Por Emiliano Fernández
A pesar de estar muy por encima de los productos de la factoría Dreamworks, la franquicia helada no llega ni por lejos al nivel de las obras de Pixar y a esta altura experimenta un cansancio conceptual que resulta ineludible. No obstante hay momentos rescatables y un buen trabajo general del director brasileño Carlos Saldanha…
Resulta elogiable el hecho de que el tercer eslabón de una franquicia aún conserve el encanto y consiga prolongar el espíritu de aquella primera película, la hoy lejana La era de hielo (Ice Age, 2002). Conservando los elementos centrales y manteniendo la línea amena de la digna La era de hielo 2 (Ice Age: The Meltdown, 2006), ahora es el turno de una nueva secuela apta para el consumo de niños y adultos. Ya todos conocen la propuesta: animación digital y comedia ligera en el contexto de una road movie plagada de obstáculos vinculados a los peligros que ofrece la naturaleza, fuente inagotable de cataclismos varios.
Aquí reaparecen los personajes característicos de la saga: el perezoso Sid, el mamut Manny, el tigre dientes de sable Diego y por supuesto los amigos que encontraron en la travesía pasada (Ellie, la novia de Manny, y sus dos hermanos, las zarigüeyas Crash y Eddie). La excusa para que esta peculiar manada emprenda otro viaje pasa por rescatar a Sid de las fauces de una mamá tiranosaurio, la cual no ve con buenos ojos que el susodicho le haya robado sin saberlo sus tres huevos para criarlos como si fueran suyos. Así las cosas, se lo lleva de prepo junto a sus pequeños a un mundo subterráneo hasta hoy desconocido.
Queda claro que en esta oportunidad la historia hace hincapié en el afecto familiar y los padres primerizos. Cada uno tiene sus preocupaciones y esto genera conflictos: la ardillita Scrat sigue tras la bellota maldita, Ellie está embarazada, Manny siente pánico ante un entorno amenazador, Diego desea marcharse porque se cansó de la vida sedentaria y Sid entra en crisis debido a que todos se pelean y nadie lo escucha. La defensa de una amistad reconvertida en clan vuelve a ser el mensaje principal del film, desde ya complementado por una exaltación de la aventura (representada en Buck, una loca comadreja cazadora).
Las diatribas morales están implícitas en la trama, nunca se hace alarde de ellas. Dejando de lado el tono apocalíptico de las anteriores, La era de hielo 3 (Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, 2009) es de hecho una película más sencilla, cuenta con el ritmo narrativo justo, explota la tecnología 3D principalmente en las secuencias de acción y desde su título original anuncia una incorporación temática, la presencia de muchos reptiles gigantescos. En lo que respecta a los sketches cómicos, regresa esa combinación exacta de latiguillos irónicos, humor físico eficaz y salidas orientadas en buena medida hacia tópicos adultos.
A pesar de estar muy por encima de los productos de la factoría Dreamworks, la franquicia helada no llega ni por lejos al nivel de las obras de Pixar y a esta altura experimenta un cansancio conceptual que resulta ineludible. El carioca Carlos Saldanha, único director estable de la serie, ha demostrado profesionalidad y mucha sapiencia en la utilización de los CGI, pero nuevamente juega a seguro y entrega más de lo mismo (el guión es demasiado previsible y depende por completo de la enfatización constante de los personajes). Se extraña la fuerza del choque inicial, aquella genialidad los humanos no pueden hablar.
Título: La era de hielo 3
Título original: Ice Age 3, Dawn of the Dinosaurs
Director: Carlos Saldanha, Mike Thurmeier
Intérpretes: Ray Romano, John Leguizamo, Denis Leary, Queen Latifah, Bill Hader, Josh Peck, Simon Pegg, Seann William Scott, Jane Lynch, Kristen Wiig
Calificación: Apta para todo público
Género: Animación, Aventuras, Comedia, Familia, Fantasía
Duración: 94 minutos
Origen: Estados Unidos
Año de realización: 2009
Distribuidora: Fox
Fecha de estreno: 01/07/2009
Puntaje 6 (seis)
