Por Maximiliano Curcio
Se estrena El Tío, segundo opus de María Eugenia Sueiro. Te anticipamos en esta entrevista de qué se trata una de las películas argentinas que cierran el año de la cartelera local.
Maria Eugenia Sueiro nació en Buenos Aires, el 6 de marzo de 1974-.
Hace más de 20 años que trabaja como directora de arte en películas como:
Diarios de Motocicletas (Salles), El abrazo partido (Burman), Un años sin amor (Berneri), La mujer sin cabeza (Martel), Rompecabezas (Smirnoff), El Ciudadano Ilustre (Cohn-Duprat), entre otras.
En el año 2012 se estrenó su ópera prima Nosotras sin Mamá. Este año estrena su segundo largometraje, El Tío.
Maxilimiano Curcio: -Has trabajado junto a grandes de la cinematografía argentina y latina como Walter Salles, Lucrecia Martel, Anahí Berneri y Daniel Burman, en labores de escenografía . ¿Cómo sentís que te han nutrido esas experiencias ahora que has podido concretar tus primeros largometrajes?
Maria Eugenia Sueiro: –Básicamente, lo que aprendí de ellos es, qué cada uno tiene una posición de mirada, el lugar desde dónde mira uno el mundo. Es decir, al trabajar con un directxr, para construir juntos su mundo estético, necesariamente te acomodás, te intentás acercar a su mirada, su punto de vista, qué es como un hilo invisible que guía esa película, y en general, guía su filmografía. Es una concepción del mundo, algo interno e innato que cada uno trae y que hay que hacer cuerpo, el cine es acción. Creo que el trabajo de un autor es tratar de darle rienda suelta a esa mirada, ese posicionamiento único con respecto al mundo y a las personas.
Maximiliano Curcio: -En tu anterior película, “Nosotras sin mamá” abordás una historia que relata el vínculo de tres hermanas en pleno duelo materno. ¿De qué manera te interesó contar esa relación de amor-odio?
Maria Eugenia Sueiro: –Creo que toda relación está equilibrada por el eje amor/odio. Sucede que en algunos casos está más latente por el vínculo. Al ser hermanas las protagonistas, podía trabajar con cierta impunidad sobre ese eje amor odio, que casi parece como un dispositivo que se activa o apaga, me gusta ese capricho de situación, ese ritmo, que es tan propio del vínculo de hermanos, para mi.
Maximiliano Curcio: -Acerca del mensaje que buscas dejar en el espectador, ¿Por qué elegiste canalizarla a través del absurdo?
Maria Eugenia Sueiro: –Sé que elegí una historia trillada y simple, contada mil veces de una manera u otra. Pero lo que interesó es contarla desde ese sin sentido, en el que nos manejamos y convivimos, un ambito de desencuentros. Las sociedades intentan todo el tiempo construir sentido, pero la vida y nuetras relaciones, atentan todo el tiempo, con ese sentido de lógica que nos queremos imponer. Esa fricción me resulta particularmente curiosa y entretenida de observar y desde donde contar.
Maximiliano Curcio: -Contame acerca de la elección de rodar en blanco y negro para tu primera película. ¿Qué desafíos estéticos te presentó? ¿Y cómo fue rodar en esta segunda ocasión, en color?
Maria Eugenia Sueiro: –Filmar en blanco y negro tuvo que ver con, por un lado, no querer generar una idea naturalista de la historia, y por el otro lado y acompañando eso, no quería ver la sangre roja de Ema en la pileta, cuáno tenía la perdida. Sabía que el blanco y negro me iba a posicionar en algo de distancia con el espectador y de construído, que convenía para el verosimil de la película.
¿Desafío? Entender las gamas de contrastes y tonalidades, cómo traducir los colores. Hicimos las pruebas necesarias para entender, que tonos nos convenían, para generar el necesario contraste y profundidad. El exterior, lo tamizamos completamente, para que la posición del sol no interviniese, y así generamos una luz pareja y constante, de no paso de tiempo. Y en el interior trabajamos ambientes en una gama baja, penumbrosos, dónde el cuerpo, en algunos casos, desaparece, bajo la mezcla del vestuario y la oscuridad.
Maria Eugenia Sueiro: -Con respecto a ‘El Tío,’ me interesó especialmente trabajar la piel de los personajes, su color y porosidad, lo carnal, cierta cercanía, así que trabajar en color nos venía bien. Igual pensé la película en blanco y negro, pero me parecía que iba a quedar subrayado un enfoque estétido, que no me interesaba para la historia. La guía de color con la que empezamos a trabajar, fueron los colores del equipo de futbol Almagro, del que Dalmiro es hincha. Junto a Christian Colace, el fotógrafo de la película y Cris Menella, la vestuarista, conjugamos el azúl, negro y blanco, sumado a las oscuridades y contraluces que trabajamos, sobretodo en el departamento de Dalmiro.
Maximiliano Curcio: -Hablando de tu próxima película “El tío”, imagino que estos años transcurridos desde tu ópera prima también representan un camino de aprendizaje. ¿Qué mundos transita esta obra y cómo surgió la idea de este proyecto?
María Eugenia Sueiro: -El tío / Dalmiro es una persona que tiene tiempo. Y si bien no está preparado para lo que le toca, ni lo quiere, puede darla a ésta familia, en éste momento que lo requiere, justo lo que necesita, algo de presencia. Me interesa especialmente, lo que es considerado inutil, fracasado, torpe, eso que se deja de lado por no pertenecer a una idea de estandar, a la que estamos muy a merced, por otro lado, creo que ahí, reside un enorme potencial humano. Dalmiro para mi es un héroe, por ejemplo.
La idea de la película es una mezcla de dos situaciones. Por un lado la experiencia de la espera en el embarazo de mi segundo hijo, no sé porqué -o tal vez sí- porque ya era mamá tenía muchas dudas sobre mi. Especialmente de cuánto puedo ser capaz de dar y de entregar, cuánto estoy dipsuesta a arrojarme en la necesidad de ese que va a ser mi hijo, esa sería la pregunta ¿puedo dar? ¿puedo dar lo que el otro requiere de mi?.
Y la otra situación, fue, en una época mi hermano, les empezó a decir a mis hijos que los iba a llevar a Disney, pero lo decía de la misma manera que “vamos a comprar pan” y los chicos desde ya que le creyeron…ese poder adulto dónde lo que se dice tiene mucho poder para un chico, que ya de por sí, juega a que su dedo es una pistola y ya. Pero el asunto era observar la expecativa y deseo que se generó en mis hijos, por un porque sí, ese fue otro puntapié para escribir, las expectativas que dejamos en el otro.
Maximiliano Curcio: -¿Dónde va a exhibirse y qué expectativas te despierta su próximo estreno?
Maria Eugenia Sueiro: –Aún no sabemos en qué salas se exhibirá la película. ¿La expectativa? Que ojalá, ‘El Tío’, te lleve de viaje un rato, fuera de éste mundo…al menos por 76 minutos.