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jueves, 21 noviembre 2024
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Lars y la chica real: Mi chica plástica

Por Marisol V. López

Esta segunda realización del director australiano Craig Gillespie se presenta como una novedosa comedia romántica, con toques dramáticos, que pretende ante todo mostrar las dificultades que tienen las personas para relacionarse con su entorno y construir lazos profundos, tanto amorosos como familiares.

Lars Lindstrom (Ryan Gosling) es un joven de no más de 30 años, ferviente cristiano, con una vida difícil desde su nacimiento dado que su madre muere dando a luz, episodio que lo marcará por el resto de su vida así como a su personalidad definida por un carácter tímido y complejo que le genera conflictos para relacionarse con las personas que lo rodean. Entre ellos, su reducida familia: el hermano (Paul Schneider) y su cuñada (Emily Mortimer), pasando por sus compañeros de trabajo, quienes lo aprecian pese a sus problemas. En un momento de su aplacada vida la cabeza de Lars hace un clic que propone un giro de 180 grados a todo el film: adquiere por Internet una muñeca de látex que él percibe como una chica real y la presenta formalmente como su novia Bianca ante su familia y el resto del pueblo.

Uno de los pilares de la historia es la solidaridad por parte de una comunidad para con un miembro que necesita que le sigan la corriente, según las recomendaciones médicas de la psicóloga Dagmar (Patricia Clarkson). Lo llamativo es que Bianca gana sus corazones al punto que la tratan como si fuera una persona real, inclusive cuando Lars no está presente.

El protagonista por sus inseguridades y temores busca en una muñeca lo que en una relación normal no puede obtener; controlar las situaciones y movimientos de Bianca, ya que la muñeca no puede abandonarlo como hiciera su madre (al morir), su padre y también en un punto su hermano mayor. Pero a pesar de vivir una relación idílica con alguien sin autonomía comienzan a surgir problemas y desencuentros que hacen que Lars abra los ojos y vea las cosas reales que tiene a su alrededor.

La guionista de esta obra, Nancy Oliver, debuta con este guión cinematográfico en donde plantea una interesante historia, enfocada desde una perspectiva novedosa y fuera de lo común. Si nos quedáramos con solamente la historia del chico raro que sale con una muñeca de plástico éste sería nada más que un film independiente, bizarro y rebuscado, pero si profundizamos la mirada nos encontramos con un problema común de comunicación e interacción de las personas con sus pares.

El clima frío y los espacios amplios que utilizó el director en la filmación ayudan a crear la sensación de soledad, abandono y distancia que vive Lars con la gente. Las relaciones familiares, la solidaridad y la amistad son los puntos fuertes de esta realización así como la actuación de Ryan Gosling, quien convierte a su extraña criatura en un hombre querible, ingenuo, inofensivo, melancólico y lleno de neurosis.

Esta es una producción que vale la pena ser vista tanto por su calidad artística, técnica y por su historia que recrea situaciones cotidianas, verosímiles -y no tanto- que entretienen y sacan algunas tímidas sonrisas.

Título: Lars y la chica real.
Título Original: Lars and the real girl.
Dirección: Craig Gillespie.
Intérpretes: Ryan Gosling, Emily Mortimer, Paul Schneider, Kelli Garner, Patricia Clarkson, R.D. Reid, Nancy Beatty, Doug Lennox, Joe Bostick y Maxwell McCabe-Lokos.
Género: Comedia, Drama, Romance.
Clasificación: Apta para todo público con leyenda.
Duración: 106 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Impacto.
Fecha de Estreno: 21/08/2008.

Puntaje: 7 (siete)

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