Por Pablo Arahuete
Un monumento mas grande que el obelisco como ofrenda de amor es una de las tantas excentricidades que definen la vida del millonario escritor Raúl Barón Biza. También una serie de eventos que requieren la mirada exhaustiva de la investigación para desentrañar enigmas y misterios revestidos de tragedia, así se presenta ante nuestros ojos el documental Agosto Final (2016) y su director, Eduardo Sánchez en esta entrevista exclusiva nos explica con más detalles los entretelones de un proyecto ambicioso, personal y sumamente atractivo.Pablo E. Arahuete: – La estructura de este documental toma como marco de referencia algo similar a una investigación policial ¿Te sentiste desde tu rol en la búsqueda como una especie de detective o fueron otras motivaciones personales las que te llevaron a esta realización?
Eduardo Sánchez: – La estructura narrativa del policial era la más adecuada para meterse a investigar esta historia. Había demasiada información cruzada. Años de investigaciones y afirmaciones “certeras y confirmadas” de todo tipo.
Nunca me vi a mi mismo como un detective pero sí puedo confirmarte que quería investigar esta historia hasta donde fuera posible. Escuché a lo largo de la realización de la película las historias más increíbles sobre la vida de Myriam Stefford y Raúl Barón Biza y todas sonaban posibles y creíbles. Confirmarlas en vez de refutarlas fue la propuesta y creo que eso fue lo que definitivamente nos llevó a una estructura tipo policial.
Por supuesto que las motivaciones personales traccionaron y mucho pero eso se fue dando con el devenir de la investigación.
P.E.A.: – ¿Cuáles fueron los principales obstáculos, más allá de la falta de información, que se presentaron a lo largo de los diez años que llevó el proyecto?
Eduardo Sánchez: – El primer obstáculo a enfrentar fue el económico. Financiar una investigación de este tipo se presentó como un tema complejo a desarrollar. También esa es una de las razones por las que nos demoramos tanto tiempo. Finalmente, logramos la colaboración del INCAA y la Agencia Córdoba Cultura y pudimos concluir el proyecto.
Las informaciones cruzadas y enfrentadas y la búsqueda de documentación fue otro obstáculo que dificultó la investigación. Por ejemplo, buscar información de Luis Fuchs en Alemania fue casi imposible, ya que todos los archivos militares de la época habían sido destruidos durante las dos guerras.
P.E.A.: – ¿Cuáles son los límites, según tu propia experiencia, en la búsqueda de la identidad?
Eduardo Sánchez: – Creo que no hay límites. Es una necesidad que hasta que no se ve satisfecha funciona como un enorme agujero negro que lo engulle todo.P.E.A.: – Las marcas de la tragedia estuvieron vinculadas a la vida de Raúl Barón Biza, además del misterioso accidente que le costó la vida a su primera esposa ¿A qué considerás que se debió semejante destino?
Eduardo Sánchez: – No podría decírtelo con certeza. Supongo que una falta de límites claros debe tener cierta responsabilidad. El tener todo y poder todo y en el momento que uno así lo quiera debe ser muy bueno durante un tiempo. El tema se debe poner complicado cuando el entorno empieza a poner límites y estos se vuelven tangibles y concretos. Para el resto de la familia haber cargado con esa historia trágica tiene que haber sido muy difícil de sobrellevar.
P.E.A.: – Una vez terminada la investigación ¿cambió tu mirada sobre Barón Biza y su relación con Myriam Stefford?
Eduardo Sánchez: – En parte sí pero fue más durante el desarrollo del proyecto. Primero miraba todo con ciertos preconceptos que fueron cayendo a medida que avanzaba en la investigación. Al final algunas cosas se fueron volviendo más claras y la mirada fue modificándose un poco.