Por Emiliano Fernández
Igor (2008) es uno de esos films a pequeña escala que sorprenden para bien gracias a ideas sencillas y un adorable acabado general. Desde su modestia no sólo emparda en encanto a Coraline y la puerta secreta (Coraline, 2009) de Henry Selick, antiguo colaborador de Tim Burton, sino que además adopta una vistosa brutalidad expresiva y redobla la “apuesta humorística promedio” de la animación para adolescentes- adultos combinando detalles slapstick, un ritmo enardecido, citas pertinentes y observaciones de una insólita negritud.
El protagonista forma parte de una raza de ayudantes torpes de científicos malévolos, especializados en jalar palancas al momento de presentar al mundo una nueva y perversa invención. Precisamente de estos menesteres vive “Malaria”, un pueblo que alguna vez se dedicó a la agricultura y hoy -nubes eternas de por medio- abraza la extorsión global y toda obra de gran poder destructivo. Nuestro Igor es inteligente y aprovecha la muerte accidental de su “amo” para concretar su secreta obsesión: ganar el premio de la feria anual de ciencia.
Quizás los puntos más fuertes de la película pasen por la estética entre luminosa y sombría, el tono delirante, los planteos cómicos y el desarrollo de personajes. En este sentido debemos destacar la eficacia de los gags vinculados a los “compinches” de la estrella, nada menos que un conejo inmortal con una irrefrenable tendencia suicida y un robot conectado a un cerebro hiperquinético. Pero la contrafigura real, más allá del villano de turno, es la misma creación de Igor… Eva, una “Frankenstein” gigantesca con sueños hollywoodenses.
La versión mexicana que se estrena en Argentina cumple dentro de los parámetros casi siempre desoladores del doblaje latinoamericano, no obstante nuevamente lamentamos no poder disfrutar en pantalla grande de las interesantes voces originales: John Cusack, Steve Buscemi, John Cleese, Jay Leno, etc. Una curiosidad total es la presencia de Santiago Segura en la traslación para España, un aporte muy bizarro por cierto. El desempeño del elenco y la simpatía irónica del guion apuntalan la propuesta sin subestimar al espectador.
Para aquellos que no lo sepan, Igor participó en el BAFICI 2009 en una sección de cine infantil. Este auspicioso debut en solitario del neoyorquino Anthony Leondis le saca todo el jugo a un diseño artesanal en CGI inspirado en el stop-motion de El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas, 1993) y El cadáver de la novia (Corpse Bride, 2005). Si bien falta profundidad conceptual y la trama cae en algunos clichés, el film es sumamente entretenido y demuestra que en ocasiones la imaginación no claudica ante la adversidad…
Título: Igor, el bueno de la película.
Título original: Idem.
Dirección: Anthony Leondis.
Intérpretes: John Cusack (Igor), John Cleese (Dr. Glickenstein), Steve Buscemi (Scamper) y Molly Shannon (Eva).
Género: Animación, Comedia, Familia, Fantasía.
Calificación: Apta todo público.
Duración: 87 minutos.
Origen: EE.UU./ Francia.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 03/12/2009.
Puntaje: 7 (siete)