Por Emiliano Fernández
Antes que nada conviene explicitar lo apenas sugerido: This Is It (2009) es -y no pretende ser más que- el típico documental incluido como extra y/ o relleno en un DVD musical. Por supuesto que el éxito de ventas a partir de la desaparición física de Michael Jackson el 25 de junio del 2009 hizo que la sociedad conformada por la compañía discográfica Sony y la familia del cantante promoviera una gran campaña de prensa alrededor de su mítica figura con el único fin de hacer leña del árbol caído y confirmar una vez más aquello de que “muerto el rey, viva el rey…”. La película cubre los ensayos previos a lo que hubiese sido el regreso a los escenarios en el O2 Arena de Londres a través de una serie de 50 fechas a lo largo de 9 meses. Doce años de retiro, un mega show fastuoso, fans con mucha ansiedad acumulada, una muerte imprevista y la aparición de un mercado internacional ávido de más “caminatas lunares” son elementos que hacían prever un combo de poco vuelo orientado a la obsecuencia y el golpe bajo. Pero aquí por suerte la sencillez del material base, con un Jackson relajado y atento a los detalles, se impone por sobre la redundancia emotiva.
De hecho, llama poderosamente la atención que un asalariado de la industria como Kenny Ortega, responsable por ejemplo de las vomitivas High School Musical, haya decidido reconstruir el espectáculo a partir de las maquetas, pruebas y “puestas a punto” que las múltiples cámaras registraron detrás de bambalinas. No hablamos de inteligencia en la edición o pericia en lo que respecta a la organización de este esbozo de algo que nunca será… apuntamos más bien a la simple determinación de dejar que las imágenes hablen por sí mismas sin demasiado maquillaje de por medio. En este punto se debe destacar el aporte del director de fotografía Kevin Mazur, un verdadero profesional que superó obstáculos y supo homogeneizar la agobiante diversidad del producto bruto (las tomas en un principio estaban destinadas a formar parte del archivo privado del músico). Así las cosas, el film reproduce con respeto el orden original de las canciones en función de un ritmo paciente y un tono bastante seco, haciendo eje en lo que “el público quiere oír”. Es decir, la propuesta recopila temas de todas las décadas aunque el revival de los ’80 ocupa un lugar central.
Al considerar la estructura del show y el desempeño general de Jackson surgen las clásicas dificultades de un hombre maduro acostumbrado a montar un inmenso circo a sus pies. Sin embargo a sus 50 años el artista todavía daba batalla escénica y mantenía esa extraña coherencia, mostrándose tan tenaz y aniñado como sincero y humilde. Ahora bien, si pensamos en su última gira mundial, la HIStory World Tour 1996- 97, y trazamos un paralelo con lo que hoy vemos en pantalla, el resultado es muy positivo: mientras que antes el norteamericano prácticamente no cantaba en vivo, los beats suplantaban a la banda, las coreografías eran poco imaginativas y no había espacio para la improvisación; en esta ocasión el señor tomó conciencia de aquellas falencias y las corrigió de un plumazo. No sólo iba a volver a cantar y anularía en buena medida sus movimientos estrambóticos, sino que además reaparecerían los músicos tocando en vivo, la energía permitiría la espontaneidad y la producción sería apabullante, plagada de colores y texturas… hasta las melodías del “período Quincy Jones” se lucen más que los arrebatos bailables posteriores.
Como era de esperar dentro de una carrera tan errática, el rango de calidad de las interpretaciones es de lo más amplio: desde lo discreto (Wanna Be Startin’ Somethin’), pasando por lo trivial (Jam) y lo bizarro (Human Nature), hasta lo interesante (They Don’t Care About Us y I Just Can’t Stop Loving You). Ortega repite en todos los segmentos un formato sobrio pero eficaz que confiere de una bienvenida naturalidad a las actuaciones, aún en su gigantismo: marcaciones iniciales, ejecución de la canción propiamente dicha y comentarios esporádicos vinculados al desenlace o los arreglos. Sin mayores referencias al olvidable Invincible (2001) y con un par de representantes de los psicóticos HIStory (1995) y Dangerous (1991), el repertorio reúne sobre todo hits de Bad (1987), Thriller (1982) y Off The Wall (1979)… en total un poco menos de una veintena incluidos fragmentos varios, el homenaje a los Jackson 5 (I Want You Back y I’ll Be There) y la “nueva” composición homónima. Para Thriller refilmó aquel ejercicio en terror sepulcral, el tanque de Earth Song mutó en pala mecánica y con motivo de Smooth Criminal regresó al policial negro.
A pesar de que Jackson cuidaba su voz para los futuros conciertos y su histrionismo ya no era el del pasado, su estampa de performer ambicioso todavía bastaba para generar furor entre fanáticos de todo el mundo (aunque en Estados Unidos había perdido popularidad y se lo ridiculizaba feo, en el resto del globo estaban ansiosos por retomar los pasajes más memorables de ese eterno trastabillar). Su obra no admite grandes análisis y en su economía temática apenas si puede ser dividida en baladas súper edulcoradas, invitaciones a riñas callejeras, diatribas de denuncia eco-social, convocatorias festivas e insinuaciones eróticas cercanas a la animalidad. Nunca fue un gran compositor pero la genialidad de algunos de sus aportes, hechos o no a través de diferentes sociedades creativas, le ganaron un lugar privilegiado en la historia del espectáculo. This Is It nos acerca la oportunidad de apreciar el trabajo distendido de un artista que solía tomarse demasiado en serio a sí mismo, rodeado de una coraza construida a pura alienación y paranoia. Queda en cada espectador juzgar si en estos ensayos se presiente o no aquello que escuchaba Annie antes de partir…
Título: This Is It.
Título original: Idem.
Dirección: Kenny Ortega.
Intérpretes: Michael Jackson, Kenny Ortega, Orianthi Panagaris, Darryl Phinnessee, Alex Al y Mekia Cox.
Género: Documental, Drama, Música.
Calificación: Apta todo público.
Duración: 110 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2009.
Distribuidora: Sony.
Fecha de estreno: 29/10/2009.
Puntaje: 8 (ocho)