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jueves, 21 noviembre 2024
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Brisas heladas: Hermanos de armas tomar

Por Pablo Arahuete

Con un claro homenaje desde la cinefilia y la referencia no caprichosa al film noir, el director Gustavo Postiglione se adapta a sí mismo en su versión cinematográfica de la obra teatral homónima, Brisas heladas.

Pensar al cine como un lenguaje, pero también como otro tipo de teatro desde la construcción de la puesta en escena y la distancia en el punto de vista, es todo un desafío para el realizador de El asadito (1999). El director ejecuta con absoluta precisión los planos secuencia que atraviesan la trama de este híbrido entre policial duro y retrato feroz e intimista de dos hermanos, Bruno y Mabel, en un reencuentro con mucha más negatividad que aspectos positivos, que va enrareciéndose a medida que avanza la historia.

La enunciación es un elemento que Postiglione explota en ese meta cine, que se introduce casi por la ventana -y sin pedir permiso- a una trama donde quedan establecidas las coordenadas de toda película de engaños, cuya víctima es un mafioso de poca monta y la autora intelectual, su esposa (Elli Medeiros) junto a su chofer (Bruno).

Sin embargo, la construcción de personajes como el mafioso, compuesto por Norman Briski, con su plus de gran actor, en contraposición al policía de Gastón Pauls, representan para la historia, más que personajes de carne y hueso, ideas o estereotipos que el propio Gustavo Postiglione disemina entre el tendal de muertos y violencia desatada en un espacio que primero abarca el interior y lo opresivo de un departamento, donde Bruno recibe la inesperada visita de su hermana Mabel, para trasladarse luego al exterior y cobrar otra forma de representación.

Es notable la labor de la actriz María Celia Ferrero –también actuaba en la obra de teatro- con un personaje de humores cambiantes, templanza y frialdad, que por momentos asusta. Ella carga el peso de la historia, también el contrapeso de crear atmósferas y pistas falsas para desviar la atención del espectador. Para el papel del hermano, Juan Nemirovsky, quien además participó en la obra de teatro, encuentra los momentos justos para estallar, así como aquellos silencios para sosegarse, mientras el tiempo apremia y la carrera contra reloj marca el pulso de un relato que se toma todo su todo tiempo para dejar en claro cuál es el propósito de cada uno de los personajes, cuáles son sus debilidades.

En Brisas heladas (2015) no hay fisuras narrativas, hay riqueza en el detalle, incluso desde la música incidental de la que también participó Gustavo Postiglione y no es antojadizo el hecho puntual que el hermano conserve vinilos de bandas de sonido clásicas del policial, quizás una de las pocas cosas que pueda compartir con su hermana, además de la desmedida ambición y la marca del destino.

Título: Brisas heladas.
Título original: Idem.
Dirección: Gustavo Postiglione.
Intérpretes: Gastón Pauls, Eli Medeiros, Norman Briski, María Celia Ferrero, Carlos Resta, Juan Nemirovsky y María Eugenia Solana.
Género: Policial, Thriller.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 90 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2015.
Distribuidora: Aura Films.
Fecha de estreno: 12/11/2015.

Puntaje: 8 (ocho)

Pablo Arahuete
Pablo Arahuetehttps://cinefreaks.net/2023
Licenciado en Periodismo y Comunicación, crítico de cine, escritor en potencia y soñador en acto. Amante del buen cine, la incertidumbre y las preguntas difíciles.
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