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jueves, 21 noviembre 2024
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Halloween 2: Todos los caballos blancos

Por Emiliano Fernández

En un principio Rob Zombie había dicho que no estaba interesado en realizar una secuela de la ambiciosa Halloween, el comienzo (Halloween, 2007), su particular remake del film original de 1978 a cargo de John Carpenter. Pero el cansancio que le generó aquel proyecto pronto se disipó y el resultado final es Halloween II (2009), nueva reinterpretación de la vastísima “mitología Michael Myers”. Aquí el énfasis está puesto en el dinamismo de la caza y las motivaciones onírico- familiares- alucinatorias que dan sentido a lo ocurrido.

De hecho, Halloween II es a su antecesora lo que Violencia Diabólica (The Devil’s Rejects, 2005) fue a 1000 Cuerpos (House of 1000 Corpses, 2003): estamos hablando de una obra que traza distancia a fuerza de acotar la estética sobrecargada, reducir las citas cinéfilas e intensificar la crudeza formal. Más que el fetichismo dark, la carnicería psicologista domina el registro. Aún así Zombie mantiene la coherencia del desparpajo continuo combinando dosis exactas de hemoglobina, humor negro, traumas de todo orden y amor por el slasher.

Mientras que Laurie Strode (Scout Taylor-Compton) trata de recomponer su estado mental luego de un año de terapia inconducente, el bueno de Michael (Tyler Mane) llegando la noche de brujas padece el acecho de extrañas pesadillas en las que su madre, un caballo blanco y él mismo de niño lo incitan a reencontrarse con su hermanita perdida… El cineasta utiliza esta excusa para entregarnos una nutrida serie de mini- secuencias surrealistas de una esplendorosa imaginería visual (en especial se destaca la cena con la “gente calabaza”).

En esta ocasión el inefable Dr. Samuel Loomis (Malcolm McDowell) ha escrito un libro explotando los sucesos del pasado y la propia Laurie ha mutado de cándida adolescente a sobreviviente extrema. El relato no titubea en su brutalidad primordial, casi ingenua por momentos, y se juega de lleno por el enfoque más dramático de la violencia, el vinculado a las horrendas consecuencias que subsisten a través del tiempo. Con una macabra eficacia, la película trabaja la estupidez mediática y la angustia producida por los asuntos irresueltos…

Título: Halloween 2.
Título original: Halloween II (H2).
Dirección: Rob Zombie.
Intérpretes: Scout Taylor-Compton, Tyler Mane, Malcolm McDowell, Brad Dourif, Danielle Harris, Sheri Moon Zombie, Chase Wright Vanek, Brea Grant, Angela Trimbur, Dayton Callie, Caroline Williams, Richard Brake y Octavia Spencer.
Género: Secuela, Terror, Slasher.
Calificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 105 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2009.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 07/01/2010.

Puntaje: 6 (seis)

El staff opinó:

Como director Rob Zombie demostró poseer una capacidad fuera de lo común para fusionar su amor por el cine slasher con la estética fílmica de los setentas. Funcionó a la perfección en Halloween, el comienzo porque había una historia por contar y un background tan importante como la mítica Noche de brujas de John Carpenter que le sirvió de inspiración. En esta nueva Halloween II, Zombie decididamente perdió la brújula. Psicología barata, visiones oníricas propias de una telenovela hiper berreta y los personajes sobrevivientes de la precuela, que ahora son insoportables, configuran una obra muy floja en su primera mitad que sólo despierta interés de a ratos y apenas provoca alguna tibia reacción cuando llega el intenso final. La menos odiable del elenco es Danielle Harris (Annie, la hermana de la protagonista): esta joven veterana viene transpirando la camiseta desde la saga original dado que era la sobrina de Michael Myers en Noche de brujas 4 y 5. Lamentablemente, la primera decepción del año…Diego Martínez Pisacco (4 puntos)

Como si no bastara con haber reinventado la mitología de Michael Myers en la remake de Halloween hace un par de años, Rob Zombie ahora reelabora su propio trabajo y ofrece una secuela que puede que tome por sorpresa a más de un despistado. En el mundo rancio y amargo en el que Zombie teje las historias -totalmente subvertidas- de Laurie Strode, Sam Loomis y Michael Myers, hasta el mismo asesino de la máscara tiene su espacio dramático y podría ser considerada la mayor víctima de la historia. Mientras John Carpenter veía en Michael la representación del Mal absoluto, Zombie hace una pausa y muestra, en cambio, a un ser humano producto de un mal específico, afín a cualquiera, que rodeó a Myers desde su infancia y deja entrever una historia donde hasta el momento todo lo que se tenía en el prontuario de la saga eran anécdotas. Y esta carnadura emocional que subyace a lo largo de Halloween II, convierte al trabajo de Zombie en mucho más que un vehículo para el deleite morbo de los amantes del slasher. Y aunque el filme no repare mucho a la hora de prorratear brutalidad, gore y caos en la pantalla, hay mucho más de fondo, incluso ideas e instancias de extraña belleza surrealista que son todo un hallazgo en esta propuesta en particular. Halloween II se palpa áspera, se respira hedionda y se sufre con dolor como ninguna película de terror de la actualidad; y a la vez, se siente emotiva: el momento que Laurie toca la cara -careta- de Michael y le dice -Te quiero, hermano…- es de una anómala tristeza.Juan Blanco (8 puntos)

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