Por Soledad Colina
Isaac y su amiga Kayla son dos jóvenes amantes de todo lo relacionado con lo informático y juegos en redes. Para ser más específicos son dos geeks, denominación con la que se identifican a quienes viven para este tipo de hobby tecnológico. Un día Isaac compra en una subasta un antiguo videojuego editado en los años 80’s llamado “CURS>R” y le pide a Kayla, una sufrida ex universitaria experta en programar y reparar todo tipo de artefactos, que lo ayude a tratar de activar dicho juego. Pero lo que no imaginan estos amigos es que una temible maldición recae en todos aquellos que lo juegan, que deberán elegir entre dos opciones que interferirán en su realidad, familia, deseos y peores pesadillas.
Esta premisa acerca de la trama que nos propone en primera instancia Elige o muere, película dirigida por el realizador inglés Toby Meaking, no es mala y supone una historia con bastante de atractivo y también de metaficción. Lamentablemente esto no se cumple, y el resultado termina siendo muy decepcionante. Narrativamente tiene un montón de cabos sin atar, hay poco desarrollo de personajes importantes en el relato, salvo el de Kayla quien vive una existencia muy angustiante debido a la prematura muerte de su hermano y teniendo a cargo a una madre adicta a las drogas. El juego ochentoso al que se enfrentan con Isaac ofrece un importante premio en efectivo para los ganadores, y quizás ganarlo junto a su amigo le dé un poco de alivio.
Por el lado estético y de puesta también la película falla: es muy raro ver en una misma
escena el diseño del juego antiguo de luces verde fluorescente y básicos dibujos junto con efectos digitales modelo 2022. Todo es muy extraño, estamos hablando de un sencillo juego de computadora y de cómo dos jóvenes que están muy actualizados en lo referente a lo interactivo, pueden sentir curiosidad y quieran participar en él.
A estas alturas ya son muchas las películas del género del terror moderno que se apoyan en la nostalgia del pasado (en este caso los años 80’). Esta década fue muy revolucionaria en lo referido a nuevas tecnologías, como las computadoras, que estamos usando hasta el día de la fecha, y también la del auge del subgénero slasher, con películas claves como Martes 13, Aniversario de sangre o la maravillosa Halloween donde un asesino en serie iba asesinando a jóvenes que él consideraba pecadores debido a su vida sexual.
El director Toby Meakins aplica estos dos elementos en su película, pero es una pena que con muy poco tino. Los actores principales, Asa Butterfield, visto en la serie de culto Sex Education, y Lola Evans, en los papeles de estos dos jóvenes intrépidos amigos, hacen lo que pueden con un guión muy débil y que no funciona.
Da la impresión que se subestima al espectador y que no se comprende el concepto de entretenimiento. Es este tipo de producto producido para plataformas de streaming que nos hace pensar en un tipo de terror descartable. Aquel que cumple con la acepción de un primer y único visionado, y no mucho más.
Ni siquiera escuchar la voz del enorme actor Robert Englund, el actor que personificó al icónico asesino de niños Freddy Krueger en la saga de Pesadilla en lo profundo de la noche, como relator del juego maldito, ni un par de escenas bastante sangrientas y gore alcanzan para cumplir con el objetivo de lograr una película de horror merecedora de algún halago.
Título: Elige o muere.
Título original: Choose or Die.
Dirección: Toby Meakins.
Intérpretes: Asa Butterfield, Eddie Marsan, Kate Fleetwood, Ryan Gage, Angela Griffin, Caroline Loncq, Ioanna Kimbook, George Taylor y Pete MacHale.
Género: Terror.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 84 minutos.
Origen: Reino Unido.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Netflix.
Fecha de estreno: 15/04/2022.
Puntaje: 3 (tres)
