Por Julio Nakamurakare
Al igual que la magistral Arca Rusa de Aleksandr Sokurov, El Molino y la Cruz, del director polaco Lech. J. Majewski, es una magnífica inmersión en el mundo de la pintura, la historia y el cine. Inspirada en el proceso de construcción de “La procesión al Calvario”, del pintor flamenco Pieter Bruegel, El Molino y la Cruz es un retrato de arrolladora belleza sobre la crucifixión de Cristo, combinada con la brutal ocupación de la tierra natal del artista por parte de invasores españoles.
Del mismo modo en que El Arca Rusa es una perturbadora revelación sobre la sublime belleza de La Creación, El Molino y la Cruz, meticulosamente contundente, es una aguda y lacerante visión de la sangrienta persecución sufrida por los campesinos flamencos a manos de tropas españolas.
Desde los títulos de apertura -al estilo 60s, sobre un fondo en tono sepia- El Molino y la Cruz nos proporciona una pista sobre lo que experimentaremos. Se trata, en pocas palabras y en sentido puramente cinematográfico, de un sentido de expectativa transportado de la época dorada del cine arte hacia los cambiantes paradigmas de los albores del siglo 21.
Majewski y su Molino y la Cruz registran magistralmente el devenir de la percepción del arte como reflejo de la realidad, de la construcción intelectual y artística de un proceso que reproduce, sobre la tela, la crueldad humana y el resultado de los omnipotentes actos de represión por parte de quienes detentan el poder, a nivel político, militar y religioso.
La pintura de Majewski, tal como la de Bruegel, pone en primer plano el boceto para luego aplicar las pinceladas que darán forma final a su interpretación de otro hecho interpretativo. A riesgo de sonar trillado y simplista, resulta casi imposible no equiparar el preciosismo pictórico de Bruegel con el brillante examen de Majewski, quien decodifica El Molino y la Cruz para el regocijo de los sentidos de los espectadores de cine, y nuevamente encripta el original.
Es un ejercicio que presenta no pocos riesgos, pero la experimentada mirada de Majewski sale más que airosa de este desafío estético, casi hermenéutico. Tal como Majewski mismo explicara sucintamente, su versión de El camino de la Cruz reemplaza la persecución del pueblo judío a manos de los romanos con un cuasi equivalente: el hostigamiento de los protestantes flamencos por parte de los inquisidores españoles. éste es el tableau que hábilmente presenta Majewski en una pieza cinematográfica que exhala pura perfección y éxtasis estético y religioso, con una amplia gama de colores y situaciones que van desde idílicas imágenes pastorales hasta la más cruel conducta de la que somos capaces los humanos.
En este sentido, El Molino y la Cruz nos recuerda -de modo tajante y sin titubear- que los hechos aparentemente más irrelevantes son parte integral de un tableau mayor y mucho más abarcador.
La intervención divina, según nos propone Majewski en El Molino y la Cruz, alcanza a todos los miembros de la humanidad con ecuanimidad, sin distinción de rangos y atributos terrenales. A nivel exegético, el filme sella la reputación de Majewski, sin exagerar, como uno de los realizadores más grandes de todos los tiempos.
El Molino y la Cruz es una demostración incontrastable de esta especie de manifiesto Majewskiano, un fresco de proporciones grandiosas, casi tan grandiosas como la pintura de Bruegel. Como testimonio final, baste mencionar que Majewski, según propia confesión, se inspiró en el poema de W.H. Auden “Musée des Beaux Arts” (1938) para armar su propia pintura. Bruegel-Auden-Majewski: un triunvirato que examina, con una mirada llena de compasión, el tema existencial de la intención divina que se opone a la inevitable sumisión humana a los designios de los dioses.
Título: El molino y la cruz.
Título original: Mlyn i krzyz.
Dirección: Lech Majewski.
Intérpretes: Rutger Hauer, Michael York, Charlotte Rampling, Joanna Litwin y Dorota Lis.
Género: Drama, Histórica.
Calificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 92 minutos.
Origen: Polonia/ Suecia.
Año de realización: 2011.
Distribuidora: Zeta Films.
Fecha de estreno: 16/08/2012.
Puntaje: 10 (diez)