Por Pablo Arahuete
La historia familiar de la realizadora Valentina Llorens está atravesada por interrogantes e interpelaciones al pasado que necesariamente despiertan suspicacias a la hora de explorar una época de dolor vinculada con la dictadura, la cárcel, la desaparición y el miedo, tanto en el exilio como en el recuerdo de aquellos capítulos negros de la historia de militancia política.
Sin embargo, al establecer un puente generacional y trazar cierto hilo conductor entre su madre, su abuela y su hija, Valentina triplica su rol en el territorio familiar no sólo por haber nacido en cautiverio mientras su madre estaba presa y recibía la consabida oferta atroz de torturas, sino más bien como testimonio vivo de esa etapa posterior al exilio y a la manifiesta distancia con el pasado, su historia y con su propia madre.
Así las cosas, La casa de Argüello no clausura en ningún momento su necesidad y deseo de interpelación a la historia de la familia Llorens tanto a los que están como su abuela y su madre como aquellos que ya no, tíos desaparecidos; no sólo encuentra aristas distintas de abordaje a la época de la dictadura y las consecuencias de la falta de justicia a pesar de los gobiernos democráticos posteriores a las dictaduras. Aporta maneras de encarar la propia identidad, ejercer el derecho a la memoria sin reglas preestablecidas y, por supuesto, a seguir preguntando.
Título: La casa de Argüello
Título Original: Ídem
Dirección: Valentina Llorens
Género: Documental
Clasificación: No disponible
Duración: 82 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2018
Distribuidora: Independiente
Fecha de Estreno: Sábado 31 de agosto y 7 de septiembre, 20.30 hs. – Centro Cultural Recoleta (Junín 1930)
Puntaje: 6 (seis)