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viernes, 19 abril 2024
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Watchmen: Gracias Mr. Bingo

Por Emiliano Fernández

El nuevo filme de Zack Snyder -el director de la controvertida y exitosa 300 (2006)- es un producto mainstream muy desparejo que no llega al desastre calamitoso pero tampoco sorprende desde su apuesta visual o conceptual.

Watchmen: Los vigilantes (Watchmen, 2009) es un producto mainstream muy desparejo que no llega al desastre calamitoso pero tampoco sorprende desde su apuesta visual o conceptual. Al espectador argentino promedio le importará un comino que el film esté basado en una novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons, archiconocida dentro del mundillo de los comics aunque ignota por estas pampas. El encargado de la adaptación no es otro que Zack Snyder, un verdadero especialista en construir envases coloridos que soportan cualquier tipo de relleno: siguiendo la tradición de los asalariados de los estudios, ya podemos confirmar que al hombre no le interesa en lo más mínimo el contenido de sus películas. Así las cosas, este mega tanque puede descolocar a los que buscan una seguidilla de secuencias de acción y hasta generar risas involuntarias debido a la ridiculez general de una propuesta anacrónica.

Sólo basta chequear la historia detrás de esta liga de antihéroes. En un 1985 alternativo, los Estados Unidos con Nixon a la cabeza están al borde de un conflicto nuclear con la URSS y han ganado la guerra de Vietnam gracias a la intervención del Dr. Manhattan (Billy Crudup), un amigo azul del átomo y el único de los muchachos con “poderes reales”. En lo que respecta al resto del equipo, tenemos al sociópata Rorschach (Jackie Earle Haley), al fascista The Comedian (Jeffrey Dean Morgan), al perdedor encargado de las “cosas técnicas” Nite Owl (Patrick Wilson), a la señorita de látex ajustado Silk Spectre (Malin Akerman) y al genio absoluto Ozymandias (Matthew Goode). Hoy todos están escondidos en sus respectivas cuevas por un cúmulo de circunstancias negativas: enloquecieron de a poco, la sociedad los marginó y una ley concreta condena explícitamente su accionar.

La rutina seudo policial dice que uno de ellos muere asesinado, lo que lleva a que Rorschach comience a investigar para luego contagiar la paranoia a los demás. Por supuesto estamos en realidad ante una gran conspiración que puede acabar con la especie humana y blah blah blah. Esta épica de dos horas y media pasadas reúne casi todas las marcas registradas del realizador: cámaras lentas bobas, combates cuerpo a cuerpo con mucho kung-fu berreta, nulo desarrollo de personajes, un casting lamentable, maquillaje siempre hilarante y diálogos tan solemnes como aburridos. Los fans han repetido una y mil veces que el relato es una reproducción viñeta a viñeta del original, con sólo un cambio sustancial en lo que hace a la conclusión. La sobreabundancia de flashbacks viene del comic y resulta redundante: contamos con un informe detallado sobre el pasado traumático de cada cofrade.

Hay escenas francamente patéticas: la “superviolación” arriba de la mesa de pool, el encuentro íntimo entre Nite Owl y Silk Spectre en el “huevo volador” con música de Leonard Cohen de fondo y el prólogo anterior a la secuencia de créditos iniciales, protagonizado por un Nixon con la nariz inflamada que parece sacado de un sketch de los Monty Python. Desde ya que no todos son puntos en contra. Quizás lo mejor de la película sea el segmento en la prisión y las modificaciones introducidas en el final por los guionistas David Hayter y Alex Tse. De hecho, el presente desenlace funciona mucho mejor en términos dramáticos que el pergeñado por Moore porque compromete por completo a los personajes centrales; aunque debemos aclarar que constituye un robo directo para con el cierre de la obra maestra Batman – El Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008).

Snyder vuelve a hacer exactamente lo mismo que en el mamarracho 300 (2006) y se muestra incapaz de ofrecer algún componente novedoso: su “adaptación” se reduce al facilismo infantiloide de “copiar y pegar”. Este es un viejo proyecto que pasó por varias manos en Hollywood… conviene escuchar las opiniones de directores en verdad talentosos. Por ejemplo, Terry Gilliam propuso una miniserie de cinco horas y Darren Aronofsky quiso reemplazar el tópico demodé guerra nuclear/URSS por terrorismo/Irak. Esta Watchmen: Los vigilantes se estanca en su torpeza narrativa, deambula por una preocupante ineptitud ideológica y por momentos parece la segunda parte de El Espíritu (The Spirit, 2008). Al mezclar sin sutilezas suspenso, melodrama y ciencia ficción, el film genera indiferencia. Gracias Dr. Manhattan, Mr. Bingo o como quiera que se llame. En serio, muchas gracias.

Watchmen: Gracias Mr. Bingo 1Título: Watchmen: Los Vigilantes
Título Original: Watchmen
Dirección: Zack Snyder
Intérpretes: Malin Akerman, Patrick Wilson, Billy Crudup, Matthew Goode, Carla Gugino, Jackie Earle Haley, Jeffrey Dean Morgan
Clasificación: Apta para mayores de 16 años
Duración: 163 minutos
Origen: Estados Unidos
Género: Basada en cómic, Acción, Fantasía
Distribuidora: UIP
Año de realización: 2009
Fecha de estreno: 05/03/2009

Puntaje 4 (cuatro)

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