Por Pablo Arahuete
La fiera y la fiesta es una invitación impostergable con el buen cine y la idea primaria nos conecta directamente con el vampirismo y el proceso de un rodaje que parece eterno, en un extraño ejercicio de imaginación y rigor a la hora de investigar. En esta entrevista tuvimos la chance de conocer con más profundidad algunos aspectos de un realizador de la República Dominicana, quien merece toda película generacional y homenaje por su aporte creativo a un género sumamente ninguneado por la cinefilia latinoamericana.
Pablo Arahuete: -Los vampiros y la idea del vampirismo es uno de los ejes por los que transita la trama de la película… ¿Puede considerarse el cine como un vampiro al que todo hacedor o cineasta entrega su sangre para perdurar sin recibir nada de esa supuesta trascendencia?
Israel Cárdenas: –La idea del vampirismo venía ya desde los trabajos del mismo Jean-Louis Jorge, director al que por un lado dedicamos esta película y del cual nos inspiramos para realizarla. En ese tiempo, en esa generación se empezaba a hablar del gótico tropical, algo que daba curiosidad por explorar ya que el gótico siempre se relaciona con otro tipo de contexto. Trabajos como Pura Sangre de Luis Ospina, dan constancia de este movimiento.
Para nosotros tuvo sentido integrar este elemento en la película ya que de alguna forma el cine busca inmortalizar, así que el vampirismo y el cine comparten esta cualidad, de fantasía e inmortalidad.
Pablo Arahuete: –¿Cómo se concluye un proyecto cinematográfico sin concluir, sin conocer hacia dónde acabaría por llegar la historia?
Israel Cárdenas: –El fin de la película no era tratar de hacer las películas que Jean-Louis Jorge no había terminado, más bien la meta era transitar por pasajes de su obra y así poder conocer un poco más de su visión y la de su generación. También debemos decir que sus películas son muy melodramáticas, cargadas de una tragedia cinematográfica y de mucha magia, así que nosotros tomamos de ahí algunas ideas para concluir nuestra película.
Pablo Arahuete: –¿Qué significa para las generaciones jóvenes la figura del cineasta asesinado en el 2000 Jean-Louis Jorge y qué legado deja su singular cine?
Israel Cárdenas: –Esperamos que está película contribuya un poco a que el trabajo de Jean-Louis Jorge salga a la luz; que se revalore y que precisamente las nuevas generaciones puedan conocerlo. Es difícil evaluar su legado al cine, lo que sí nos queda claro es que su personalidad y sus trabajos sin duda tocaron e inspiraron a toda una generación de artistas en República Dominicana y para nuestra sorpresa fuera de la isla también.
Pablo Arahuete: –¿Cuál fue el motivo de volver a contar con la actriz Geraldine Chaplin como hace unos años sucediera con la película Dólares De Arena?
Israel Cárdenas: –La experiencia con Geraldine en Dólares de Arena fue genial, nos gustó mucho trabajar con ella y de alguna forma buscábamos volver a repetir. Cuando tuvimos las primeras ideas del guión de la película, un grupo de amigos de avanzada edad queriendo hacer una película, nos hizo sentido invitarla. También hay algo de Geraldine que es sumamente cinematográfico, en cuanto a lo que representa ser un Chaplin para el cine.
Pablo Arahuete: –¿Consideran de alguna manera que ella es la voz del cine vivo en una película de homenaje a un cineasta ausente?
Israel Cárdenas: –Puede ser que tenga algo de eso.
Pablo Arahuete: –Tengo entendido que anteriormente habían realizado un documental sobre este cineasta… ¿Cuánto de ese material representó alguna alternativa para llevar a cabo esta historia híbrida entre planos de la realidad y de la ficción?
Israel Cárdenas: –No hemos hecho un documental sobre Jean-Louis Jorge, lo que sí es que Laura (Guzmán) hizo un gran trabajo de investigación, que va desde recuperar copias de sus películas, recortes, cartas, fotografías, guiones y sobre todo testimonios de algunos de sus amigos y colaboradores. Esperamos que este material nos sirva para que en el futuro poder hacer un documental sobre él.