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domingo, 12 mayo 2024
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Cous Cous, la gran cena: En cuerpo y alma

Por Pablo E. Arahuete

Ganadora de cuatro premios César en los rubros mejor película, director, guion y revelación femenina (igual que cuatro años atrás con Juegos de amor esquivo) el realizador tunecino Abdellatif Kechiche se sumerge en su tercer opus Cous cous, la gran cena en la realidad de dos familias de origen árabe radicadas hace tiempo en la ciudad portuaria de Sete, pueblo de la infancia del director.

En primer lugar cabe aclarar que pese a la pésima traducción local del título original El grano y la mula (La graine et le mulet); pese a que durante las dos horas y media de duración aparezcan escenas con referencia culinarias, la trama bucea temáticas más profundas y encuentra en el subtexto de las reuniones familiares o comidas el puente ideal para determinar las diferencias culturales y sociales sin caer en estereotipos o en un folletín costumbrista que parece más un video turístico que una película (recuérdese por ejemplo Mi gran casamiento griego).

El registro elegido por el director es el más puro realismo, dejando que sus actores no profesionales se adueñen en cuerpo y alma de la historia, con una estructura narrativa coral compuesta por el protagonista, Slimane (Habib Boufares), un hombre de 60 años que entregó prácticamente la mitad de su vida al calafateado de barcos hasta que en el astillero lo licencian por no rendir lo suficiente; sus hijos ya adultos, con sus respectivas parejas, su ex mujer y su pareja actual Latifa, dueña de la pensión donde vive hace un tiempo, y la joven Rym (Hafsia Herzi, de belleza exuberante) hija de la dueña que lo considera como a un padre.

Más allá de la relación entre padres e hijos, que transita por carriles normales de respeto y admiración (téngase en cuenta que es una cultura patriarcal), es decir, sin reproches ni pases de factura, Slimane recuperó protagonismo al convivir con Rym, una adolescente que guarda recelos hacia las hijas legítimas como así también hacia la esposa, pero que siente cierto atractivo por uno de sus hijos de edad similar. El otro hijo, Maijid, es un mujeriego empedernido y la oveja negra de la familia, que pese a sus irresponsabilidades como esposo y padre recibe el apañamiento de hermanas y madre. En realidad, las mujeres en el film son las más enérgicas y luchadoras frente a los problemas cotidianos y eso de alguna manera para Slimane es humillante porque su rol de proveedor se ve cada vez más opacado por no tener un trabajo y depender únicamente de la indemnización. Sin embargo -y en sintonía con el animal al que hace referencia el título original- el protagonista mantiene cierta terquedad vital para afrontar su nueva realidad de desocupado y, gracias al apoyo de Rym, proyecta un futuro en la reconstrucción de una vieja barcaza para convertirla en un restaurante especializado en cous cous, el típico plato de origen marroquí.

Con estos dos grandes ejes temáticos, Kechiche retrata sin concesiones la realidad económica de una familia de clase media baja y describe con lujos de detalles los mecanismos perversos que atentan contra la movilidad social. Sin caer en una cuestión específicamente racial, puede decirse que los obstáculos por los que debe pasar un inmigrante árabe en la Francia de Sarkozy son mayores que los de cualquier ciudadano; pero además cuando actúan las redes de la burocracia cualquier intento de levantar cabeza se hunde en el más absoluto silencio e indiferencia.

No se trata de una película positivista pero si impregnada en cada secuencia de gran humanidad que trae el recuerdo de aquellas obras del neorrealismo italiano como Ladrón de bicicletas (1948).

Si bien la coda puede resultar exagerada en cuanto a su clímax dramático debe entenderse como una enorme alegoría sobre la lucha desigual del hombre frente a un sistema injusto, cruel y despiadado que profundiza las diferencias no por características culturales o históricas sino simplemente por factores económicos para que La gran cena sea devorada por muy pocos.

Título: Cous Cous, la gran cena.
Título original: La graine et le mulet.
Dirección: Abdel Kechiche.
Intérpretes: Habib Boufares, Hafsia Herzi, Farida Benkhetache, Abdelhamid Aktouche, Bouraouia Marzouk y Alice Houri.
Género: Drama.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 151 minutos.
Origen: Francia.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Zeta Films.
Fecha de estreno: 30/07/2009.

Puntaje: 8 (ocho)

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