Por Pablo Arahuete
La Argentina pop y colorida para romper la resaca de la representación cinematográfica habitual del cine Argentino ocupa el centro en esta nueva propuesta de Matías Szulanski, Astrogauchos, con Ezequiel Tronconi a la cabeza de un ecléctico elenco. Charlamos con el director al respecto.
Pablo Ernesto Arahuete.- ¿La motivación de esta película obedece a desmitificar esa idea que Argentina pudo haber sido una potencia mundial pero no la dejaron, o a una crítica subyacente sobre el “ser nacional” más allá de la época?
Matías Szulanski:- La verdad, la segunda. Si bien está anclada en tiempo y espacio, estimo que la crítica o “burla” que hace la película es atemporal e inherente a cualquier momento de la historia Argentina.
P.E.A.- ¿Cómo entra a tallar la idea del Proceso y ese intento de atmósfera psicodélica?
Matías Szulanski:–No quería que sea una película-bodrio-de-época. Quería que sea vibrante, divertida, juguetona. Nuestra intención fue re imaginar los años sesenta de Argentina como a nosotros nos hubiese gustado pensarlos en términos estéticos, claro, no en la situación social.
P.E.A.- Nombraste como influencias a Blow Up, pero también El desprecio, ¿Cuál es la relación con Barton Fink de los Coen?
Matías Szulanski:– Fink es una obra de arte y creo que es la inspiración más directa de Astrogauchos. El Hotel Earl de Barton, es el ministerio de Emilio. Jack Lipnik es Luis Etchegoyen. El personaje de Judy Davis es el que interpreta Eugenia Rigón. Hay un montón de influencias. No es que haya querido hacer una copia ni mucho menos, pero la idea del intelectual que se pierde en su propio laberinto está muy presente acá, sólo que quizás de modo más ligero y no tan genial como lo hacen los hermanos Coen.
P.E.A.- ¿Sos partidario del concepto verdad escénica en el campo de la actuación?
Matías Szulanski:–Depende. Depende si es funcional a la película o no. No creo que un concepto se tenga que repetir. Cada película es una cosa distinta a la otra. Así como hay libros de cocina y libros de literatura. Los dos son libros y tienen aspectos comunes como el papel, la tinta, la encuadernación, pero todo el resto… nada que ver. Cada uno tiene lo que le es funcional, más o menos dibujos, distinta tipografía, etc. Siento lo mismo con las técnicas de actuación e interpretación en cine.
P.E.A.- ¿A qué se debe que tus personajes en varias de tus películas se relacionen de alguna forma con el cine?
Matías Szulanski:- Ya el hecho de ver cine (sea en la computadora, en una sala de cine, en la tele) implica sentarse a ver algo en una pantalla. El espectador sabe que lo que está viendo no es real. Puede compenetrarse más o menos con la historia, puede emocionarse o lo que sea, pero si se levanta para ir al baño sabe que puede poner pausa o preguntarle a alguien qué pasó. Lo mismo en los personajes de mis pelis, si bien viven en realidades, no son realistas, sus “comportamientos” son acordes al estar en una película. Los personajes nunca van al baño ni paran algo para tomar agua o los vemos esperando el colectivo, siempre hacen algo que le interese al espectador, ¿y para qué disfrazarlo? Son personajes ficticios en una ficción.