Una cosa es reírse con las miserias ajenas y otra muy distinta es reírse de las miserias ajenas. Esta última opción parece que está de moda entre los intelectuales franceses del ambiente cinematográfico, que en los contados estrenos conocidos por los argentinos en este alicaído 2008 no dejan de manifestar un profundo desprecio hacia la clase media de su país mediante burlas por demás cruentas. Para los responsables de El invitado, el director Laurent Bouhnik y el autor David Pharao, los burgueses son estúpidos, ignorantes, inmaduros e inútiles. Gérard (Daniel Auteuil) y su mujer Colette (Valérie Lemercier) son retratados con tanta crueldad que más que risa causa pena observar semejante hostigamiento sin motivo. Algo similar había ocurrido en Odette, una comedia sobre la felicidad, donde al personaje homónimo del título la retrataban como a una cholula sin un dedo de cerebro pero, eso sí, capaz de albergar buenos sentimientos hacia el prójimo. En el final de ambos filmes un giro argumental conciliador pretende disimular la maniquea visión de los creadores, pero la animadversión que demuestran hacia sus criaturas se sigue palpando. Es como si algún productor avezado les hubiera advertido que estaban desangrando al público que les da de comer. Además de turros, hipócritas…
El dramaturgo David Pharao acertó un pleno con una obra de teatro sobre un tema con el que los realizadores galos están absolutamente obsesionados: el trabajo. El empleo del tiempo, Recursos humanos o El placard (en la cual también actuaron Daniel Auteuil y Thierry Lhermitte) son sólo algunos casos modelos pero la lista es larguísima. En esta oportunidad el foco está puesto en las exorbitantes exigencias con que las empresas someten a los candidatos a un puesto laboral. Tests psicológicos in situ ya no son suficientes para establecer si alguien resulta idóneo o no para la vacante requerida. En el caso de El invitado el jefe de personal de la firma le solicita a Gérard que reciba en su casa para cenar a un capo llamado Pontignac (Hippolyte Girardot). Naturalmente, se trata de una excusa para estudiar de primera mano el lugar de residencia (que siempre “dice” tanto sobre su propietario). La premisa y el tratamiento de la película, en la que el mismo Pharao se ha ocupado de adaptar diálogos y situaciones, puede recordar el inconfundible estilo de Francis Veber (de hecho hay más de una similitud con Hay un tonto en mi casa) pero la eficacia del producto se sostiene exclusivamente gracias a los actores. Veber, aún en sus comedias menos inspiradas, presenta restos de ingenio y creatividad que han salvado el precio de la entrada. Pharao domina el escarnio como pocos, pero con eso solo no siempre se redondea una buena comedia. El mecanismo del humor se encuentra reservado a unos pocos. No cualquiera elige una temática densa como la desocupación y logra convertirla en un festín del género. Veber he demostrado que puede. Pharao, en cambio, todavía está en veremos…
Es tan profunda la burla hacia el ámbito en el que se mueven los personajes principales de El invitado que incluso se ha optado por musicalizar muchas escenas con temas populares de décadas pasadas, que en su momento habrán sido exitosísimos y ahora apenas si son utilizados como símbolos de mal gusto. De todas maneras, la propuesta está lujosamente interpretada por los cuatro actores ya mencionados y si bien el origen teatral se hace evidente en varios pasajes, no abruma ni cansa. Por suerte los franceses no copian a los estadounidenses, que cada día tienden a extender más la duración de sus comedias en cualquiera de sus variantes (Jerry Maguire, por ejemplo, alcanzaba las dos horas veinte… ¡una locura!). El invitado se apoya en su capacitado elenco para despertar algunas tibias sonrisas que jamás devienen en carcajadas. Lamentablemente, la diversión está aquí tan desocupada como el pobre Gérard…
Título: El invitado.
Título original: L’invité.
Dirección: Laurent Bouhnik.
Intérpretes: Daniel Auteuil, Valerie Lemercier, Thierry Lhermitte, Hippolyte Girardot, Artus de Penguern, Pascale Dinizani y Mar Sodupe.
Género: Comedia.
Calificación: Apta todo público
Duración: 86 minutos.
Origen: Francia.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Pachamama Cine
Fecha de estreno: 28/08/2008.
Puntaje: 5 (cinco)