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sábado, 23 noviembre 2024
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Mecánica Popular: Esclavos de las palabras

Por Pablo Arahuete

La última película de Alejandro Agresti puede leerse desde varios lugares, la casi teatral puesta en escena es simplemente funcional a una idea que trasciende la anécdota, donde la palabra y los discursos recargados de retórica o citas intelectuales, es la verdadera esencia del film.Mecánica Popular: Esclavos de las palabras 2Pareciera que el lenguaje es una prisión y que muchas veces el pensamiento no encuentra un verdadero cauce y se pierde en un montón de frases para no expresar un sentimiento ya sea de amor o de odio. En definitiva, Alejandro Agresti desmembra un soliloquio en diferentes voces pero unidas en realidad concuerdan en su mirada crítica sobre los intelectuales, el modernismo y la falta de acción en las ideas que pretenden cambiar el mundo.

No por nada el escenario de una editorial, refugio de palabras -si los hay-, es el marco de referencia para poner en la literatura el problema del consumismo y la degradación de las ideas en función a la ficción para anestesiar a los lectores. A esa dialéctica histórica es a la que el personaje de Alejandro Awada dedica todos sus argumentosMecánica Popular: Esclavos de las palabras 1 para justificar en su acto de locura la decisión de quitarse la vida, atravesado por el escepticismo tal vez o por la caída de utopías, Mario Zavadikner (Awada) en una madrugada donde está completamente decidido a desaparecer para siempre recibe la inoportuna visita de una joven escritora (Marina Glezer) que rápidamente evoca tanto en recuerdo como en nombre a su anterior mujer (Romina Ricci). Ella amenaza con quitarse la vida, paradójicamente, si es que Mario no publica su novela, ya descartada por la editorial de acuerdo a los informes preliminares de los cuales Mario ni siquiera se preocupó.

En ese preciso instante en que ambos personajes comienzan una intensa discusión que pasa por todos los tópicos existencialistas habidos y por haber, entra en escena un tercero interpretado por Patricio Contreras como el encargado del edificio que ha Mecánica Popular: Esclavos de las palabras 3cultivado su interés por la lectura en su rol de sereno de esa editorial y con el correr de los años ha adquirido un criterio para sacar juicios de valor sobre los textos sin la impostura snob que exhibe Zavadikner en un estado que pasa por diferentes picos emocionales y para los que Alejandro Awada reserva las mejores herramientas en su composición.

El mayor problema de Mecánica Popular no se encuentra en el qué, sino en el cómo, más allá de los aspectos formales o de la estructura narrativa clásica que puede encontrarse en este film del director de El acto en cuestión (1993) y la ironía con la que en definitiva desarrolla el soliloquio no guarda una correspondencia con el drama que viven sus personajes.

Mecánica Popular: Esclavos de las palabras 5Título: Mecánica Popular
Director: Alejandro Agresti
Calificación: Apta para mayores de 13
Género: Drama
Duración: 90 minutos
Origen: Argentina
Intérpretes: Alejandro Awada, Patricio Contreras, Marina Glezer, Romina Ricci, Diego Peretti
Año realización: 2015
Distribuidora: Buena vista
Fecha estreno: 28/04/2016

Puntaje 6 (seis)

Pablo Arahuete
Pablo Arahuetehttps://cinefreaks.net/2023
Licenciado en Periodismo y Comunicación, crítico de cine, escritor en potencia y soñador en acto. Amante del buen cine, la incertidumbre y las preguntas difíciles.
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