Por Emiliano Fernández
Uno puede llegar a entender que Steve Martin desee recuperar un poco de la fama perdida con los años pero realizar una segunda parte de la ya lamentable La pantera rosa (The Pink Panther, 2006) resulta un atropello difícil de perdonar. Aquel mamarracho descafeinado no sólo fallaba en tanto slapstick posmoderna sino que además no conseguía reformular la clásica serie de films ni muchísimo menos estar a su altura. La enorme sombra de Peter Sellers y Blake Edwards nuevamente aplasta el intento inútil de venderle a las nuevas generaciones un tipo de comedia que requiere de destrezas que aquí brillan por su ausencia.
Genera incomodidad ver a Jean Reno repitiendo el rol de Ponton, una suerte de reemplazo demacrado para el genial Cato (Burt Kwouk). Lo mismo ocurre con Dreyfus, un personaje que alguna vez estuvo a cargo del apabullante Herbert Lom: ahora es John Cleese quien toma la posta dejada por Kevin Kline; dos buenos actores que sucumben frente a la nulidad e insensatez general de estas remakes recientes. La pantera rosa 2 (The Pink Panther 2, 2009) defrauda en términos narrativos, apenas si despierta un par de sonrisas y para colmo desperdicia profesionales todo terreno como Jeremy Irons, Andy Garcia y Alfred Molina.
Hollywood sigue obsesionado con esta estrategia berreta centrada en imponer nuevas versiones de éxitos pasados, como si la repetición de una trama conocida y el simple enroque de apellidos garantizasen idénticos resultados en taquilla. De más está decir que los patéticos Shawn Levy y Harald Zwart no le llegan ni a los talones a Edwards. Hay que reconocer las buenas intenciones de Martin aunque la verdad sigue siendo la verdad, no hay mecanismo que la oculte por mucho tiempo: los zapatos del Inspector Clouseau le quedan demasiado grandes. Sus capacidades histriónicas están muy por detrás de las de Sellers.
¿Qué otra cosa se puede hacer más que recomendar las películas originales? Nos referimos a las cinco primeras, los productos subsiguientes constituyeron devaneos sin rumbo. Hay que distinguir dos grupos. Por un lado tenemos el díptico de los ’60, La pantera rosa (The Pink Panther, 1963) y Un disparo en la oscuridad (A Shot in the Dark, 1964). Por el otro están las entradas de los ’70: El regreso de la pantera rosa (The Return of the Pink Panther, 1975), la insuperable La pantera rosa ataca de nuevo (The Pink Panther Strikes Again, 1976) y La venganza de la pantera rosa (Revenge of the Pink Panther, 1978).
Mientras que las obras iniciales fueron sobre todo comedias de enredos en la tradición del cine mudo, las tres últimas desparramaron una sucesión extremadamente anárquica de diálogos magníficos, sketches físicos alucinantes y una inverosimilitud deliciosa. Cualquier espectador que haya visto alguna de estas maravillas y ose asomarse a este bodrio sin alma, vislumbrará la vergüenza ajena que provoca un combo paupérrimo compuesto por situaciones harto previsibles, gags robados y actuaciones para el olvido. Recordemos cuando Sellers intenta escalar el castillo para detener a Dreyfus en el final de La pantera rosa ataca de nuevo: ese es un momento que nunca se repetirá, no queda más que aceptarlo.
Título: La Pantera Rosa 2.
Título original: The Pink Panther 2
Dirección: Harald Zwart.
Intérpretes: Steve Martin, Jean Reno, Emily Mortimer, Andy García, Alfred Molina, Yuki Matsuzaki, Aishwarya Rai, John Cleese, Lily Tomlin, Jeremy Irons y Johnny Hallyday.
Género: Secuela, Acción, Comedia.
Calificación: Apta todo público.
Duración: 92 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2009.
Distribuidora: Sony.
Fecha de estreno: 19/02/2009.
Puntaje: 2 (dos)