Documentales o ficción es un debate ya resuelto hace tiempo en el cine pero siempre el encuentro con la magia de lo representado trae aparejadas nuevas preguntas sobre si hay o no límites. Este como otros festivales hacen caso omiso de la frontera y en este recuento de reseñas tratamos de seguir el mismo ejemplo.
Sapos (Argentina, 2019, 86 minutos)
Dirección: Baltazar Tokman
Personas y personajes
Sinopsis BAFICI
Un stripper, un joven trans, el hijo de un narcotraficante y la sobreviviente de un accidente reconstruyen sus recuerdos como pacientes de Fernando Ventura, un científico obsesionado con la manipulación genética, en este documental que juega con los límites del género para contar una historia insólita.
Lo podés ver:
11 de Abril – 22.50h
Multiplex Belgrano
12 de Abril – 15.00h
Multiplex Belgrano
13 de Abril – 19.00h
Espacio Cultural Resurgimiento
Reseña por Pablo Arahuete
El error y el cálculo son afines a la ciencia. Y el cine cuando intenta abrir el juego hacia la experimentación también apela a las reglas del error y el cálculo. No hay nada científico para decir que una fórmula cinematográfica dará siempre el mismo resultado, tampoco importa mucho el resultado porque en definitiva el juego siempre necesita de jugadores dispuestos a transformar las reglas. Se habla de artificios o mecanismos para intentar atajos de la razón, y la diferencia entre lo que se ve, lo que se quiere ver y lo que se mira no es sólo un juego de palabras paradójicamente. En épocas donde también se impone la post verdad. Sin embargo, al director Baltazar Tokman no lo amedrenta la prueba de los límites del lenguaje (no hay límites) y la representación, tampoco del uso de los géneros como un salto de fe al vacío para generar varias películas en una, rara propuesta como sus anteriores producciones, todas ellas diferentes, que atrapa desde su historia, hasta sus personajes, para atravesar distintas capas narrativas, pruebas y cálculos como si se tratara de una disección de la realidad, la imaginación, y la coexistencia de un juego constante. Y la biología, la manipulación del adn, la familia, la herencia, el destino y el azar se entrecruzan cuando los planteos de lo científico, las ambiciones con fines no demasiado altruistas presentan por un lado los experimentos de un biólogo que parte de la hipótesis que en los anfibios se encuentran las propiedades tanto de remedios como de venenos y que es capaz de sintetizar una toxina para crear un suero y así experimentar con personas que sufrieron algún tipo de trauma psicológico en un pasado. Igual que ocurriese con su anterior opus Buscando a Myu, donde el eje se concentraba en la imaginación y la necesidad de rescatar la inocencia ante la razón (también proyectado en el BAFICI 20) Sapos expone una galería de personajes, “los sapos de otro pozo”, con una mirada lúdica y profunda sobre la diferencia y la tolerancia cuando el orden de lo natural hoy se cuestiona desde los paradigmas biológicos como ocurre en estos nuevos tiempos desafiantes para la ciencia, la ética y el negocio de la farmacología, entre otras cosas.
Método Livingston (Argentina, 2019, 72 minutos)
Director: Sofía Mora
Competencia Oficial Argentina
Sinopsis BAFICI
Arquitecto exitoso ignorado por el statu quo, polemista infatigable, bon vivant de la vieja escuela y santo hereje en la Cuba castrista. Muchas vidas caben en la de Rodolfo Livingston, como lo demuestra este retrato de quien parece haber estado allí, desde siempre, listo para la cámara.
La podés ver:
10 de Abril – 21:00 hs
Semana del Arte
Reseña por Pablo Arahuete
El de Sofía Mora también es un documental con método que no es otro que el de la escucha, el de observar a su entrevistado con el sentido de descubrirlo en cada palabra o gesto que con generosidad se le entrega a una cámara cuando la distancia se hace invisible y la confianza en la honestidad de quien registra es la apuesta que consigue grandes momentos. De lo confesional que puede ocurrir cuando no se tiene nada que esconder, de lo generoso y humilde que significa hacerse cargo de lo que uno es pero más de lo que uno hizo en la figura de Rodolfo Livingston se multiplica en cada paseo. En su concepción de una importancia del espacio y la salud por así decirlo de vivir bien y a gusto con el deseo porque es la vivienda o la casa el lugar en que más tiempo uno se encuentra con lo mejor y lo peor de uno. Desde su paso por Cuba, su defensa a ultranza de Fidel y el modelo de la isla a pesar de los años, también el arquitecto imparte sabiduría en sus palabras, lecciones de urbanismo en claustros académicos pero sobre todas las cosas sin creerse ni más ni menos que un joven en un cuerpo de viejo, con el humor como el primer ladrillo de esa pared que el puede definir como negador optimista.
Juansebastián (Argentina, 2019, 70 minutos)
Director: Diego Levy
Noches Especiales
Sinopsis BAFICI
De estrella de rock a devoto de Jesucristo. Juanse narra los detalles de la experiencia mística que lo alejó de la fama y de las drogas, y su decisión de no renunciar a su otro evangelio, el rock. En su nuevo documental, Diego Levy construye un retrato íntimo del mítico líder de los Ratones Paranoicos.
Reseña por Pablo Arahuete
El Juanse del escenario cada vez que sale a escena transmite esa energía del rocker sometido al trance de la música, el contagio de histeria saludable y un cuerpo que parece exorcizar todo aquello que entra y que requiere una inmediata salida. Pero el Juanse de la iglesia, el que reza con convicción y corazón de creyente, que se pregunta por versículos y hace lo posible para transmitir testimonio de vida tras su cruce a la frontera de la conversión católica no es el rocker intranquilo de otras épocas sino una persona con mucho camino espiritual incorporado, quien ve la vida como algo sagrado y ya no vinculado a lo fútil. Esa dualidad que lejos de resultar chocante o contradictoria no resuelve bajo ningún punto de vista el dilema, la metamorfosis mística ni pregunta sobre los porqué del cambio. Observa la transformación y le pone el cuerpo y la palabra del que fuera en un pasado un referente indiscutido del rock argentino para un grupo cuantioso de jóvenes paranoicos y también blanco de críticas por sus excesivas poses y ese halo de falso profeta a lo Mick Jagger sin sus Rolling Stones de soporte. El Juanse que encontró el director Diego Levy es mucho más auténtico, amigo, creyente, hijo y padre a la vez, quien no necesita del glamour ni del éxito para sentirse a gusto con su nuevo renacer.