Por Pablo Arahuete
La convivencia en la intimidad y con el entorno es el eje que detona los diferentes conflictos de una pareja de jóvenes en pleno proyecto y trazan el rumbo de Amor, etc., opera prima de la dramaturga y directora actriz Gladys Lizarazu. En esta entrevista, indagamos con más profundidad sobre las relaciones de pareja y las del cine con el teatro, otra pareja que parece transitar por una convivencia en constante mutación.
Pablo Ernesto Arahuete: – ¿Cómo volcaste tu experiencia en la dramaturgia a la hora de pensar en tu película?
Gladys Lizarazu: – Cuando tenés una relación tan estrecha con la dramaturgia todo lo que hacés lo organizás desde ahí. En el caso de Amor, etc. eso es muy claro. La película tiene una impronta situacional muy característica de mi producción como autora teatral. Las escenas planteadas parten de situaciones concretas que dejan la escena preparada para su desarrollo dramático. De la misma manera ocurre con los personajes, hay una construcción muy teatral en el guión.
P.E.A: – Hay un paralelo entre la estructura edilicia que se resquebraja y la relación de Lisa y Dib ¿por dónde creés que se puede identificar el espectador respecto a este gradual deterioro?
Gladys Lizarazu: – Una estructura que se viene abajo es siempre señal de un orden que se quiebra, ese deterioro gradual que mencionás es parte de la narración de ese acontecimiento. Esa mancha de humedad que se expande y hace que el cielo raso se venga abajo es una clara metáfora de la relación entre Dib y Lisa. Una pareja que intenta sostener una situación idílica que tarde o temprano pasará a convertirse en otra cosa, pues todo lo que evoluciona se mueve de un estado a otro. Esa ingenua pretensión de estar “todo el tiempo enamorados” que abrigan los personajes queda desfasada con la idea del “apostar a más” que ellos mismos se plantean al mudarse a vivir juntos. En sus fantasías, esa decisión, no contempla la posibilidad real de un cambio, y cuando éste se produce ellos quedan desencajados, lejos de unirse para remontar el terremoto, se distancian. No logran entender que puede haber nuevas variables de enamoramiento dentro de la relación y que la decisión de estar juntos implica eso. La película plantea situaciones muy reconocibles para cualquier pareja que haya intentado una convivencia.
P.E.A: – Tengo entendido que fuiste conductora y locutora radial, ¿el personaje de Lisa guarda alguna relación con esa experiencia tuya, dado que coincide en una etapa de desarrollo personal?
Gladys Lizarazu: – Lisa tiene muchas cosas mías. A la hora de escribir me nutro de experiencias propias y ajenas, del mismo modo rescato escenarios que transité y pueden ser funcionales al universo que voy creando. El espacio de la radio me pareció atractivo para el personaje, sobre todo porque la enmarca en un espacio profesional y la diferencia de Dib. Ella tiene una vida fuera de la pareja, él no, eso lo vuelve más dependiente. Cuando la crisis estalla, ella sale al mundo y él se queda dentro, se encierra.
P.E.A: – ¿Qué aspectos de la convivencia te resultan atractivos como parte de los procesos amorosos?
Gladys Lizarazu: – Todos, menos aquellos en los que no pasa nada. Hace un rato me preguntabas como incidía mi experiencia dramatúrgica en la construcción de la película, tengo que agregar que a esta altura de mi vida, ese aspecto excede lo profesional y constituye una forma de analizar la realidad en general, sin ir más lejos creo que podemos trazar una analogía entre la estructura clásica de un guión y la vida misma. Si analizas una situación cualquiera de la vida cotidiana vas a ver que en tanto algo pasa esa situación muta en algo nuevo. Podemos identificar tres momentos básicos: un orden primero, una desestabilización de ese orden y la conformación de uno nuevo. O sea equilibrio, desequilibrio y vuelta al equilibrio. Cada vez que surge un conflicto se resuelve de algún modo, más tarde o temprano, se arriba a un nuevo status quo. Ese esquema se reproduce a su vez infinitamente en estructuras menores y se repite a lo largo de un día, un mes, un año, etc y es aplicable a todo. Una relación de pareja es una relación viva en tanto la operación equilibrio-desequilibrio es constante porque implica movimiento. Lo que se mueve avanza hacia algún lado y significa vida. La estabilidad es algo que tarde o temprano añoramos, pero hay que ver qué se entiende por estabilidad cuando estamos en pareja.
P.E.A: – ¿Buscaste en el personaje de Dib el lugar de resonancia o reservorio de los conflictos de pareja a través de su cuerpo y de sus ataques de asma?
Gladys Lizarazu: – Para mí, la enfermedad es un estado de la mente. Dib es alérgico asmático, se sabe que muchas enfermedades están relacionadas con aspectos sicológicos. Conozco gente que padeció ataques de alergias durante años y creyó que había dejado de tenerlos, sin embargo en algún momento volvieron a experimentarlos. Al analizar que pudo haber pasado la respuesta siempre estaba conectada a un hecho particular que los afectó emocionalmente. La angustia despierta la memoria de la enfermedad acallada que aun no pudo erradicarse del todo. Dicho así suena muy melancólico, pero Dib es un personaje melancólico.
