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viernes, 19 abril 2024
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Batman – El caballero de la noche: Venganza, justicia y anarquía

Por Emiliano Fernández

¿Quién lo hubiera dicho? Christopher Nolan, aquel inglés que saltó a la fama con la minimalista Memento (2000), ya lleva realizadas en secuencia tres de las mejores películas de la década. Si todavía quedaban dudas luego de las magistrales Batman Inicia (Batman Begins, 2005) y El Gran Truco (The Prestige, 2006), ahora llega su obra maestra definitiva, la prácticamente insuperable Batman- El Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008). El film deja pasmado al espectador y consigue sobresalir en todos y cada uno de los ítems que componen la gramática cinematográfica. Al igual que en la anterior, Nolan decidió construir un policial duro súper adictivo en donde el clásico modelo relacionado con las adaptaciones de comics queda por suerte atomizado y reconvertido hacia los parámetros de los thrillers complejos y de desarrollo multiactoral. El mismo director reconoció que su mayor influencia fue Fuego Contra Fuego (Heat, 1995) de Michael Mann, un colega con el que comparte el interés por el preciosismo visual, la narrativa rica en subtramas y esa obsesión por los detalles en lo que respecta a la puesta en escena. Cada vez se hace más y más difícil hallar una propuesta masiva y de calidad: Batman- El Caballero de la Noche es un oasis dentro de un panorama cinéfilo/ artístico que nunca deja de ser desalentador.

La progresión del relato es francamente incomparable. El equipo creativo consigue que los 152 minutos de duración parezcan pocos gracias a un ritmo tan ágil en los enfrentamientos entre opuestos como ajustado en los instantes de definiciones existenciales. La historia ofrece diversas líneas a seguir y está repleta de giros imprevistos motivados en su mayoría por las gloriosas intervenciones de El Guasón (Heath Ledger). Conviene aclarar algo desde el vamos: la película se centra sobre todo en las figuras de Bruce Wayne (Christian Bale), el millonario vigilante con tendencias fetichistas, y el Fiscal de Distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart), el nuevo paladín de Ciudad Gótica contra el delito. El Guasón, nuevamente en palabras de Nolan, está presentado como un “absoluto” porque desconocemos su pasado y funciona más como un elemento aglutinador de voluntades que como un personaje independiente. A pesar de que es uno de los protagonistas centrales, llama la atención la admirable jugada del cineasta: ahora el Señor que ríe mientras roba y asesina es un enfermo mental que en el fondo sólo persigue el temido caos comunal, deambulando por la historia con la lógica de un terrorista dueño de una ideología bastante difusa. Damas y caballeros… ¡El Guasón es un anarquista pleno de inclinaciones psicóticas!

De hecho, en una de las tantas frases memorables que pululan a lo largo del film, el personaje del desaparecido Ledger nos comenta que lo que él desea no es dinero ya que disfruta mucho más de la dinamita y la gasolina, productos muy accesibles, “baratos”. Todos sabíamos de antemano cuáles habían sido las fuentes de inspiración del actor, nada menos que Sid Vicious y el querido Alex de la inmortal La Naranja Mecánica (A Clockwork Orange, 1971). Nolan se contiene para no incluir demasiados chistes ni latiguillos antes de las carnicerías perpetradas por El Guasón, sin embargo los condimentos lingüísticos están a la orden del día (la sombra de Jack Nicholson es irresistible). La secuencia en la que nos regala la primera versión sobre el por qué de las cicatrices a los costados de su boca es equivalente a aquella de Batman (1989) en donde el bueno de Jack luego de freír a un mafioso le informa a carcajadas sobre la alegría que le genera que esté muerto y la necesidad de tener que matar al resto de los cabecillas del gremio. Pero sendas interpretaciones del mismo personaje son lo suficientemente diferentes como para que las comparaciones no lleguen más lejos y la labor de Ledger se luzca con fuerza propia, apoyada por un guión de hierro que desparrama genialidad y no deja gesto librado al azar.

