Por Giuliana Bleeker
El próximo 30 de marzo llega a los cines del país el nuevo film de Adrián Caetano, protagonizado por Leonardo Sbaraglia y Daniel Hendler. La película es un policial negro basada en la novela Bajo Este Sol Tremendo del argentino Carlos Busqued.
Antes de su estreno en las salas comerciales, el director uruguayo Israel Adrián Caetano, conocido por películas como Un oso rojo (2002) y Crónica de una fuga (2006), brindó una conferencia de prensa junto con los actores Daniel Hendler, Alejandra Flechner y Alián Devetac. La cinta, que es una coproducción entre Argentina, España y Francia, narra la historia de Cetarti (Hendler), un desempleado que viaja desde Buenos Aires a un pequeño pueblo del Chaco al enterarse de que su madre y hermano fueron asesinados. Allí conocerá a Duarte (Sbaraglia), un suboficial retirado y amigo del ex esposo y asesino de su madre, que lo convence para cobrar un seguro de vida.
El Otro Hermano viene de exhibirse en el Festival de Miami y según pudimos saber por boca de su director la recepción fue muy buena. “La película es bastante controversial, genera lo que tiene por objetivo generar. Ahora sigue la presentación en el Festival de Málaga y el Festival de Cine de Nueva York”, anticipó.
Adrián Caetano se refirió a las dificultades que tuvieron que atravesar al momento de plasmar ciertos lugares donde ocurrían las escenas en la novela, dada la minuciosidad de las descripciones. “El trabajo de arte fue muy puntilloso. Nosotros fuimos al pueblo original de Lapachito que era donde se desarrolla la novela y después lo tomamos como una gran referencia. Buscamos las locaciones respecto a lo que habíamos visto. Lo más interesante de construir fue ese mundo interno, esa casita, donde parece que ahí dentro no ocurriera nada y es el motor principal de todo lo que se desencadena. En la película se ve como esa casa se va desguazando y desparramando en un pueblo fantasma”, confesó.
El también uruguayo Daniel Hendler contó cómo llegó a sus manos el proyecto y su gratificación al ser convocado: “No es que a uno le llegan tantas propuestas interesantes como actor, así que cuando me llamó el productor Hernán Musaluppi me puse alerta. Y Cuando me dijo que era una película de Caetano, ya estaba más que interesado El guion por suerte me encantó, pero la verdad es que yo ya tenía admiración por Israel Adrián y nunca había trabajado con él así que fue una buena oportunidad. Y el hecho de trabajar con estos actores me interesó muchísimo”. Además, en relación al personaje de Cetarti, el actor añadió: “no sólo se encuentra con el dolor sino que arrastra algún dolor y este pueblo lo que hace es catalizarlo. Él está buscando una puerta de salida que no sabe cuál es ni por dónde lo va a hacer transitar, y va en esa dirección”.
Sobre el personaje de Duarte, interpretado por el coprotagonista Leonardo Sbaraglia que por motivos profesionales no se encontraba presente, Adrián comentó: “El personaje de Sbaraglia es un militar construido con una formalidad excesiva. Es un personaje desagradable, podrido pero pulcro. Un tipo que tiene todos los dientes amarillos pero se viste con una pulcritud increíble. Me parece que esa formalidad en él me ayudó a crear la contradicción en ese punto. Tiene algo de modé, muy clásico pero con una vigencia muy clara dentro de ese universo”.
El joven actor Alián Devetac, que en el film se pone en la piel de Daniel, el hermanastro de Cetarti y al cual Duarte utiliza para llevar a cabo sus negocios ilícitos a cambio de droga, comentó que fue construyendo su personaje siguiendo las indicaciones precisas de Adrián. Con respecto al papel de Alián y la preponderancia del porro en el relato, Caetano manifestó que “en la novela había más abundancia de marihuana”. “Acá preferí dejárselo más que nada al personaje de Alián, que por todo lo que le pasaba lo mejor para él era estar sedado todo el tiempo, porque es el que parece estar más consciente de todo lo crudo y lo duro que ocurre. Me acuerdo que una de las marcaciones que le di era sobre eso, que tenía que estar blindado, sin sentir absolutamente nada, para poder construir una persona contenida que cuando se queda sin porro no sabe qué hacer”, concluyó.
A pesar de tratarse de una historia que se desarrolla en un pueblo chico y humilde, la novela de Carlos Busqued destierra todo intento de sentimentalismo muy común en esos contextos. “Es un mundo cruel, sin esperanza, el que plantea la novela. Si bien transcurría en un pueblo pequeño no hacía mucho hincapié en mostrar que la gente del interior o la sencillez de las cosas siempre esconde una cuestión romántica. La novela proponía un mundo sin historia de amor, sin redención y sin ningún personaje puro o con el que uno pudiera identificarse. Es un lugar corrupto, podrido, sucio, donde matar es como moneda corriente”, expresa Israel Adrián. A su vez, el director describe a la película como bastante claustrofóbica: “En general, cuando uno va al campo intenta hacer planos generales y acá a medida que avanza se va achicando cada vez más hasta que termina en un sótano de un galpón de una casa chiquita. Todo lleva como a un encierro desesperante”.
La destacada actriz española Ángela Molina también tuvo una importante participación en el film. Adrián Caetano expresó unas palabras al respecto: “En ese mundo de gente sola, perdida en los confines de la nada porque nadie conoce a ese pueblo ni nadie sabe si existe, me parecía que funcionaba mucho esta mujer sola. Es una mujer abandonada que no tiene salida. Todas las mujeres en esta película o están ausentes o si están, son maltratadas. En ese panorama Ángela Molina funciona correctamente”.