Por Pablo Arahuete
Daniel Otero retoma un caso policial -que lamentablemente no es singular- sino que es un botón de muestra de la matriz corrupta enquistada en las altas cúpulas del poder, donde la tristemente célebre aduana paralela de los 90 es el ingrediente extra del asesinato de un policía honesto que descubrió el negocio que involucraba a sus superiores y a las altas esferas policiales en connivencia con otros actores implicados en un gran negocio.
El material de archivo acompaña el testimonio de las víctimas en primera persona y la avidez de Daniel Otero por llegar a la médula del homicidio del subcomisario Jorge Gutiérrez, encontrado sin vida en el tren línea Roca, luego de recibir un disparo a quemarropa en medio de una investigación.
Los nexos entre las figuras políticas de la época de las privatizaciones (el hecho ocurrióen 1994), las relaciones directas e indirectas con empresarios y otros tipos de negocio necesitaban la vista gorda en el puerto de Buenos Aires.
De esa manera, la policía que custodiaba dichos depósitos formaba parte de la misma banda y esa cara de la moneda no era para nada novedosa. El crimen de Gutiérrez es otro de los papelones judiciales y el reclamo de esclarecimiento encuentra en este documental su espacio para no perder la memoria 
y para trazar los paralelismos con otras situaciones donde la impunidad sigue ganando la batalla.
Desde el punto de vista cinematográfico, el también autor del libro Maten a Gutiérrez, Daniel Otero, construye un riguroso material con valores periodísticos y ágil edición para sumar interrogantes que tienen una sola respuesta, la falta de justicia.
Título: G. Un crimen oficial
Director: Daniel Otero
Género: Documental
Clasificación: Apta para todo público
Duración: 80 minutos.
Origen: Argentina
Año Realización: 2014
Distribuidora: Independiente
Fecha Estreno: 07/04/2016
Puntaje: 6 (seis)
