Por Pablo Arahuete
La opresión y el agobio no necesariamente son una causa directa de un espacio cerrado. Por el contrario, a veces la desolación se percibe con mucha más intensidad en grandes extensiones o geografías hostiles como la que encierra a estos personajes en la ópera prima de Emiliano Torres (ver entrevista), El invierno (2016).
Y así, la rápida referencia al western desde los elementos genéricos que van desarrollándose en una trama mínima, que marca el enfrentamiento generacional por un lado, y por otro el de la sencilla supervivencia en un ámbito de precariedad laboral, deja en claro la capacidad del director para amalgamar, con muy pocos elementos, una trama que crece en intensidad y ubica al paisaje hostil como un personaje a tener en cuenta.
Podría decirse que Evans (Alejandro Sieveking) y Jara (Cristian Salguero) son
peones de un tablero que los excede. Uno en calidad de capataz, pero que tiene las horas contadas y la marca de prescindible tatuada en la frente y el otro con un secreto que puede poner en riesgo sus planes laborales y de supervivencia.
Ninguno es dueño de la tierra que cuida, de la estancia que habita en esa Patagonia a la que apenas llegan trabajadores golondrina o los mismos dueños del campo en contadas ocaciones, pero viven por y para ella. La actividad ovina con la esquila de ovejas es la fuente laboral que defiende con uñas y dientes.
Pero, a diferencia de lo que reza la sabiduría popular cuando “para bailar el tango se necesitan dos”, en el caso de la estancia no hace falta más que uno. Jara ocupa el lugar de Evans, la juventud avanza sobre la experiencia y el achaque de una vejez incipiente, y entonces la lucha por la supervivencia y por la defensa territorial no se hace esperar.
Lejos de apuntes sociológicos bajo subrayados sin lógica, la ópera prima de Emiliano Torres consigue desde lo micro abarcar lo macro, porque no es necesaria ninguna lectura sobre el capitalismo, la precariedad laboral o las condiciones de desprotección de los trabajadores golondrinas. Sin embargo, El invierno (2016) trasciende esa coyuntura y se vuelca a otra dimensión mucho más profunda y que tiene que ver con lo existencial, al marcar las estrategias de supervivencia en esta suerte de western patagónico, protagonizado por hombres comunes sin ley.
La territorialidad como una extensión de la defensa o refugio ante cualquier amenaza de afuera es la principal herramienta para generar el conflicto entre Evans y Jara, pero en realidad la idea del doble o de ciclo que se repite lleva a nuevas lecturas sobre la misma moneda en sus dos caras. La inmensidad y desolación, por momentos hace que se pierda la individualidad, otro rasgo bien manejado desde el guion, parco en frases aunque sólido en la construcción minuciosa de los personajes.
A todo este convite, se debe sumar la excelente fotografía merecedora del reconocimiento en el festival de San Sebastián, hace pocos días, a cargo del talentoso Ramiro Civita.
Título: El invierno
Dirección: Emiliano Torres
Intérpretes: Alejandro Sieveking, Cristian Salguero, Adrián Fondari, Pablo Cedrón, Mara Bestelli
Calificación: Apta para mayores de 16 años
Género: Drama
Duración: 93 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2016
Distribuidora: Cine Tren
Fecha de estreno: 06/10/2016
Puntaje 8 (ocho)