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jueves, 21 noviembre 2024
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Zona de interés: Una incómoda historia sobre el horror sin violencia

Por Ainhoa Mela, corresponsal de Nueva Tribuna (España)

El Holocausto y toda la barbarie que rodeó la Segunda Guerra Mundial es sin lugar a dudas una de las temáticas que más han elegido los cineastas como fuente de sus obras. Desde el drama de La lista de Schindler (1993), pasando por el rigor histórico de la alemana La caída (2004) hasta algunas con un enfoque más humorístico como Jojo Rabbit (2019), no ha habido una época, género o país que no haya recurrido a la Alemania nazi y el drama de los judíos europeos para revolver las conciencias de los espectadores.

Sin embargo, cuando parecía que no había nada más que narrar y mucho menos nada más que pudiera sorprender y abrumar a un espectador ya curtido en mil dramas, llega este año el director británico Jonathan Glazer con su Zona de interés para demostrarnos que todavía quedan relatos de horror por ser contados.

Adaptando la novela de Martin Amis, Zona de interés sitúa en el centro del relato a la familia de un comandante nazi a cargo de un campo de concentración quien se afana en crear la vida perfecta que siempre ha soñado ignorando la terrible realidad que esconden los muros que rodean su hogar.

Huyendo de la manera tradicional de contar historias del Holocausto, Zona de interés se erige como un homenaje a un pueblo judío y a una tragedia que no se ve, sino que solo se intuye. Plasmando el horror sin crueldad, son los pequeños detalles de la historia los que dan muestras de la maldad sin límites. Una casa perfecta rodeada de bonitas flores y verdes jardines construida frente a un muro gris que pone los límites a un campo de exterminio, es el primer contraste de muchos que Jonathan Glazer ha sabido utilizar sutilmente para dejar al espectador boquiabierto.

Dejando la violencia física protagonista de historias pasadas, es la banalización del dolor y del horror con la que vive una familia modélica de la Alemania nazi la que se clava en el corazón del espectador. Y es no es el sufrimiento de un pueblo sometido a una tortura constante sino la normalidad con la que convive una familia convertida en asesina y cómplice la que impacta y asusta. Conversaciones jocosas sobre los objetos que robaban a los judíos para su uso y disfrute transcurren con aparente normalidad mientras se disfruta de una taza de café, mientras que los chascarrillos y bromas sobre el exterminio son recurrentes en las conversaciones de una familia que ha convertido la complicidad y la indiferencia en sus grandes aliados.

Muchas son las escenas aparentemente triviales pero llenas de detalles que causan perplejidad y ninguna las que muestran el sufrimiento judío. Desprovista de imágenes del horror (sólo una continua humareda a lo lejos proveniente de los hornos crematorios da muestras visuales del horror) es, sin embargo, el sonido el que toma todo el protagonismo y hace continuamente presente para el espectador el drama del que Jonathan Glazer nos priva de ver en toda su crudeza. Continuos disparos, gritos y sollozos se cuelen entre imágenes de una vida aparentemente idílica y apacible en una muestra de esa vida disociada de la realidad en la que vive una de tantas familias del régimen nazi.

Pero lejos de todo simplismo (a ningún espectador se le escapa la maldad de los asesinos de seis millones de judíos por muy conceptual, sutil y novedosa que sea la forma de contarlo), Zona de interés no pierde la oportunidad de plantear preguntas interesantes que abren un debate interno en el espectador. ¿Es la convicción o la ambición lo que movió a muchas familias alemanas a alinearse con Hitler? ¿O cuánto de revanchismo había en muchas familias alemanas que vivían al servicio de judíos y que acabaron siendo sus carceleros? Y es que es a través de conversaciones entre los miembros de la familia que esta historia sutilmente más allá de lo aparente y superficial, dando un fiel reflejo de una realidad compleja muchas veces escondida a los ojos del espectador y la historia.

Junto con un guion meticuloso que sabe hilar fino y una dirección que con toques conceptuales sabe sorprender y desconcertar, son las actuaciones el tercer pilar de esta interesante propuesta. A la cabeza del elenco, el espectador encontrará a una figura que seguramente le resulte familiar. Y es que, junto con Anatomía de una caída, Sandra Huller demuestra de nuevo en La zona de interés sus capacidades interpretativas como la fría mujer de un comandante nazi que antepone su vida y sus intereses a las de millones de personas que sufren ante sus ojos.

Demostrando que 2023 ha sido su año y 2024 no está lejos de serlo con una posible nominación a los premios Oscars al caer, Sandra Huller parece haberse adueñado magistralmente este año de los papeles de esas mujeres que parecen de hojalata con actuaciones que generan en el espectador una incomodidad difícil de olvidar.

Premiada por el Festival de Cannes con el Gran Premio del Jurado en 2023, Zona de interés llega a las salas de cine cediendo la palabra a los verdugos y representando una violencia silenciosa, sutil e incómoda pocas veces contada que, lejos de hacerla una cinta más sobre el Holocausto, a nadie dejará indiferente.

Título: Zona de interés.
Título original: The Zone of Interest.
Dirección: Jonathan Glazer.
Intérpretes: Sandra Hüller, Christian Friedel, Ralph Herforth, Max Beck, Marie Rosa Tietjen, Sascha Maaz, Stephanie Petrowitz, Lilli Falk y Freya Kreutzkam.
Género: Drama, 2da. Guerra Mundial.
Calificación: pendiente.
Duración: 105 minutos.
Origen: Reino Unido/ EE.UU./ Polonia.
Año de realización: 2023.
Distribuidora: Diamond Films.
Fecha de estreno: 15/02/2023.

Puntaje: 8 (ocho)

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