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jueves, 21 noviembre 2024
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La Pasión de Cristo: El pequeño evangelio ilustrado

Por Pablo Arahuete

Desde los comienzos del cine con los Lumière y Pathê a la cabeza la imagen de Cristo fue recreada en cortometrajes como una prolongación de las pinturas o los vitrales de las iglesias. Las Pasiones que pulularon en el celuloide desde los inicios se extendieron a lo largo de la historia y resultaban una suerte de reproducción fiel de los íconos pictóricos.

Luego, con la rúbrica hollywoodense a cuestas las fastuosas producciones como Rey de reyes, El manto sagrado y el film nave de Franco Zeffirelli Jesús de Nazareth, por citar algunos, el episodio de la Pasión se insertó dentro de la historia de Jesús, que no sólo abarcaba este tramo sino que recuperaba vida y obra, con especial énfasis en los milagros y en la prédica. El film de Zeffirelli con sus rimbombantes imágenes fue aplaudido por la Iglesia católica y criticado por los sectores más puritanos, entre los que seguramente se encontraría el padre de Mel Gibson, y quedó sellado en el inconsciente colectivo como “La historia oficial”.

Las versiones libres e interpretaciones acerca de la vida de Nuestro Señor llegan en un momento donde la fe, la iglesia católica y la doctrina cristiana entran en crisis y surgen planteos que desnudan las contradicciones y ceguera frente a los nuevos conflictos humanos. Desde el cine, la mirada reflexiva y hasta herética sobre la historia de Jesús se plasmó en Yo te saludo María de Godard, donde el héroe es Judas; El Evangelio según San Mateo de Pasolini con su visión marxista de las escrituras y La última tentación de Cristo de Scorsese, que en nuestro país no pudo estrenarse comercialmente debido a los boicots organizados por agrupaciones ultra conservadoras que repudiaban las blasfemias de un Cristo dubitativo y demasiado humano. Si bien las parodias como La vida de Brian del grupo Monthy Python o las alusiones de Mel Brooks con su primera entrega de La loca historia del mundo pueden interpretarse herejes, debe tenerse en cuenta que el acento recae en la representación cinematográfica del mítico Cristo y no en la historia.

Este racconto quizás ayude a contextualizar el film de Mel Gibson La Pasión de Cristo, rodeado de polémicas, repudios y éxito de taquilla en Estados Unidos. No es casual que Gibson haya elegido este tramo final de la vida de Jesús porque es funcional a la intencionalidad buscada con el espectador. El párrafo de Isaías que resume la idea que todos somos pecadores y Cristo murió para salvarnos anticipa por un lado el rol de testigos ante los tormentos que recibirá aquél en adelante y por otro la posición extrema adoptada por Gibson desde su convicción cristiana al tomar como verdad los textos del Nuevo Testamento.

El guión reproduce con exactitud los textos que reconstruyen las últimas horas de Jesús, ilustra los pasajes más significativos con una estética de encuadres similares a las reproducciones de cuadros reconocibles. Desde el aspecto cinematográfico es justo reconocerle a Mel Gibson el pulso para encontrar planos y desarrollar escenas visualmente atractivas. Ahora bien, cuando el australiano refleja con un grado de sadismo extremo y detalla con meticulosidad enfermiza las torturas y mutilaciones sufridas por Cristo en un característico tono “gore” logra su propósito: concentrar el interés o rechazo en este único rumbo para evadir un enfoque sobre su pobre aporte como film.

Sin la dosis de violencia gratuita La Pasión de Cristo no hubiese sido mejor porque no tiene mérito alguno haber ilustrado los Evangelios, los personajes presentan una chatura acompañada del estereotipo del judío malo, el romano bruto y perverso, y tal vez lo más llamativo es el Jesús humano sólo desde el dolor y poco santo desde lo religioso. Gibson se encarga de insertar elementos sobrenaturales en la historia, como los demonios que acechan a Judas o están presentes durante el vía crucis, pero tampoco es original.

Por todo lo expuesto hasta aquí es erróneo tomar la obra de Gibson aislada del conjunto de obras reflexivas y comprometidas como La última tentación... o la polémica Estigma, de mucha más profundidad que esta absurda entrega.

El debate queda abierto desde este lugar y en definitiva usted decidirá.

Título: La Pasión de Cristo.
Título Original: The Passion of the Christ.
Dirección: Mel Gibson.
Intérpretes: Jim Caviezel, Monica Bellucci, Maia Morgenstern, Francesco Cabras, Rosalinda Celentano, Claudia Gerini, Sergio Rubini, Christo Jivkov.
Género: Bíblica, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 127 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 25/03/2004.

Puntaje: 5 (cinco)

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