Por Fernanda Gómez
Una historia de supervivencia en la franja de precariedad europea. Una joven inmigrante ucraniana, mucama en un hotel de Dortmund, sueña con tener su propia peluquería y para ello ahorra dinero mes a mes. Pero, sin previo aviso, es despedida y el futuro incierto se cierne sobre su existencia. Buscará otras alternativas, aunque impliquen tomar distancia de sus relaciones sociales, de sus sentimientos y hasta de su propio cuerpo. Marija relata la experiencia de la inmigración a través de los ojos de una valkiria moderna, el retrato de una mujer que llegará hasta donde haga falta para conquistar su independencia. Con este prometedor debut, Michael Koch se aleja todo lo necesario de los clichés sociales, de modo que la fascinación procede de la ambivalencia de su retrato de Marija, de la franqueza con que muestra la brutalidad del mundo al que es arrojada, como si la humanidad fuera un lujo que ya no nos podemos permitir.
Reseña
Una película que, a primera vista, parece un melodrama común, pero termina siendo un juego sobre la doble moral. Una protagonista que busca a toda costa concretar su sueño del negocio propio, pero termina utilizando los métodos más dudosos y carentes de ética, como si todo valiera a la hora de lograr lo que se desea. El director construye un relato hostil y sin medias tintas, cargado de realidad en una Europa desconcertante, que da mil oportunidades, pero quita mucho más al mismo tiempo.