Por Emiliano Fernández
En la noche del 11 de febrero de 2005, una pareja en crisis vuelve de la recepción de la boda de un amigo compartido. Kristen McKay (Liv Tyler) y James Hoyt (Scott Speedman) están viviendo en la aislada casa de verano de la familia de él y no consiguen ponerse de acuerdo en lo que al compromiso se refiere. Las inseguridades sentimentales pronto quedan en segundo plano cuando una joven toca insistentemente la puerta para preguntar sobre la presencia de una tal “Tamara”. Pese a la negativa, la intrusa no se marcha. Un horror caótico se apodera en forma progresiva de la velada: tres enmascarados, dos chicas y un hombre, deciden que ha llegado el momento de invadir la tranquilidad del cálido hogar…
Los Extraños (The Strangers, 2008) es un joyita invaluable del terror contemporáneo. Estamos ante una propuesta vitalizante y certera que aporta un soplo de aire nuevo dentro de un panorama bastante repetitivo, lamentablemente a un paso de estancarse. La ópera prima de la promesa Bryan Bertino se mantiene alejada tanto del J-Horror y sus infinitas remakes como del porno-terror de torturas a la El Juego del Miedo (Saw) o las nuevas versiones mainstream de clásicos de los ’70. Basándose en hechos reales, el director construyó una pieza de relojería que atrapa desde el inicio y sólo en términos formales remite a obras maestras del slasher como Halloween (1978) o Psicosis (Psycho, 1960).
Los primeros veinte minutos funcionan como un retrato etéreo de la vida interna de las víctimas, un verdadero drama romántico administrado con poquísimos recursos y apuntalado sobre todo en gestos y pequeños detalles. Para cuando comienza el acecho, ya contamos con una descripción exhaustiva y poco habitual de los protagonistas. Toda la propuesta rebosa de singularidad y perspicacia, haciendo gala de un tratamiento en extremo eficaz de los resortes del género. Bertino se concentró en obtener actuaciones maravillosas, edificar un verosímil para nada complaciente, no caer en diálogos de tipo explicativo y asustar únicamente con las posibilidades que brindan la vulnerabilidad y el aislamiento.
De hecho, el trabajo de Tyler y Speedman es de una minuciosidad absoluta. La pesadilla que les toca atravesar a los personajes centrales resulta plausible gracias a composiciones exquisitas, que a su vez están sustentadas en un guion de hierro firmado por el mismo cineasta. A medida que los tres psicópatas van doblando o triplicando la apuesta, más empatía genera la pareja acosada y más desesperación transmite al espectador. La puesta en escena minimalista nunca se aparta de la casa en tanto eje del ataque, obvia la estética volcada hacia la hemoglobina abundante y deja de lado cualquier reacción elemental frente al peligro. La economía auto-impuesta hace que el elenco no pase de los ocho apellidos.
Ahora bien, en cuanto al sustrato ideológico del film, una vez más debemos adentrarnos en uno de los tópicos preferidos de la cultura estadounidense: los asesinos en serie. Aquí en especial se desarrolla la aleatoriedad de la violencia y lo que implica defender al ser querido. Un ejemplo paradigmático es la escena final, cuando se produce el “cara a cara” tan temido: ella le pregunta a la amiguita de Tamara sobre la razón detrás de la masacre y la joven sólo atina a responder “porque estaban en casa”. La muerte sin sentido y el sadismo a discreción aparentemente compensan los vacíos de la vida posmoderna, una existencia empaquetada en celofán, repleta de colores vistosos y adornada con banderitas y globos.
Pero a diferencia de otros realizadores de la actualidad, Bertino elige reflotar con sutileza este viejo concepto que acompañó desde siempre a gran parte del cine de horror y que pone a la apatía norteamericana en el vórtice del desconsuelo social. Los Extraños evita proferir discursos graves sobre el tema, no incluye citas explicitas a otras películas similares y hasta juega con la idea de un pánico que se reconstruye todo el tiempo ante nuestros ojos. En un instante él le comenta a ella que la señorita con mascara de muñeca parece un “fantasma”: no existen cadáveres que reviven sino cuchillos resplandecientes pululando entre las sombras. Los monstruos son seres humanos que prometen “la próxima vez será más fácil”…
Título: Los extraños.
Título original: The Strangers.
Dirección: Bryan Bertino.
Intérpretes: Liv Tyler, Scott Speedman, Glenn Howerton, Gemma Ward, Laura Margolis y Kip Weeks.
Género: Terror, Slasher.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 86 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 11/09/2008.
Puntaje: 9 (nueve)