Por Pablo Arahuete
Agárrese como pueda. Qué dicen los cuerpos al volar (2015) es un documental sobre el catch en Argentina, con muchas particularidades que lo hacen atractivo a lo largo de las dos horas de recorrido por este singular fenómeno, que ha cambiado de generación a generación, pero que aún conserva la misma entrega por parte de quienes lo practican, la mística detrás de un oficio y un caudal de historias de vida que no puede resultar indiferente ni siquiera para aquellos que no comulguen con esta disciplina.
Cada golpe se escuchaba el doble, entre la madera y los gestos de dolor se respiraba el castigo del fuerte sobre el débil. No importaba quién llevaba la máscara del bueno o del malo, el castigo era equiparable. Luego, la recuperación milagrosa, la pirueta medida y todo terminaba en ovaciones. Esa postal de infancia la vivieron muchas generaciones, tanto desde la presencia en estadios como el Luna Park en los 60 o la cita obligada frente a los rayos catódicos de la televisión color, que marcó franjas horarias en la década del 80 hasta su extinción completa en 2001.
El catch argentino tenía su folklore, su mito, su propia relación entre el público y los gladiadores de carne y hueso. La marca registrada se llamaba Martín Karadagian, quien empezó como villano para transformarse con el correr de los años -y un prestigio indiscutido entre sus pares- en el ídolo de multitudes, capaz de amalgamar la destreza del teatro de los cuerpos, con algo de educación y mucho de espectáculo y pasión por un arte arcaico.
En Titanes en el Ring se comprendía mucho mejor la balanza entre el bien y el mal, se aprendía de las injusticias por los fallos arreglados con árbitros que se peleaban con el público, o dilataban esa cuenta a 3 que daba por finalizado cualquier combate sin que nadie recuperara la idea de coreografía o de espectáculo en un cuadrilátero.
La verosimilitud formaba parte de la magia, el sufrimiento era genuino por parte del público y también la recompensa cuando desde las profundidades de esos gestos retorcidos emergía el cortito, sello de Karadagian que dejaba a cada luchador sin fuerzas.
Pero eso no ocupa todo el documental de los realizadores Claudio Celada, Nicolás Bratosevich y Javier Romero, sino que es el punto de referencia por el que transita el relato, con un inteligente uso del material de archivo, testimonios de los viejos luchadores (algunos fallecidos entre el rodaje y la concreción de la película, como Rubén Peucelle), un interesante análisis sobre la expresividad y la teatralidad a cargo del dramaturgo Pompeyo Audivert que se complementa con el plano emocional siempre presente en cada testimonio y repaso nostálgico por luchas, películas y experiencias de vida.
El homenaje funciona, el rescate de la memoria también, pero lo que hace de esta obra una película más que interesante obedece a la honestidad y respeto por el arte, más allá de las contradicciones humanas o las reflexiones sobre la mirada que también están presentes.
Título: Agárrese como pueda. Qué dicen los cuerpos al volar
Dirección: Claudio Celada, Nicolás Bratosevich, Javier Romero
Intérpretes: Rubén Peucelle, Sarkis Tchirichian, Tobías Giordano, Elías Revoredo, Juan Manuel Figueroa, José Luis Borges, Vicente Viloni
Calificación: Apta para mayores de 13 años
Género: Documental
Duración: 121 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2015
Distribuidora: Independiente
Fecha de estreno: 07/07/2016
Puntaje 8 (ocho)