Por Pablo E. Arahuete
Amorosa soledad, ópera prima de Martín Carranza y Victoria Galardi -premiada recientemente en el Festival de San Sebastián- hace honor al axioma del cine que reza a veces menos es más. Esa idea se ve consolidada a partir de la concepción de un guion 
inteligente y sutil, que se despega inmediatamente de la anécdota que lo antecede para nutrirse de pequeños detalles que van conformando la personalidad de Soledad (Inés Efrón, deslumbrante), una joven un tanto insegura que tras haber sido dejada por su novio (Nicolás Pauls) se propone la dura tarea de vivir por tres años sin una pareja.
Basta con los primeros minutos del metraje para ubicarse en la realidad desestabilizadora que atraviesa a nuestra anti-heroína en su hábitat natural: un departamento que le resulta demasiado grande y cubierto de objetos que remiten a aquella relación rota, pero quizá lo más importante sea un inodoro que desborda y resulta tan amenazante como la idea de vivir sola. Así, también en pleno desborde emocional transitará ella por lo cotidiano tratando de ponerle un nombre a algo parecido a la angustia que surge de manera espontánea, a veces en el llanto contenido u otras simplemente en miradas perdidas al vacío, que no hacen otra cosa que reafirmar la ausencia.
Si hay algo que destaca a este debut cinematográfico es la certera decisión de haber pensado una historia pequeña que se interna en el sinuoso terreno del día después de una ruptura amorosa; en el mientras tanto temporal que se produce entre una decisión importante y sus causas. Por ese margen, las situaciones cotidianas actúan como disparadores de conflictos banales, pero estos frente a la fragilidad emocional de Soledad la sacan continuamente de su eje. Por ejemplo haberse olvidado las llaves dentro de su casa
y quedar a la intemperie cuando la necesidad de refugio o de ocultarse es más acuciante.
Lo que nunca pierde su eje -afortunadamente para el espectador- es la fluidez de un relato donde tanto el humor y el drama llegan dosificados y surgen de forma natural gracias a la entrega de un reparto sólido, rico en personajes secundarios donde se destacan las participaciones de Mónica Gonzaga (en el rol de madre de Soledad) y Verónica Pelaccini como la vecina de Soledad. Sin embargo, los laureles se los debe llevar la actriz Inés Efrón por su enorme capacidad a la hora de entregar matices y reunir todos los atributos para transformarse en un personaje entrañable, conflictivo y multifacético en el que cae la responsabilidad de la historia. Logros compartidos con una ajustada dirección por parte de los realizadores y la asistencia complementaria de Fabián Vena como el futuro pretendiente.
Pocas veces puede decirse que a una película de género no le falte ni le sobre nada, aunque siempre hay excepciones a la regla, pero en el caso de este film existe un mérito aún mayor porque se trata nada menos que de una ópera prima. Y eso no se ve todos los días.
Título: Amorosa soledad.
Título original: Idem.
Dirección: Martín Carranza, Victoria Galardi.
Intérpretes: Inés Efrón, Fabián Vena, Mónica Gonzaga, Nicolás Pauls, Diego Velázquez, Santiago Giralt y Ricardo Darín.
Género: Comedia, Romance.
Calificación: Apta todo público.
Duración: 82 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Pachamama.
Fecha de estreno: 05/03/2009.
Puntaje: 7 (siete)
