Por Emiliano Fernández
Explicitemos dos verdades cinematográficas fácilmente comprobables, de esas que salen a la luz sólo con hacer memoria. Existen muchas películas de género cuya trama podemos resumir en apenas una frase. Dentro de ese grupo hay muy pocos exponentes que valgan la pena. La historia de la estimulante Búsqueda Implacable (Taken, 2008), más que en algunas palabras puede ser condensada en un puñado de letras: “secuestro”. Los detalles de color tampoco son abundantes: Bryan (Liam Neeson) es un espía retirado que trabajó para el gobierno estadounidense, su ex esposa Lenore (Famke Janssen) le reprocha el fracaso del matrimonio y… por si no lo sabían, su hija Kim (Maggie Grace) es abducida en París.
Ahora bien, el film es extremadamente eficaz en tanto propuesta de acción. Los 93 minutos no bajan la guardia ni por un segundo, tomando a la fluidez como principal estandarte. Sin lugar a dudas el máximo responsable de la agilidad narrativa y el ritmo equilibrado es el aquí productor y guionista Luc Besson, una usina furiosa de proyectos a veces interesantes, a veces deficitarios, pero siempre cuidados y queribles. En segundo lugar está la aguerrida labor de Liam Neeson, componiendo a un hombre sensible aunque bastante oscuro (ya era hora de borrar la cara de compungido y ampliar el limitado rango emocional de sus últimos trabajos). El realizador Pierre Morel, por su parte, aporta profesionalidad y buen gusto.
Besson le imprime su marca a cada uno de los fotogramas y deja de lado la vertiente cómica de su cine para centrarse en el dramatismo del tema: la joven está en manos de una organización que se dedica a la trata de blancas. El francés es un estratega experto en productos masivos, un gran conocedor del arte de balancear vértigo y quietud. Nuevamente nos regala una idea central elemental, una singular iconografía pop y numerosas secuencias de acción, tan desquiciadas como atrapantes. De hecho, esa exuberante imaginación para las persecuciones y combates es una sus cualidades distintivas. Pero en este caso el combo tiene éxito en especial debido a un protagonista verosímil y un desarrollo progresivo.
A pesar de estar contenido y lejos de su desparpajo habitual, el amigo Luc siempre termina despuntando el vicio a través de algún detalle, en este caso tres: la chica quiere ser cantante, Bryan hace un trabajito freelance como guardaespaldas de la diva pop del momento y lo más curioso de todo es que su hija es interceptada cuando se proponía seguir la gira europea de U2 sin siquiera contarle al padre… Búsqueda Implacable es un modelo de perspicacia dentro de su género, retoma la frialdad y el realismo del último James Bond, y además funciona como un retrato verídico de los pormenores de la esclavitud sexual en Europa. Prostitución, drogas, corrupción, venganza. Volvamos al inicio: esto es un “secuestro”.
Título: Búsqueda implacable.
Título Original: Taken.
Dirección: Pierre Morel.
Intérpretes: Liam Neeson, Maggie Grace, Famke Janssen, Leland Orser, Holly Valance, Goran Kostic, Jon Gries y Katie Cassidy.
Género: Acción, Thriller.
Clasificación: Apta para mayores de 16 años.
Duración: 92 minutos.
Origen: Francia/ EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 18/09/2008.
Puntaje: 9 (nueve)
El staff opinó:
–Desde lo anecdótico, la película no difiere demasiado de lo que uno podía esperar, digamos, de una aventurilla de Steven Seagal en sus épocas dignas (si es que alguna vez existió tal cosa…). Al protagonista le secuestraron a la hija y el tipo va de rompehuesos al extranjero a recuperar a su nena a toda costa; más simple imposible. Ahora, lo que hace Liam Neeson con su personaje de padre furioso no podría lograrlo Seagal ni con 200 años de teatro encima; ahí está la diferencia que hace de Búsqueda implacable uno de los filmes de venganza más rotundos de los que se tenga memoria, aún con sus varias simplezas formales a cuestas. Si en la escala del 1 al 10 la película es… a ver… un 4, Neeson la levanta fácil 3 peldaños…- Juan Blanco (7 puntos)