Por Soledad Colina
La luz mala (2022) es una comedia argentina dirigida por el realizador Carlos Kbal y protagonizada por Horacio Fernández, Giselle Motta, Jorge Román y Cristian Salguero. La trama nos relata la historia de René y Walter, dos amigos que comparten la conducción de un simpático programa radial referido a la temática OVNI. A pesar de contar con un pequeño y fiel grupo de oyentes, un día los auspiciantes del programa dejan de acompañarlos, lo que lleva a los amigos a pensar en un nuevo tipo de medio para poder seguir adelante. Trasladarse a la TV, más específicamente a un canal local, será un gran acierto y mucho más cuando un verdadero OVNI cae en los Esteros de Iberá. Impactados con la noticia, René y Walter se trasladarán hasta el lugar en busca de material de primera mano para enriquecer el contenido de su programa televisivo.
Contando con el guion de su mismo director, Carlos Kbal, La luz mala es una película que habla de tradición, supersticiones y locaciones. Filmada en la zona litoraleña de nuestro país, más específicamente en los Esteros del Iberá, un particular y salvaje escenario rodeado de pantanos, ciénagas y lagunas ubicado en la provincia de Corrientes, todo el relato girará a través de la creencia de vida extraterrestre por parte de estos dos amigos. Es más, casi su sentido existencial será pleno a raíz del arribo de un objeto no identificado en los parajes de la zona, convicción que los llevará a llegar a la conclusión que todo su trabajo de búsqueda e investigación a través de los años no fue en vano.
También la película toma bastante de las road movies (películas de caminos o rutas), trazando el peregrinaje de René y Walter, dos natos perdedores y soñadores, quienes nunca abandonan su espíritu intrépido y curioso. Al dúo se unirá una periodista de un medio capitalino, quien piensa en primera instancia que a René y Walter les falta un tornillo. Pero poco a poco, su primer pensamiento irá cambiando a raíz de las divertidas y por momento misteriosas circunstancias que les tocará vivir juntos.
La temática sobre avistamiento extraterrestre tratado en tono de comedia en nuestro cine no es tan habitual, pero sin embargo cuenta con algunos exponentes bastantes dignos. Comenzando con Extraña Invasión (1965), todo un clásico a cargo del realizador Emilio Vieyra; Che, OVNI (1968), protagonizada por dos jovencitos Juan Carlos Altavista y Javier Portales; o citando a una producción más contemporánea nos encontramos con Pájaros volando (2010), dirigida y protagonizada por la factoría compuesta por Néstor Montalbano y Diego Capusotto, a su vez responsables de éxitos televisivos de culto como Cha-cha-cha (1993-1997), en otra comedia que toma de escenarios naturales argentinos como locación dónde se producen eventos de índole paranormal.
La luz mala es la ópera prima de Carlos Kbal, ganadora del concurso Ópera Prima Nacional convocado por el INCAA y que cuenta con la presencia de los actores Jorge Román, de recordado protagónico en El bonaerense (2002), y Horacio Fernández, visto hace poco en Granizo (2022). Llena de idiosincrasia argentina, a su vez no teme de caer en los típicos lugares comunes del cine de ciencia ficción. Más bien, en clave de comedia y con el uso de metáforas, nos propone pensar que no somos los únicos habitantes de este universo y que en aquellos abandonados y hasta ocultos litorales quizás se pueda encontrar clara evidencia de ello.
Título: La luz mala.
Título original: Idem.
Dirección: Carlos Kbal.
Intérpretes: Jorge Román, Giselle Motta, Horacio Fernández y Cristian Salguero.
Género: Comedia, Ciencia ficción, Aventuras.
Clasificación: Apta para todo público, con reservas.
Duración: 82 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Apima Distribución.
Fecha de estreno: 01/12/2022.
Puntaje: 6 (seis)