Por Maximiliano Curcio
Con pasión -y poco espíritu objetivo- Emir Kusturica exalta a una verdadera leyenda contemporánea, grande y múltiple a la vez; ídolo del fútbol, de existencia trágica, de mil y una resurrecciones. Presentada en Cannes 2008, nos encontramos ante su visión personal de la vida y obra de Diego Armando Maradona. El mismo que tuvo el mundo en sus manos y llevó su figura hasta límites impensados; el que endiosó su imagen e hizo reír a un pueblo dolido; el que se burló de la Italia rica y luego, autodestructivo, destrozó sus propios sueños, fue artífice de su propio calvario, fue la Biblia y el calefón. Un personaje reverenciado hasta el extremo, cuestionado hasta el cansancio, amado y odiado pero jamás ignorado, cuya figura hoy vuelve a los primeros planos gracias a su nueva aventura mundialista.
Con Diego Maradona, el realizador bosnio ha trazado una amistad a lo largo de los años donde la calidez en el trato y la mutua admiración han trascendido las barreras de la exposición pública. Incluso, entre risas y tragos de por medio, se pueden ver durante el documental a dos distendidos Kusturica y Maradona conversando. Tiene su atractivo extra el hecho de ver a dos astros (uno cinematográfico y musical, otro futbolístico o lo que se proponga), acercándose así al público, humanizando el mito.
Mediante imágenes de archivo y reportajes o entrevistas al propio Maradona, el film muestra a un hombre que vivió el límite y coqueteó con lo divino; tocó el cielo con las manos y descendió a los infiernos, entre excesos y excentricidades. Kusturica se adentra -a veces como personaje, otras veces como narrador- en el universo maradoniano e intenta desnudar al ídolo desde su humanidad. Nadie puede desconocer que ocupe una habitación preferencial en el Olimpo de los intocables del fútbol y su figura emerja como una de las personalidades más destacadas del siglo XX. Es innegable el impacto a nivel mundial que lleva consigo Maradona, su legado cultural, la redonda a sus pies y el revuelo constante que su enorme figura causó a su paso por territorio que pisase.
Poco innova el film al mostrarnos los momentos futbolísticos más célebres del Diez. Con reiteración y sin aportar nada nuevo a lo mundialmente conocido, la relectura de la vida del astro futbolístico si bien desliza su costado atrayente no es perfecta. Kusturica prefiere por momentos poner su figura por delante en lugar de dejar su ego de lado y obviar episodios realmente notables en la vida de Maradona que son pasados por alto. Entre Manu Chao y Rodrigo, la banda sonora del film olvida varios homenajes del rock nacional hacia Diego: desde la ocurrente “Maradona” de Calamaro, pasando por la tribunera “Maradó” de Los Piojos o la íntima “Maradona Blues”, inédito tema de Charly García.
Kusturica, sin embargo, acierta en dibujar a un Maradona desafiante y revolucionario, como un Quijote de estos tiempos que lucha contra viento y marea para dejar oír su voz bien fuerte; que desafía los cánones, los gobiernos y las proezas imposibles. Padre de familia y competidor nato, la humildad de sus comienzos y la prepotencia de su verborrágico estrellato, las drogas y las relaciones con el poder, el Che Guevara y Menem, las mil caras de Maradona son expuestas por este documental bajo el ojo fanatizado de Kusturica. Así, las incontables facetas del Diez se superponen en un retrato conmovedor e igualmente condescendiente.
Diego y la pelota; Diego y el público; Diego y su vida; Diego y la Argentina; Diego, el que no se mancha. No existe un icono popular tan representativo para un país entero. Desde allí nace una grandeza que ni siquiera Kusturica será capaz de descubrir en su real dimensión. Lejos de la perfección del mosaico aleccionador contra los ingleses en el ’86, Kusturica se enreda en su propia gambeta, y el potencial del film -está claro- podría haber sido desplegado en mayor medida. Fue gol apenas, pero no lo hizo Diego, sino un mero mortal.
Título: Maradona por Kusturica.
Título original: Maradona by Kusturica.
Dirección: Emir Kusturica.
Intérpretes: Diego Armando Maradona y Emir Kusturica.
Género: Biográfica, Cine de autor, Deportes, Documental, Drama.
Calificación: Apta para todo público.
Duración: 90 minutos.
Origen: España/ Francia.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: AVH.
Fecha de estreno: 01/07/2010.
Puntaje: 6 (seis)
