Hoy se proyectará Los Traidores de Raymundo Gleyzer y Cine de la Base, en su versión restaurada, en el Auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso Nacional (Alsina 1835). La proyección se realizará esta tarde a las 18.30hs, con entrada libre y gratuita, y será presentada por la periodista Cynthia Sabat.
Este martes 21 de marzo a las 18.30hs se proyectará el film Los Traidores, de Raymundo Gleyzer y Cine de la Base, en su versión restaurada, en el marco del ciclo El huevo de la serpiente – Cine argentino censurado. La proyección se llevará a cabo en el auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso Nacional, Adolfo Alsina 1835, con entrada libre y gratuita. La función será presentada por la periodista Cynthia Sabat, autora junto a Juana Sapire del libro Compañero Raymundo, publicado por el INCAA en 2015.
“Me llamo Raymundo Gleyzer. Soy un cineasta argentino y hago films desde 1963. Todos tratan sobre la situación social y política de América Latina. Trato de demostrar que no hay más que un medio de realizar cambios estructurales en nuestro continente: la revolución socialista.”
Sobre Los Traidores (Argentina, 1973, 114 min)
Los Traidores puede verse como la crónica de la transformación de un obrero industrial con conciencia social (Roberto Barrera) en un sindicalista corrupto, pero también como la génesis de un ejército revolucionario de trabajadores llamado Comando Rosales-Saldaño. A través de los recuerdos del protagonista, se examinan las luchas obreras desde los bombardeos a Plaza de Mayo en 1955 (donde muere el hermano de Barrera), pasando por el Cordobazo, hasta 1972. El film analiza la microfísica de la construcción de un poder que crece alimentado por oscuros acuerdos, prebendas y traiciones que involucran intereses económicos, políticos y militares. Ninguna película argentina había puesto en evidencia la trama del poder sindical como lo hizo Los Traidores. Ese fue su mayor hallazgo. En su momento crispó los ánimos del peronismo más reaccionario, pero justamente ese es el motivo por el que perdura en el tiempo. Ninguna película se había atrevido a matar al burócrata. Esa fue su audacia.
Sobre Raymundo Gleyzer
Nació en Buenos Aires en 1941. Creció en el seno de una familia de actores de origen judío, y de joven se interesó en la fotografía y en la política. Estudió cine en la Escuela de Bellas Artes de La Plata, y dejó los estudios para viajar al nordeste brasileño a filmar su primer cortometraje, La tierra quema (1964). Trabajó como cronista y camarógrafo para el noticiero Telenoche de Canal 13, programa para el que produjo entre otras Nota sobre Cuba y Nuestras Islas Malvinas (elegida como el impacto periodístico del año 1966).
Dirigió films etnográficos, como Ceramiqueros de Traslasierra (1965) y Pictografías del Cerro Colorado (1965). Trabajó junto a Jorge Prelorán en Ocurrido en Hualfín (1966) y, tras varios años de viajes por Europa, llegó a México para filmar su primer largometraje: México, la revolución congelada (1971). El documental fue prohibido en la Argentina, y logró estrenarse recién en 1973. Su compromiso político lo llevó a unirse al PRT-ERP, partido enrolado en la izquierda revolucionaria que se identificó con los ideales de la Revolución Cubana. En 1971 dirigió Swift, comunicado filmado de una acción exitosa del partido que tomó estado público: el secuestro del cónsul inglés y su canje por comida y mejores condiciones laborales para los trabajadores del frigorífico. Más tarde dirigió Ni olvido ni perdón, film urgente sobre un hecho que marcó simbólicamente el comienzo del terrorismo de Estado en la Argentina: la fuga del penal de Rawson y la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972.
Raymundo Gleyzer creó el grupo Cine de la Base como forma de “colectivizar la inteligencia”. Conformado por Juana Sapire, Alvaro Melián, Nerio Barberis, Alberto Vales y Jorge Santa Marina entre otros, el grupo produjo su película más ambiciosa: Los traidores (1973). Se trata de una ficción basada en hechos reales que disecciona el funcionamiento de la burocracia sindical a través de la transformación de un líder obrero en un sindicalista corrupto. La película que desafiaba los tabúes políticos de la época fue exhibida en festivales internacionales, pero proyectada en condiciones de clandestinidad en sindicatos, fábricas, comedores y barrios humildes. Hoy es considerada como una obra cumbre del cine político latinoamericano.
En 1974 el grupo filmó Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan, sobre la huelga obrera en la fábrica INSUD, donde los trabajadores morían por contaminación por plomo en la sangre. Gleyzer ya era considerado internacionalmente como una de las voces más innovadoras y comprometidas del movimiento de cine militante latinoamericano que surgió en el continente en los años 70. El 27 de mayo de 1976 fue secuestrado en Buenos Aires por la dictadura militar, y llevado al campo de detención El Vesubio donde fue torturado. Aún hoy continúa desaparecido. En 2011 el juicio contra El Vesubio culminó con la sentencia a sus responsables tras 35 años de impunidad.
Los miembros de Cine de la Base se exiliaron en distintos países; parte del grupo que se refugió en Lima, Perú produjo junto a Jorge Denti Las AAA son las tres armas (1977). La Alianza Anticomunista Argentina (conocido como la Triple A) fue una organización paramilitar que se dedicó al secuestro y asesinato de militantes populares. A partir del golpe de estado de 1976 los militares argentinos superaron ampliamente esta modalidad represiva, “desapareciendo” a más de 30.000 personas. En esta trágica lista se encuentra el periodista y escritor Rodolfo Walsh, quien 24 horas antes de ser secuestrado publicó la Carta Abierta a la Junta Militar, en la cual se basó el film.