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sábado, 23 noviembre 2024
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Supercool: Genuinamente adolescentes

Por Pablo E. Arahuete

Cuando Seth Rogen y Evan Goldberg escribieron el guion de Supercool tenían la misma edad que Seth y Evan, protagonistas de este film de la factoría Judd Apatow (el mismo de Virgen a los 40, en esta oportunidad productor) y dirigido por Greg Mottola. Este dato no parece anecdótico teniendo en cuenta que desde los créditos iniciales (acompañados de música funk) hasta la presentación de sus personajes, las referencias a los 70’s se vinculan emocionalmente con un período de marcada transición para sus guionistas: la adolescencia. Y es precisamente allí, en esa época de cambios, conflictos, apuros por perder la virginidad y amistades que se rompen por tomar rumbos diferentes, donde se instala esta comedia tan genuina como divertida, que también puede entenderse como una madura mirada sobre la amistad.

De aquellos seventies del funk y los pantalones largos a los tempranos 2000 del fuck y los celulares con mp3, el tránsito por las etapas de la adolescencia acarrea los mismos trastornos: la no pertenencia, la compulsión por debutar sexualmente y el fin de la inocencia como para empezar a recorrer los sinuosos y contradictorios caminos de la adultez. Pareciera que por ese terreno endeble, es decir, el rito de pasaje de la inmadurez a la madurez pasaran las propuestas de Apatow y sus amigos, empezando por Virgen a los 40 y luego con Ligeramente embarazada, pero sin dudas se consolidan y se resignifican en Supercool. Cuando Seth (excelente actuación de Jonah Hill) intenta convencer a su mejor amigo Evan (Michael Cera) de que la única forma de acostarse con la chica de sus sueños es emborrachándola, aparece de inmediato la anécdota de Ligeramente embarazada, y así la asociación comienza a tener sentido. Evan es lo suficientemente maduro para comprender y rechazar la propuesta, pero en el fondo sabe que forma parte del grupo de perdedores, igual que Seth y Fogell, a quienes nunca se los invita a fiestas y mucho menos se les respeta. Tal es el derrotero de este trío marginado por sus pares, quienes además cursan el último año de preparatoria y deberán separarse por no haber entrado a la misma universidad. Por eso, al presentarse la chance de ir a una fiesta la posibilidad de concretar el tan deseado encuentro con el sexo débil está a la vuelta de la esquina, aunque para consumarla habrá que pasar una prueba de fuego: proveer el alcohol indispensable para el gran reviente. Pese a que el plan de utilizar una credencial falsa provista por Fogell parece sencillo, se transformará en una misión imposible al surgir una serie de eventos desafortunados que conviene no anticipar.

Esa sumatoria de complicaciones introduce en la trama personajes bien construidos, como la pareja de policías (uno de ellos interpretado por el mismo autor Seth Rogen), todos envueltos en situaciones donde la cuota de humor y el remate con el gag inteligente nunca dejan de sorprender. Sin embargo, el mérito de Supercool no obedece sólo a sus aciertos como una procaz comedia de adolescentes que viven una noche alocada, sino que recae más bien en la equilibrada composición de sus personajes que parten de los moldes del estereotipo, de la misoginia también propia del arquetipo de las chicas huecas y facilongas, y sobre esa base construyen algo de mayor consistencia. Esta mixtura de personajes patéticos pero queribles por su genuina vulnerabilidad, identificables por las cicatrices del rechazo, la timidez que paraliza o la necesidad de ser otros recuperan aquella dosis de ternura y frescura que el nuevo modelo de comedia heredero de las sitcom por lo general reemplaza por burla y cinismo. El cinismo de Supercool consiste justamente en romper el yeso que aprisiona a este tipo de productos teenager que hacen culto de la idiotez sin abarcar el universo y su conflicto. Podría decirse que este nuevo referente pop que sale del riñón de la usina de Saturday Night Live por lo menos desde el estilo logra la solidez que a la saga de American Pie le costó alcanzar después de tres intentos, cuando sus creadores se convencieron de la necesidad de sacarse el lastre de Porky’s. Judd Apatow y sus socios aprendieron de los errores pasados, se aggiornaron a los tiempos vertiginosos de internet con una onda retro para escapar de la floja Ligeramente embarazada y dejar la marca registrada con un trabajo destinado a sobrevivir como esos filmes de culto emblemáticos para una generación.

Título: Supercool.
Título Original: Superbad.
Dirección: Greg Mottola.
Intérpretes: Jonah Hill, Michael Cera, Christopher Mintz-Plasse, Seth Rogen, Bill Hader, Emma Stone, Joe Lo Truglio, Kevin Corrigan, Martha MacIsaac, Scott Gerbacia, Lauren Miller Rogen, Aviva Baumann, Carla Gallo, Dave Franco, Aurora Snow y Jenna Haze.
Género: Comedia.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 113 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Columbia/ Sony.
Fecha de Estreno: 22/11/2007.

Puntaje: 8 (ocho)

El staff opinó:

Vista superficialmente la comedia de Greg Mottola podría parecer una versión libre de La venganza de los nerds. Nada más lejos de la verdad. Los personajes demuestran una carnadura que jamás hubiesen soñado poseer aquellos filmes de los ‘80s que usaban al sexo y a las mujeres como simples descargas fisiológicas. Emocionante, divertidísima y reveladora, Supercool se erige como un nuevo modelo a seguir en esta línea de humor adolescente. Fantástico el gordito, Jonah Hill…Diego Martínez Pisacco (9 puntos)

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