew Adamson (que reincide en la dirección de El príncipe…) para poner al tanto de la historia al espectador: más o menos una hora. La secuela sale beneficiada por el hecho de que ya todos conocemos la mitología y no hay necesidad de prólogos discursivos para que la acción se desboque. Desde la secuencia de presentación, Adamson demuestra su inquietud por ofrecer exactamente aquello que le faltó a su predecesora: ritmo, agilidad, diversión… La violencia está allí, no se puede disimular, pero no es cruenta ni dañina. Los efectos visuales, por su parte, cumplen con el objetivo de integrarse al relato como herramientas narrativas y no como simples elementos decorativos. De los actores nuevos destaca nítidamente, además del ya mencionado Castellitto, el enano Peter Dinklage (el mismo que irrumpe escandalosamente en la trama de Muerte en un funeral) en el rol del gruñón y querible Trumpkin (se roba más de una escena).
Con un despliegue visual y sonoro muy superior a la propuesta anterior, El príncipe Caspian sube la apuesta y sin siquiera arrimar al nivel de películas de similar temática como El señor de los anillos o Las crónicas de Spiderwick aprueba dignamente el examen. Como blockbuster, no le falta nada. Como saga, en cambio, el asunto todavía no convence demasiado. Habrá que esperar a La travesía del Viajero Del Alba para dar un veredicto definitivo. Hasta el 2010, entonces…
Título: Las crónicas de Narnia – El príncipe Caspian.
Título Original: The Chronicles of Narnia: Prince Caspian.
Dirección: Andrew Adamson.
Intérpretes: Ben Barnes, William Moseley, Skandar Keynes, Anna Popplewell, Georgie Henley, Sergio Castellitto, Alicia Borrachero, Peter Dinklage, Warwick Davis, Pierfrancesco Favino y Cornell John.
Género: Acción, Aventura, Familiar, Fantasía.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 150 minutos.
Origen: EE.UU./ Polonia/ Eslovenia/ República Checa/ Reino Unido.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno: 12/06/2008.
Puntaje: 7 (siete)
El staff opinó:
-Superior a la primera, la nueva entrega de la saga introduce un par de personajes atractivos y reduce considerablemente sus alusiones bíblicas; aunque el broche de oro se lo lleva un final a toda orquesta donde el mismísimo Moisés queda como un nene de pecho y el inepto príncipe Caspian solamente una cara bonita…- Pablo E. Arahuete (7 puntos)
-Ni mejor ni peor que la primera parte. Digamos que es igual de irresuelta, laaaarga, charlatana y -tímida y esporádicamente- divertida (para calificar de “entretenida” le falta todo eso que le sobra a El Señor de los Anillos). Hasta ahora, la saga de Narnia no hace mucho por la causa si se tienen más de 13 o 14 años de vida..; sin menospreciar a los adolescentes, por supuesto…- Juan Blanco (5 puntos)
-Narnia sigue siendo un producto clase B con presupuesto; aunque ahora dejaron de divagar con la historia, eliminaron esos horribles efectos especiales de la primera y hasta consiguieron mejorar el desempeño del elenco. De todas formas, debería salir como un directo a DVD…- Emiliano Fernández (5 puntos)