Sólo nos remitiremos a exponer el disparador argumental. El Guasón roba en forma sistemática todos los bancos en los que la mafia tiene depositadas sus suculentas ganancias. A raíz de ello, los afectados se ven obligados a transferir su dinero al exterior y ponerlo en un fondo común controlado por un hombre fuerte de Hong Kong, el Señor Lau (Chin Han). Mientras tanto el Teniente James Gordon (Gary Oldman) recibe ayuda del enmascarado y debe colaborar a su pesar con el tenaz Dent para investigar las estratagemas y tratar de frenar una corrupción que parece abarcarlo todo. Para cuando Batman rapte a Lau y lo entregue a la justicia de Ciudad Gótica, los jefes del crimen organizado comprenderán que iba en serio el ofrecimiento por parte del “payaso” para matar al “murciélago” a cambio de la mitad de la torta. De aquí a la conmoción social sólo existe un paso… Más allá de los protagonistas, el trabajo del elenco en su conjunto es excelente. Otra vez contamos con la presencia de Michael Caine como Alfred y Morgan Freeman como Lucius Fox, dos actores magníficos que ennoblecen aún más el proyecto. Lo que en la anterior fue un personaje decorativo, Rachel Dawes, la novia de Wayne, ahora tiene carnadura propia gracias al gran trabajo de la bella Maggie Gyllenhaal (superación total de la anodina Katie Holmes).

Tampoco olvidemos el gracioso cameo de Cillian Murphy y la participación del siempre obviado Eric Roberts como el capo mafia Salvatore Maroni. Todos los resquemores que se podían guardar para con una edición un tanto extraña en algunos puntos de Batman Inicia, en esta oportunidad se desvanecen por completo. Esos cortes abruptos con saltos ochentosos en las escenas intermedias son muy pertinentes y acrecientan la apariencia general cercana a un policial hecho y derecho. La fotografía sepia, el ambicioso diseño de producción, la música electrizante y una modesta utilización de los CGI complementan de maravillas el perfeccionismo habitual de Nolan (responsable también, junto a su hermano Jonathan y David S. Goyer, de los avatares del relato). El tono oscuro y la ambigüedad moral vuelven a cubrir el cielo. El film adquiere las proporciones de un drama de acción, tan épico como extraordinario, debido a que explícitamente indaga en los límites éticos de la figura social del “héroe” y está repleto de “experimentos gregarios” llevados hasta las últimas consecuencias por El Guasón, un verdadero “agente del caos”. Gracias a que éste último simboliza el desorden público causado por el más mínimo desvío con respecto a los planes preestablecidos, el pánico carcome los cimientos de una sociedad en decadencia.

Alejado ya de cualquier tipo de romantización, Batman es retratado como un vengador puesto al servicio de la comunidad y al que le suele faltar una pizca de autocontrol (el interrogatorio en la comisaría es bien elocuente al respecto). Harvey Dent, por su parte, experimenta un trayecto similar al de Bruce aunque todavía más melodramático porque en su origen el personaje estuvo idealizado dentro del marco de la llamada “justicia” (desde hace muchísimos años ridiculizada en la historieta a través del villano que la emparda con la “suerte”…). La escena en la que un Guasón disfrazado de enfermera hace explotar un hospital es impagable. Estas son las tres básculas con las cuales Nolan examina el sin sentido social: la venganza, la justicia y la anarquía. El realizador redondea un mega tanque hollywoodense en donde no faltan el apocalipsis metropolitano, la inacción policial, el debilitamiento de las autoridades, la aparición de especuladores circunstanciales y finalmente la triste apelación al último recurso, siempre oculto en las tinieblas y bajo un traje/ armadura de aleaciones impenetrables y color negro. Batman- El Caballero de la Noche es un prodigio cinematográfico: un pedazo de mampostería gigantesco que reboza de ideas brillantes, virtuosismo formal, actuaciones de antología y profundidad filosófica.

Título: Batman: El caballero de la noche.
Título Original: The Dark Knight.
Dirección: Christopher Nolan.
Intérpretes: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Gary Oldman, Morgan Freeman, Maggie Gyllenhaal, Eric Roberts, Cillian Murphy, Chin Han, Michael Jai White y William Fichtner.
Género: Basado en comic, Acción, Crimen, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 152 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 17/07/2008.
Fecha de reestreno: 20/04/2023

Puntaje: 10 (diez)

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