Por Pablo Arahuete
No me mates (2016) es el opus más reciente de Gabriel Arbós, quien toma como punto de partida un hecho de resonancia mediática -en su momento- y que tuvo como protagonista a Corina Fernández, víctima directa del maltrato y las humillaciones de su esposo durante 17 años. 80 denuncias a la justicia y la indiferencia ante su realidad detonaron en un encuentro donde el saldo fue tres tiros a Corina.Hasta ahí el ejemplo elegido por Arbós para ilustrar la temática de la violencia de género no merece el más mínimo reproche, es loable, incluso hacer visible un tópico que muchas veces no encuentra un espacio lo suficientemente amplio en materia de discurso cinematográfico en general. No sucede lo mismo en el ámbito del registro documental.
En ese sentido, la primera pregunta obedece a la forma y no el contenido, pues No me mates intercala una extensa entrevista con Corina, quien cuenta a cámara con lujo de detalles el calvario sufrido durante esos 17 años, mientras que la ilustración de ese relato llega mediante dramatizaciones –¿docudrama?-.
Uno no puede dejar de encontrar en este modelo ciertas reminiscencias a lo que invade por las madrugadas la pantalla televisiva en esos programas al estilo Pare de sufrir. La calidad de las dramatizaciones es lo que hace que la película esté mucho más cerca de uno de esos programas, sin la presencia del predicador brasilero.
El testimonio de la protagonista alcanzaba de sobra para el objetivo sobre la violencia de género, incluso en esas secuencias cotidianas, donde es clara la progresión de la violencia y del maltrato como señal de alerta para cualquier espectador, quien seguramente encuentre identificaciones de primer nivel en ese derrotero.
Ana Celentano, en la piel de Corina y Alejo García Pintos en el rol del monstruoso golpeador realmente hacen lo que pueden. Ambos transmiten el miedo por parte de ella, la tensión de la pareja y en el caso particular de García Pintos esa construcción detallada de una persona siniestra más que enferma y realmente se hace odiar.
Así la cosas, si se buscan valores extra cinematográficos, la nueva película de Gabriel Arbós los tiene, aunque habría que preguntarse si eso alcanza.
Título: No me mates
Dirección: Gabriel Arbós
Intérpretes: Corina Fernández, Ana Celentano, Alejo García Pintos, Juan Pablo Burgos, China Martin
Calificación: Apta para mayores de 13 años
Género: Documental, Drama
Duración: 64 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2016
Distribuidora: Independiente
Fecha de estreno: 18/08/2016
Puntaje 4 (cuatro)
Las criticas, por norma, se hacen desde siempre después del estreno. Esta mala critica se me hizo antes. Cuando vi la cara y el apellido del que la hizo, lo disculpo. Lo deben haber cargado mucho en la secundaria con esa cara y ese apellido. Y esto no es violencia de género, porque sos un hombrecito.
Un abrazo
Todo bien Gabriel, si querés debatimos de estética. Mi mirada puede ser distinta a la tuya y está todo bien. Si te sentiste no respetado a mi me pasa algo parecido con los adjetivos y diminutivos, pero forma parte de las reglas de juego, vos tenés una cámara y yo sencillamente escribo. Abrazo
Cristina Nebbia 20 de agosto de 2016 at 19:03
El comentario del Sr. Arbós, habla de él mismo, y no demasiado bien. La agresión hacia el reconocido crítico Pablo Arahuete, no sólo suena infantil, sino muestra que este director, además de no aceptar una crítica que le parece adversa (a mí no me lo parece tanto), vuelca comentarios subjetivos e irrespetuosos, en lugar de referirse a la crítica que recibe la película. Muy pobre opinión me queda de este Sr. Arbós.
El comentario del Sr. Arbós, habla de él mismo, y no demasiado bien. La agresión hacia el reconocido crítico Pablo Arahuete, no sólo suena infantil, sino muestra que este director, además de no aceptar una crítica que le parece adversa (a mí no me lo parece tanto), vuelca comentarios subjetivos e irrespetuosos, en lugar de referirse a la crítica que recibe la película. Muy pobre opinión me queda de este Sr. Arbós.
Tenes razón, estuve mal. Si bien el fue algo peyorativo, yo fui estúpidamente agresivo. Espero que tanto vos como él, me sepan disculpar. Un abrazo.
Gabriel Arbós