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jueves, 21 noviembre 2024
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Muerte en la granja: Black Dolly

Por Emiliano Fernández

El espíritu clase B recubre por completo la propuesta y garantiza un buen número de carcajadas, logrando entretener a fuerza de gore y delirios varios. Las actuaciones y los diálogos están a la misma altura y deambulan entre la lucidez, la pobreza y algunos chispazos de genialidad.

Muerte en la granja: Black Dolly 2

Tenemos una verdadera rareza entre manos, quizás no del todo satisfactoria pero por lo menos interesante. Muerte en la granja (Black Sheep, 2006) es una comedia negra neocelandesa que remite a los recordados films de la primera etapa de la carreras de Peter Jackson y Sam Raimi, mucho antes de la grandilocuencia industrial de las poco imaginativas King Kong (2005) y El hombre Araña (Spider-Man, 2002). Está muy claro que el realizador debutante Jonathan King tuvo en mente la famosa trilogía de Raimi compuesta por Diabólico (The Evil Dead, 1981), Noche Alucinante (Evil Dead II, 1987) y El Ejercito de las Tinieblas (Army of Darkness, 1992). La mayor inspiración provino de su compatriota Jackson y las radicales Mal Gusto (Bad Taste, 1987) y Muertos de miedo (Braindead, 1992). El horror y las risas se combinan en una historia de ovejas zombies.

Una bonita familia vive de la cría de dichos mamíferos en una granja alejada. La armonía se viene abajo cuando los hermanos Henry y Angus se enteran que papi se cayó de un acantilado. Para colmo el pobre de Henry es objeto de burla por parte de su hermano: el maldito le carnea su oveja preferida y luego se viste con su piel para asustarlo. Llega la adultez y nos topamos con un Henry (Nathan Meister) temeroso de las laneras en camino de regreso hacia la granja familiar. Angus (Peter Feeney), hoy un empresario salvaje, desea comprarle su parte del lugar para seguir con sus terribles experimentos genéticos en busca de la “oveja perfecta”. Mientras tanto Grant (Oliver Driver) y Experience (Danielle Mason), un par de activistas por los derechos de los animales, roban del laboratorio de Angus un feto de cordero mutante. Pero en la huida se les cae al piso y muerde a Grant…

Se percibe la experiencia acumulada por King en el campo de los video clips y la publicidad, sobre todo al considerar el buen nivel en lo que respecta a los rubros técnicos. Asistido por el equipo de Weta Workshop, responsable de los efectos especiales de El Señor de los Anillos, el cineasta dio forma a estas ovejas psicóticas a través de distintos tipos de animatronics. La decisión de inclinarse por títeres computarizados en vez de CGI no sólo se debe a una necesidad artística en función de la naturaleza paródica de la obra; de seguro también obedeció a las limitaciones propias de un magro presupuesto. La mayor falencia de la película la encontramos en su narración, un tanto aletargada por momentos y demasiado obtusa a nivel general. Prácticamente no hay sorpresas dentro del subgénero “comedia de terror”, aunque está bastante bien si recordamos que es una opera prima.

El espíritu clase B recubre por completo la propuesta y garantiza un buen número de carcajadas, logrando entretener a fuerza de gore y delirios varios. Las actuaciones y los diálogos están a la misma altura y deambulan entre la lucidez, la pobreza y algunos chispazos de genialidad. Sin embargo el eje del film son las situaciones descabelladas más que una pulida interconexión entre las escenas. El humor es relativamente efectivo, entre costumbrista y burdo (chequear el desenlace). King se ríe del estereotipo internacional que relaciona a Nueva Zelanda con una nación de pastores de ovejas, una horda de simplones tan aburridos como los ingleses. Tópicos como la vida bucólica, el ecologismo new age y la manipulación genética son ridiculizados con solvencia. La idea central de una Dolly carnívora constituye un hallazgo muy hilarante que no está del todo aprovechado.

Muerte en la granja: Black Dolly 3Título: Muerte en la granja
Titulo Original: Black Sheep
Director: Jonathan King
Género: Comedia, Horror
Intérpretes: Matthew Chamberlain, Nick Fenton, Sam Clarke, Oliver Driver y Eli Kent
Duración: 87 minutos
Origen: Nueva Zelanda
Año Realización: 2006
Calificación: Apta para mayores de 16 años
Distribuidora: Pachamama
Fecha Estreno: 21/08/2008

Puntaje 5 (cinco)

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