P.E.A: – Amor, etc.es un título genérico ¿Qué representaba para vos ese gran etcétera y cómo juega dramáticamente en la decisión de los protagonistas?
Gladys Lizarazu: – Originalmente la película se llamaba Dib & Lisa pero ese micro mundo periférico alrededor de ellos los afectaba directamente. Entender eso me llevó a darle lugar a ese gran ETC., asumir el desafío de abrir el juego a las subtramas y los personajes secundarios que afectan a la pareja. Tomemos el caso de los vecinos, por ejemplo, en la película esa trama se arma en espejo con la convivencia de los personajes protagónicos. Por un lado tenemos una pareja que inicia una convivencia, y a su vez debe iniciar una convivencia con el nuevo entorno (el edificio, los vecinos). Ese juego en espejo viene a reforzar el conflicto y a potenciarlo. El afuera irrumpe no sólo a través de los vecinos, también llega por teléfono y reaviva cosas no resueltas. La construcción del ETC, pone a prueba la solidez del vínculo y el compromiso de los personajes, viene a cuestionar la idea que tienen del AMOR. Es allí donde cobra sentido el título.
P.E.A: – Utilizaste el fuera de campo para dar entidad a un personaje que nunca aparece y que, de alguna manera, detona la crisis de identidad de Lisa ¿Por qué apelaste a este recurso?
Gladys Lizarazu: – Es una decisión que apoya el aspecto negador del personaje. Lisa prefiere enojarse con una desconocida antes que reconocer lo que le pasa. María Eugenia es una mujer abandónica, igual que ella, cuando Lisa se da cuenta de eso empieza a obsesionarse y en cierto modo, esa es una forma de evadirse, de no enfrentar lo que le pasa. Esquivar afirmaciones sobre la verdadera existencia de María Eugenia es mi manera de apoyar esa idea. No es relevante saber si esa mujer es o no la tal María Eugenia, lo importante es ver lo que detona en Lisa.
P.E.A: – ¿Cómo fue tu trabajo con María Canale y Alberto Rojas Apel, ya habías pensado en ellos mientras escribías los personajes?
Gladys Lizarazu: – Llegamos al rodaje con dos meses de ensayos previos, en ese tiempo María y Alberto construyeron un vínculo muy real, creo que eso es algo muy logrado en la película. Durante los ensayos abordamos las escenas de maneras muy diferentes y por supuesto improvisamos mucho, como parte de ese proceso surgieron un par de escenas que no estaban en el guión y terminé incluyendo. De la misma manera aproveché ciertas “gracias” propias de los actores en general, como el juego del cuchillo que hace Dib en una de sus escenas.
Terminé la primera versión del guión hace muchos años y seguí trabajándolo interrumpidamente, fue un proceso muy fragmentado entre viajes y cosas que iban surgiendo. Por ese entonces, pensar en concreto acerca de quiénes podían ser los actores me generaba una gran incertidumbre, sobre todo porque sentía que ningún actor que conocía podía dar con lo que yo quería, lo mismo me pasaba con el personaje de Lisa. Por eso cuando llegué a Alberto y a María supe que iba a hacer la película.
P.E.A: – ¿De qué va a tratar la segunda parte de esta trilogía?
Gladys Lizarazu: – La segunda parte de la trilogía indaga en la intimidad de una pareja de setentones: Gloria y Emilio, casados desde hace más de 45 años. El relato se organiza en torno a un hecho concreto: el retiro de Emilio, quien tras una vida de trabajo se jubila. En todos los años dedicados al trabajo Emilio pasó gran parte de su vida fuera del hogar. Dueña y señora de la casa, Gloria compartió con él apenas las horas previas al descanso. Ahora, puestos a compartir el mismo techo durante las 24hs del día surge una verdad irrebatible; no se soportan. Ese es el punto de partida de la película que propone una nueva mirada sobre el amor en la tercera edad y reflexiona sobre la duración del amor en el tiempo.
P.E.A: – ¿Podés anticiparnos algo de tu segunda película El bañado de la estrella?
Gladys Lizarazu: – “El Bañado de la Estrella”, es una fábula operística y ancestral que acontece en un paisaje exótico y desconocido de nuestro país; El Bañado La estrella, una de las tres reservas de agua más importantes de América del Sur. La película narra el encuentro entre una escritora alemana y una joven mestiza pilagá oriunda del Bañado, la relación entre ambas mujeres escenifica el choque entre dos culturas distintas pero también reflexiona sobre la irrupción de los factores externos en un sistema determinado, y cómo estos afectan a la tradición e impactan el normal funcionamiento de las cosas. La película aborda una problemática histórica de injusticia social perpetrada contra las comunidades indígenas de la región del Bañado y formula una analogía con la trama principal que tiene como protagonista a la escritora extranjera que llega con intenciones altruistas y revoluciona los códigos del lugar.