Por Pablo E. Arahuete
¿Cuál sería el desafío de una cantante pop que incursiona en el cine? Un papel que suponga ciertas cualidades dramáticas donde pueda apreciarse si verdaderamente sabe actuar. Piénsese por ejemplo en Madonna demostrando que canta mucho mejor de lo que actúa y para no irnos tan lejos baste como botón de muestra las penosas apariciones de Britney Spears en el cine (recordar Crossroads – Amigas para siempre), confirmando que no hay excepción a la regla.
Ahora bien, Burlesque o Noches de encanto -como se la estrena en nuestro país- es un show de la cantante Christina Aguilera dentro de una película mala que es un musical con poco brillo y mucho artificio. La voz estruendosa -no así la actuación- de la blonda y sexy Aguilera atraviesa la pantalla cada vez que vocaliza pero el resultado cinematográfico de esa experiencia no está a la altura de la energía que transmite su voz y sus gritos.
Tampoco su coprotagonista Cher como la dueña del teatro, que otrora deslumbraba a sus comensales cada vez que pisaba las tablas, convence en sus escuetas performances. Si bien no ha perdido la voz, el repertorio elegido no la deja lucirse. Lo contrario ocurre en las escenas donde juega el dramatismo que permiten reconocer a una buena actriz detrás de todas las cirugías estéticas.
De la historia de la chica de campo que viene a triunfar con su talento escondido al feroz mundo de la ciudad y lo consigue cuando le dan esa oportunidad en el Burlesque, no hace falta agregar ni una coma. El guion es eso y nada más, con el agregado de la consabida historia de amor con el muchacho equivocado (Cam Gigandet) y una amenaza de cierre del local en la mira de un inescrupuloso emprendimiento inmobiliario (¿Christina Aguilera asesora financiera?, ¿no será mucho?).
Steve Antin, director debutante, sostiene el ritmo del relato sin problemas aunque no aprovecha las ventajas de la pantalla grande para un despliegue visual de musical; no imprime movimiento a las escenas concentrándose demasiado en los cuadros de la coreografía que tiene como foco de atención -claro está- a Ali (Christina Aguilera) y al resto de las chicas en un segundo plano, la mayoría mucho más hermosas por cierto.
El patético rol que cumple Alan Cumming y una desaprovechada Kristen Bell como antagonista y rival que no funciona lo suficiente para opacar a Christina Aguilera (que hace lo mismo que en cualquiera de sus shows ni más ni menos) son apenas algunas falencias de este fallido intento por mostrar un tiempo donde la sensualidad reinaba en el escenario; la sexualidad se sugería con el rostro y el cuerpo y las luces escondían el maquillaje.
Título: Noches de Encanto.
Titulo Original: Burlesque.
Director: Steve Antin.
Intérpretes: Cher, Christina Aguilera, Eric Dane, Cam Gigandet, Julianne Hough, Peter Gallagher, Alan Cumming, Kristen Bell y Stanley Tucci.
Género: Drama, Musical, Romance.
Duración: 119 minutos.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Origen: EE.UU.
Año Realización: 2010.
Distribuidora: UIP – Sony.
Fecha Estreno: 13/01/2011.
Puntaje: 4 (cuatro)
El staff opinó:
–Apenas por encima de los patéticos productos de la Disney, Noches de Encanto (Burlesque, 2010) sólo sirve para poner de manifiesto dos circunstancias irrefutables: el pop en sus últimos 20 años ha caído hasta un nivel francamente lastimoso y Cher asesina desde el comienzo a Christina “alaridos insoportables” Aguilera (decir que la opaca es reducir el asunto, la supera en todos y cada uno de los rubros). Plagada de estereotipos, extensa a más no poder y con una triste dirección del inoperante Steve Antin, la película pretende enarbolar un espíritu de “bohemia retro” pero termina demostrando que el musical es un género que requiere de mucho más talento.- Emiliano Fernández (3 puntos)
–¡Qué largo ha sido tu camino y cuán incierto tu destino, Steve Antin! De aquella imagen de galancito en los comienzos de la década del 80 (¿recuerdan al chico que embarazaba a Diane Franklin en El último americano vírgen?) al curtido y ya maduro director de este paupérrimo musical intitulado Noches de encanto, parece haber transcurrido no sólo una vida sino también varias reencarnaciones. La película podría haber sido original y fresca… de haberse rodado en 1932. La historia está construida en base a clichés de lo más vulgares para lucimiento de su estrella Christina Aguilera que se prodiga en escena a puro alarido. La rubia -casi irreconocible después de tantas operaciones estéticas aunque en este rubro la campeona indiscutible es Cher- grita mucho, canta poco y no deja de aparecer un segundo en pantalla. A Cher le dedicaron un solo número musical al comienzo y luego interpreta magistralmente “You Haven’t Seen The Last Of Me”, la mejor canción de la banda de sonido (letra obvia, buena música). Las coreografías y las canciones dejan bastante que desear y Antin demuestra que pese a su veteranía todavía le queda mucho por aprender. Los talentosos Kristen Bell y Alan Cumming fueron relegados en el montaje quedando reducidos a figuritas decorativas que entran y salen de escena de acuerdo a los caprichos de un guion que es lisa y llanamente una vergüenza.- Diego Martínez Pisacco (3 puntos)