Por Emiliano Fernández
La Otra Bolena (The Other Boleyn Girl, 2008) es un melodrama seudo histórico que se sostiene casi en forma exclusiva en la labor de su gran elenco. Más allá de las inexactitudes que se van acumulando a lo largo del film, la trama nunca se despega de los clásicos estereotipos del género. Lamentablemente ni el director debutante Justin Chadwick ni el guionista de moda Peter Morgan han sabido cómo construir un relato con una mayor profundidad. Aún así, la propuesta es entretenida y conserva el encanto de esos novelones de antaño, aquellos en los que una pasión arrolladora se combinaba con una ambición desmedida para generar tragedias por momentos ridículas, por momentos incendiarias.
Cuando en el comienzo vemos a las hermanitas Bolena corriendo por la campiña inglesa, uno ya sabe que las cosas no les van a ir muy bien que digamos. Gracias a una brillante idea del tío, el Duque de Norfolk (David Morrissey), Sir Thomas (Mark Rylance) insta a su hija Ana (Natalie Portman) a que seduzca al Rey Enrique VIII (Eric Bana). Pero el caprichoso monarca prefiere a su hermana María (Scarlett Johansson), lo que conduce eventualmente a una triste disputa. Ana se casa por despecho con un noble ya comprometido, María la acusa con su padre y éste la termina condenando al exilio. Cuando Ana vuelve de Francia deja en claro sus objetivos: saldar cuentas con su hermana, desplazar a la Reina y llegar al trono.
Llama la atención el extraño enroque que plantea el casting: podríamos pensar que Johansson le haría justicia a la fogosa Ana y Portman a la apacible María. Pero no… alguien decidió que los roles debían ser intercambiados y por suerte no se equivocó. Cada una está excelente en lo suyo y ambas aportan lo necesario para apuntalar personajes un tanto escuálidos en lo que respecta a diálogos, desarrollo dramático y amplitud de reacciones. Los clichés del corazón están reproducidos al pie de la letra: Ana es la bruja trepadora y María la dulce inocente que sufre los embates del mundo (y no sólo los de Ana). Y no nos olvidemos del tercer hermano, George (Jim Sturgess), el infaltable “cuatro de copas”.
El desempeño actoral es muy parejo, aunque aquí sobresalen las señoritas. Las dos protagonistas consiguen complejizar lo que en otras manos serían marionetas y en conjunto remontan la película hasta alturas para nada desdeñables. También se destacan Kristin Scott Thomas como la madre del clan y Ana Torrent como la Reina (ambas formulan interesantes diatribas contra el machismo petulante de la época). La Otra Bolena está repleta de imprecisiones históricas, trabaja todos los mitos que existen alrededor de la figura de Ana y posee una estructura de “soap opera”. No será una maravilla pero cuenta con una correcta puesta en escena y atrapa debido a la fuerza de sus actuaciones: es otro obituario familiar.
Título: La otra Bolena.
Título original: The Other Boleyn Girl.
Dirección: Justin Chadwick.
Intérpretes: Natalie Portman, Scarlett Johansson, Eric Bana, Kristin Scott Thomas, Jim Sturgess, Mark Rylance, David Morrissey, Benedict Cumberbatch, Oliver Coleman, Ana Torrent, Eddie Redmayne, Tom Cox y Juno Temple.
Género: Drama histórico, Biopic.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: Reino Unido/ EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 07/08/2008.
Puntaje: 6 (seis)
El staff opinó:
–Demasiadas buenas actrices para una trama planteada como un culebrón con buena producción. Una historia que daba para mucho más y se queda en un simple producto bien elaborado-. Pablo E. Arahuete (6 puntos)