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jueves, 21 noviembre 2024
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Un secreto: Identidad desconocida

Por Pablo E. Arahuete

Entre el apellido Grinbert y el otro Grinberg no sólo hay una mínima distancia en el orden de la gramática, sino que entre uno y otro aparece subrepticiamente la diferencia de la identidad, de la pertenencia y en mayor medida de la idiosincrasia y la cultura. Pero si a este aspecto lo ubicamos en un determinado contexto histórico, más precisamente en la época del nazismo y puntualmente en la Francia colaboracionista del régimen de Vichy, la delgada línea que separa a estos dos apellidos no es otra que la de la vida y la muerte. En ese cruce y sobre esa realidad histórica se concentra una de las muchas tramas que atraviesan el universo del nuevo opus de Claude Miller bajo el nombre de Un Secreto. La insistencia del realizador francés por estructurar su relato en base al recurso narrativo de la des-construcción obedece, más que a un atisbo de pretenciosidad -como puede atribuírsele-, a una necesidad de guion que se vincula estrechamente con el proceso de transición en el que se ve envuelto el protagonista, Françoise (Mathieu Amalric), que en la trama aparecerá en tiempo presente y en tres períodos particulares de su infancia, los cuales son en el desarrollo de la película los núcleos predominantes: los años 50 que dan inicio a esta historia, luego los años 60 y un racconto hacia los años 40 cuando el protagonista aún no había nacido.

La película se basa en la novela del escritor Phillippe Grinbert, en el film interpretado por Patrick Bruel en el papel de padre de Françoise, con quien la relación se maneja en un leve distanciamiento donde el afecto queda relegado y en el que la permanente frustración clausura los caminos de la reconciliación. Cuando Françoise tiene siete años (Valentín Vigourt) reina en Francia la frivolidad y la despreocupación tras haber concluido años atrás la Segunda Guerra Mundial. En esos veranos del 55 lo único que importa es la diversión al aire libre junto a las piscinas del club, donde tanto papá como mamá (Cecile de France, la belga de El Cantante) ganan la atención de todos con sus esbeltos cuerpos atléticos. Ella levanta suspiros cada vez que salta desde las alturas y eso a Françoise lo pone más que feliz. Sin embargo, el muchacho es un tanto retraído y se inventa otra vida en la que está incluido un hermano imaginario con quien guarda un vínculo secreto pese a los enojos de su padre, para quien el muchacho es pura decepción. Así, el pequeño intentará indagar durante su infancia sobre un pasado que le es vedado y en un momento clave de su vida -cuando transita los 14 años- descubrirá (gracias al relato de una vecina amiga de la familia) por qué ese pasado resultaba tan pesado para sus progenitores.

Y ese es el disparador que entronca el relato con los años 40 en una serie de intrincadas subtramas donde se teje una historia de adulterio, la traumática huida de los judíos de la Francia colaboracionista, entre otras historias. Al mismo tiempo este particular segmento del relato se interconecta a modo de resolución con un presente donde Françoise termina por cerrar el círculo de su propia identidad; y además, en un orden menos literal el director de Ciudadano bajo vigilancia resuelve el proceso de transición en esta suerte de búsqueda en la que el protagonista irá descubriendo más de un secreto.

No obstante, el único defecto de Un secreto está íntimamente relacionado con su rasgo distintivo de la des-construcción, porque la funcionalidad del relato en su conjunto se ve alterada en varias oportunidades por el peso del andamiaje que implica alternar cuatro tiempos en una suerte de simultaneidad. Este intento de crear una homogeneidad en la que coexistan los fragmentos termina por generar un desequilibrio más que alcanzar la armonía necesaria para que el artificio quede excluído. Por eso, el presente representado en un monótono gris que contrasta con los coloridos retazos del pasado, y donde se supone debería haberse generado el camino de la resolución integral de la trama, queda descompensado en relación a los otros bloques narrativos.

Título: Un secreto.
Título original: Un secret.
Dirección: Claude Miller.
Intérpretes: Cécile De France, Patrick Bruel, Ludivine Sagnier, Julie Depardieu, Mathieu Amalric, Nathalie Boutefeu, Yves Verhoeven, Yves Jacques y Sam Garbarski.
Género: Drama, 2da. Guerra Mundial.
Calificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 105 minutos.
Origen: Francia/ Alemania.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Alfa Films
Fecha de estreno: 19/06/2008

Puntaje: 7 (siete)

El staff opinó:

Típico bodrio francés tan rebuscado como para apelar a una innecesaria triple línea temporal alterna. Aburrida e interminable, no la salva ni un elenco convincente. Un plomazo de aquellos…- Diego Martínez Pisacco (3 puntos)

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