Por Juan Samaja
Tom Brand es un exitoso hombre de negocios que se lleva el mundo por delante con una vida sentimental y familiar poco menos que desastrosa. Su ballena blanca es la construcción de la torre más grande de Norteamérica, que pretende construir para que su apellido sea recordado por siempre. Divorciado y con un hijo, y vuelto a casar, y con una hija pequeña, el señor Brand se columpia torpemente entre los deberes familiares y los compromisos –siempre prioritarios- de la empresa. Por eso, y como en una especie de karma, en medio de una tormenta quedará atrapado en el cuerpo del gato que ha obsequiado a su hija en el día de su cumpleaños. El señor Brand deberá reencauzar su vida y repensar sus valores para retornar a su cuerpo.
Las historias de tipo aleccionadoras, donde el personaje protagoniza una serie de peripecias y se le revela casi en una epifanía la realidad de su existencia, tienen demasiados antecedentes como para que la propuesta pase siquiera a considerarse fresca.
El antecedente más conocido de este tipo de historias es el clásico relato navideño de Charles Dickens en el cual el avaro Ebenezer Scrooge es visitado tres veces por los espíritus de los tiempos pasados, presentes y futuro, lo cual lo lleva a anoticiarse de lo vacío de una existencia sólo preocupada por el dinero.
La participación auspiciosa de una personalidad como Sonnenfeld
permitía esperar algunas recreaciones y giros que generaran alguna vuelta de tuerca menos previsible, pero tal cosa no ocurre con Mi papá es un gato (2016). Si bien la película es correcta, está lejos de la calidad de sus producciones anteriores (Los Locos Adams I y II, y la saga de Hombres de Negro).
Si no consideramos esta cuestión, quedan sin embargo algunas debilidades del film que podrían haber al menos mejorado la factura de lo que se ha presentado. El principal inconveniente es la nulidad de los caracteres psicológicos de los personajes oponentes, cuyo acartonamiento le privan de toda gracia y fuerza dramática. Sabido es que en los relatos populares -sobre todo los infantiles- el carácter del villano es fundamental para sostener dramáticamente el conjunto de las peripecias que debe enfrentar el personaje.
En el film, este rol se adjudica al vicepresidente, en primer lugar, y a los directivos de la empresa, en segundo lugar, quienes en las antípodas de un romanticismo victoriano (del tono del cuento de Dickens) sólo les interesa el rédito y la recuperación con intereses de lo que han invertido.
Pero lamentablemente el personaje villano principal (el vicepresidente) queda completamente desdibujado en su psicología, quedando limitado a una serie de intervenciones sin gracia. No se le puede adjudicar en sentido riguroso una personalidad, y estamos más tentados de creer que es apenas una materialización individual del directorio de la empresa.
En sintonía con esta inasibilidad psicológica del personaje oponente, nos encontramos con los personajes secundarios: la hija, el hijo y las dos mujeres del protagonista (la ex-esposa y la actual). El relato no les ha brindado un material para enriquecer sus personalidades, cuyo resultado es que sus presencias son apenas el paisaje de fondo del único tema al que la película le ha dedicado alguna atención: la peripecia que atraviesa el Sr. Brand.
La única excepción en este conjunto paisajístico es el personaje encarnado por Christopher Walken, el dueño de la exótica tienda de mascotas.
Finalmente, creo que el material de base -aun en la previsibilidad en la que se ha mantenido la propuesta- se prestaba para una profundización de la comicidad, cosa que tampoco ha ocurrido. El resultado es un film que no es del todo cómico o no es suficientemente cómico, ni excesivamente emotivo.
Título: Mi papá es un gato
Título original: Nine Lives
Director: Barry Sonnenfeld
Intérpretes: Jennifer Garner, Christopher Walken, Kevin Spacey, Robbie Amell, Talita Bateman, Cheril Hines, Mark Consuelos, Malina Weissman
Calificación: Apta para todo público
Género: Comedia, Infantil
Duración: 87 minutos
Origen: Francia, China
Año de realización: 2016
Distribuidora: Diamond Films
Fecha de estreno: 25/08/2016
Puntaje 4 (cuatro)