Testigo íntimo es el segundo opus del realizador Santiago Fernández Calvete (a la derecha de Felipe Colombo) –La segunda muerte (2012)-, donde nuevamente la apuesta al cine de género cobra un sentido distinto en lo que a representación se refiere para abrazar el thriller y la paranoia por las redes sociales. En esta entrevista exclusiva charlamos con el director sobre ese fenómeno y la ruptura de la frontera entre lo público y lo privado.
Pablo E. Arahuete: Imagino que un film como Testigo íntimo te genera un doble desafío, el guión y el casting ¿Cuáles son los condicionantes del género?
Santiago Fernández Calvete: El género es muy difícil de realizar, porque son situaciones que no son cotidianas para la mayoría de nosotros. Y le presenta al espectador circunstancias y acciones que tienen que ser verosímiles, aun cuando el espectador jamás las ha vivido. Para eso hay que encontrar una coherencia interna de tono y sólo se puede lograr con un muy buen trabajo previo entre director y el elenco. Un trabajo que parte desde la lectura del guión, hasta los detalles más exquisitos.
P.E.A: El axioma reza: películas de género las sostienen el protagonista y un antagonista fuerte ¿Fuiste consciente de que Felipe Colombo era la clave para que funcionara la idea de Testigo íntimo?
Santiago Fernández Calvete: Absolutamente consciente. Desde el pimer encuentro que tuve con él, supe que era lo suficientemente talentoso y estaba lo suficientemente preparado y comprometido como para para llevar adelante esta película.
P.E.A: Al escribir la trama dentro de lo que podría señalarse como thriller ¿Tenés presente el público que va a ver tu película, con cierto entrenamiento en este tipo de propuestas por lo general extranjeras?
Santiago Fernández Calvete: El público de género es especial. Es fervoroso, fiel y tiene una genética muy particular que muchos no comprenden. Siempre digo que por algo existen tantos festivales de género en el mundo y no los hay tanto de comedia o drama, u otros tipos de filmes. Yo soy cineasta, pero soy espectador también. Hago películas que me gustaría ver, tengo muy presente al público. Es más, en mis películas ni desborda la sangre ni hay violencia y eso a lo mejor es una traición al espectador medio de género, pero también abre la puerta a otro público.
P.E.A: ¿Cómo llega al proyecto y qué te llevó a decidirte por Leonardo Saggese que interpreta a Rafa?
Santiago Fernández Calvete: Yo sabía que en esta película tenía que funcionar esa gran secuencia que es la noche del asesinato. Para eso, además de a Felipe, necesitaba al actor que hiciera de su oponente, el hermano traicionado. Mi asistente de dirección me sugirió a Leo y puedo asegurar que fue un casting muy rápido. Instantáneo te diría. Ojalá vayan a verla y descubran por qué hablo tan bien de este tándem maravilloso. Pero creo también que sería injusto no mencionar el trabajo de todos los secundarios del filme, porque si bien los que más se lucen son ellos dos, Graciela Alfano, Guadalupe Docampo, Evangelina Cueto, Gustavo Pardi, María Aura. Todos están muy bien. Una de las escenas que más disfruto es la de los hermanos y la vecina (Lucrecia Gelardi) que llega cuando ellos están deshaciéndose del cuerpo.
P.E.A: ¿Considerás que internet quebró la frontera entre lo público y lo privado y expandió las chances de crearse no sólo perfiles virtuales si no vidas directamente?
Santiago Fernández Calvete: Absolutamente. En Facebook todo el mundo es ingenioso, divertido, inteligente, está de vacaciones y su imagen es la más bella posible. Facebook hace que las personas se conviertan en publicitarios de sí mismos. La vida para mí no es eso. También hay tragedia en la vida, malos momentos, nos podemos equivocar.
P.E.A: ¿El disparador del crimen nace de la paranoia que hoy por hoy algunos padecen por el fenómeno de las redes sociales?
Santiago Fernández Calvete: En realidad, la tecnología potencia todo aquello que pasaba anteriormente. Por ejemplo, hoy te pueden ver diez cámaras de seguridad y esas cámaras son testigos de lo que hiciste. Pero antes, te veía otra persona y también era testigo. Antes vos mirabas por la ventana lo que hacía el vecino, hoy mirás por las ventanas de cientos de personas que a lo mejor no conocés ni vas a conocer en tu vida. Las redes sociales generan además una adicción muy nociva. ¿Cuántas veces por día chequeábamos la puerta de casa para ver si había una carta y cuántas veces por día chequeamos hoy el correo electrónico?
P.E.A: Me parece que hay dos películas en Testigo íntimo, una es el triángulo amoroso que se resuelve muy rápido con el recurso de la sobreimpresión de mensajes de texto y llamadas a celulares, la otra es la venganza por celos, que conlleva un crimen ¿Lo pensaste así cuando buscaste la estructura bifurcada?
Santiago Fernández Calvete: El triángulo amoroso, en realidad, se resuelve rápido porque ella muere y ya quedan solo dos. (Risas) Nosotros vivimos en un mundo entrelazado, de muchas capas al mismo tiempo. Me gustan las películas que tienen cierta dificultad para comprenderlas. Me gusta que una película me obligue a estar atento y a pensar, y que si falta una explicación, me obligue a llenar el espacio. Estamos demasiado acostumbrados a leer titulares y dejamos de reflexionar.
P.E.A: Relatos bifurcados o subtramas entrelazadas ¿En cuál de estos elementos influye la idea Borgeana, aludido en más de una oportunidad, en base al policial?
Santiago Fernández Calvete: ¿En los dos? Se hace mención a un cuento de Borges (La intrusa) que había leído hacía muchísimo y no tuve presente a la hora de escribir la película. Cuando volví a leerlo, poco antes de ir a rodar, me di cuenta de que también arrancaba de manera extraña, con un narrador citando fuentes difusas que disparan la historia. Pasa algo similar con un falso material de archivo que hay entremezclado en el film. Y muchos, y entiendo las razones, se preguntan quién es, si es uno de los hermanos. Más allá de la idea que tuve y filmé sobre quién es ese personaje (aunque no quedó en el montaje), lo importante es lo que dice y para que ese mensaje sea escuchado, hoy por hoy, hay que decirlo frontalmente, sin sutilezas.
P.E. A: Hay un trabajo climático con la banda de sonido importante en momentos claves del film ¿cómo trabajaste la música incidental y el sonido desde el punto de vista narrativo?
Santiago Fernández Calvete: Volví a trabajar con Sergio Korin. Sergio además de sonidista, es músico; y hace un trabajo de directo, diseño y música muy complejo. Mi idea era perturbar, un poco enloquecer, usamos como referencia la música de Cliff Martínez, que trabaja con loops y sonidos electrónicos enrarecidos. Es una música muy presente, pero esa era la intención.
P.E.A: ¿Qué nos podés contar de tu experiencia en Blood Window y cuántas ventanas se abrieron en términos comerciales?
Santiago Fernández Calvete: Blood Window es una herramienta vital para los productores y realizadores de cine de género no sólo de Argentina, sino de toda Latinoamérica. Fue gracias a Blood Window que pude llevar la película al Marché du Film de Cannes, cuando abrimos las Blood Window Galas en 2015. Blood Window pone al cine de género argentino en una ventana de un gran potencial, porque realiza muestras, catálogos, otorga premios y se asocia a festivales y mercados de todo el mundo.