Por Pablo Arahuete
Resulta casi incontrastable que el director Matías Szulanski conocía los riesgos a la hora de mencionar como punto de partida de su obra a Chantal Akerman, la realizadora belga fallecida en 2015, aunque en la aclaración que el resultado no iba a estar a la altura de sus películas el sólo hecho de traerla a escena ancla la mirada de un espectador siempre que exista cierta familiaridad con alguna de sus títulos.
Pero en Reemplazo incompleto (2016) el riesgo es una cuestión no formal, sino meramente subjetiva y se relaciona con la empatía –o no- del público con la propuesta integral. La expresa clausura de la puesta en escena, sumada a la ruptura con la expresividad o representación cinematográfica, sirve como ancla en el relato que expone mediante el recurso de una voz en off monocorde una historia que pretende revestirse de comedia absurda y que se complementa con un plano fijo en el rostro de cada uno de los personajes involucrados.
Tal vez lo rupturista obedezca en este caso a encontrar desde la monotonía verbal un elemento para describir una sensación que en el rostro de quienes la experimentan no surge de forma explícita, sino a través de la cadencia y el tono de las palabras.
El problema, en principio, con esa voz monocorde omnipresente es que rápidamente se agota el tono y se pierde el interés por lo que se cuenta. Si a eso se le suma la falta de expresividad de los actores, algo que está buscado exprofeso, el desinterés aumenta considerablemente.
No obstante, con un esfuerzo extra pueden interpretarse las intenciones de esta propuesta que roza lo experimental, como si fuese un ensayo de teatro filmado, pero sin movimientos de cámara ni cortes en el plano. Simplemente lo que fluye en imágenes son los sonidos, tanto de fondo como el de la propia palabra.
Sin embargo, a esa sintonía o predisposición la atraviesa de manera permanente el fantasma de Chantal Akerman, y entonces es estéril no sucumbir a la tentación de su búsqueda; no buscar un reflejo desde los tópicos o los estilos en lo que a Reemplazo incompleto se refiere.
Todo en definitiva se trata de la incompletud, de las sustituciones tanto en el plano físico como simbólico. El protagonista vive con una esposa y un perro, su padre muere y entonces su madre se va a vivir a su casa para escapar de la soledad. A partir de allí, una serie de eventos, equívocos y personajes se suman a su rutina y desde ese espacio alterado el intento por recuperar el orden lleva a la necesidad de los reemplazos. Una forma de sustituir las pérdidas y acallar los ecos de la soledad.
Título: Reemplazo incompleto
Director: Matías Szulanski
Intérpretes: Marcelo Zygier, Jenni Merla, Sofía Gorski, Marisa Corral, Angel Cassidy, Nadia Brom, Horacio Games, Bernardo Szulanski, Carmen Bonifiglio, Berta Buchbinder, Santiago Scauso
Calificación: Apta para mayores de 13 años
Género: Comedia
Duración: 62 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2016
Distribuidora: Independiente
Fecha de estreno: 07/07/2016
Puntaje 5 (cinco)