Por Juan Blanco
Remakes, remakes, remakes… Volver a filmar lo ya filmado con el objeto de repetir un éxito pasado… Después de que improvisara en la producción con la nueva –y nada desdeñable- versión de La Masacre de Texas, ahora Michael Bay (el director de La isla) vuelve a la carga con similares resultados en la revisión de una de las películas más iconográficas con la temática de “mansión embrujada”, The Amityville Horror, conocida en nuestro país como Aquí Vive el Horror. En aquel filme de Stuart Rosenberg del 79, una familia se mudaba a un caserón en el que se habían cometido una serie se crímenes y en donde reinaba una maldición eterna. Tal como predicaba –y predica aún- la fórmula, esta familia vivía en carne propia toda clase de angustias debido a que la casa tenía cierta “actitud” y estaba dispuesta a cobrarse nuevas víctimas. Para ello, la propiedad habría de nublar la mente del padre (el grandote James Brolin), quien poco a poco iría perdiendo el juicio al mejor estilo Nicholson en El Resplandor, convirtiéndose así en la peor amenaza –y en la representación corpórea del mal- de la casa.
Aquí Vive el Horror tuvo a su vez algunas secuelas menores a lo largo de los 80 y 90’s, de las cuales se destaca la segunda, Amityville II – La Posesión (lejos, la mejor –o la única buena- de la saga), pero es esa primera historia (además inspirada por un hecho verídico) la que goza hoy de una actualización hi-tech de la mano de Andrew Douglas, un director lo suficientemente prolijo como para revisitar el pueblo de Amityville con dignidad, aunque no mucho más que eso…
Ahora el lugar que supo ocupar Brolin se encuentra bien llenado por Ryan Reynolds, el ex-luchador de catch y reciente compañero de Wesley Snipes en la tercera entrega de Blade, mientras que en el papel de Margot Kidder (la una vez Lois Lane de Christopher Reeve) ahora se puede ver a Melissa George, la ex-ladrona de Thieves (la divertida serie de Sony que no pasó de la primera temporada) y actualmente una de las co-protagonistas de Jennifer Garner en Alias. Ambos están muy bien, aunque el peso de la anécdota cae casi por completo sobre los hombros de Reynolds, quien por momentos alcanza a infundir una gruesa dosis de miedo.
Fuera de ciertos rasgos que identifican al film exclusivamente con nuestros tiempos o bien con los códigos del cine de terror contemporáneo, como ser más ritmo (lo que asegura casi media hora menos de metraje que la original), abundancia de gore, muchos golpes de efecto y más explicitud que sugestión, esta nueva versión de The Amityville Horror, ahora rebautizada como Terror en Amityville, no ofrece demasiados cambios con respecto a aquella vieja y querida historia de la casa macabra con las ventanitas en forma de ojos.
Lo mejor que se puede decir de la película de Douglas es que no decepciona como horror flick menor que no ambiciona más allá de algunos sustos y de las usuales trampas estéticas del cine de terror pop. Y lo peor… que quizás hoy no sirve para nada concreto en términos cinematográficos. No obstante, Terror en Amityville deja en claro que no todo el tiempo el término remake es sinónimo de fiasco; repito, siempre y cuando no se pretenda demasiado.
Título: Terror en Amityville.
Título Original: The Amityville Horror.
Dirección: Andrew Douglas.
Intérpretes: Ryan Reynolds, Melissa George, Philip Baker Hall, Jimmy Bennett, Jesse James, Chloë Grace Moretz, Rachel Nichols, Isabel Conner, Lenore Thomas.
Género: Remake, Terror.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 90 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 25/08/2005.
Puntaje: 6 (seis)