Por Juan Blanco
Cuando hace un tiempo fui al estreno de Harry Potter y La cámara secreta, segunda entrega de la saga del mago más célebre de los últimos tiempos (aún más que David Copperfield y David Blane; para el caso, igual de ficticios que Potter) me quedó la sensación de haber presenciado un espectáculo vacío, sin gracia. Chris Columbus no había logrado más que transformar –de nuevo- una generosa producción (en el sentido capitalista del término) en puros efectos especiales especulando con que estos últimos pudieran dar vida a la aventura por él. La plata, lamentablemente, no logró compensar su falta de visión como director.
Ahora, para la tercera parte conocida como El prisionero de Azkabán, la dirección cambió para mejor y quedó en manos de un verdadero narrador de cuentos: Alfonso Cuarón. Quizás sea común pensar que Cuarón bien podría no ser la elección adecuada para un proyecto como el de Harry Potter y… el capítulo del año, ya que las referencias obligadas que se presentan en cualquier mente sobre este director son Y tu mamá también o Grandes esperanzas. Pero sólo con hacer un poco de tarea, procurando reflexionar más sobre el contenido que sobre las formas de su filmografía, se pueden encontrar algunas excusas para reconsiderar a Cuarón a cargo de la nueva aventura del mago Harry (también hay que recordar que aquel tuvo su suerte de fábula infantil con La Princesita). Como resultado de tal extraña decisión de los productores (Columbus entre ellos) de contratar a Cuarón para este tercer capítulo, se tiene la Harry Potter más acertada de todas y probablemente la mejor de aquí a que se terminen de adaptar el resto de las novelas escritas y por venir (van por la quinta y se sabe que serán siete). Digo la mejor de aquí al fin de Harry Potter porque ya está en marcha la cuarta película con Mike Newell (La sonrisa de Mona Lisa) tras las cámaras.
Los aportes que hace Cuarón en Harry Potter y El prisionero de Azkabán son muchos, sobre todo en lo que concierne a los personajes. La adolescencia, considerando las relaciones, sus conflictivas y demás avatares del período, siempre fue una materia fascinante para el director mexicano. Esto, en un capítulo tan demandante y revelador a nivel emocional como lo es El prisionero de Azkabán hace a Cuarón imprescindible para darle a Harry Potter la dimensión dramática adecuada, así como también al resto de los personajes que secundan al joven hechicero.
Los chicos crecen, y Harry, Hermione y Ron se enfrentan de manera cada vez más dura a las responsabilidades de tal crecimiento. En esta entrega presentan más carácter, más valentía, más inteligencia. Por ende los peligros que los acechan son más grandes y la travesía, por defecto, es mucho más negra y desafiante (cuidado con los niños…). Lo afortunado es que Cuarón entendió la conflictiva de Harry Potter y su pandilla y no temió darle a su más reciente anécdota el registro que merecía. Por primera vez uno podrá sentarse a ver las peripecias de Potter y sentirse parte de estas. Además de todos los aciertos tonales para la historia, Cuarón también destaca varios números en donde la acción física alcanza a emocionar, al tiempo que tensionar, al espectador. La dirección es definitivamente soberbia (en el sentido prodigioso, no vanidoso de la palabra). Se nota una integración más precisa de todos los elementos con que Rowling construyó sus novelas y una mejor conciencia sobre las diferencias entre el cine y la literatura (algo que no entendió Columbus en sus adaptaciones previas).
La única contra de Harry Potter, a nivel general o bien desde su origen literario, es que sus aventuras nunca logran sobreponerse a esa mecánica estructura detectivesca y del karma episódico que hace a cada nuevo villano por año. Pero aún este obstáculo logró ser evadido con sabiduría narrativa por Cuarón. Gracias a este realizador se renueva el interés cinematográfico por las futuras “travesuras a realizar” en Hogwarts. Al menos el mío…
Título: Harry Potter y El prisionero de Azkabán.
Título Original: Harry Potter and The prisoner of Azkaban.
Dirección: Alfonso Cuarón.
Intérpretes: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Gary Oldman, Richard Griffiths, Alan Rickman, Michael Gambón, Emma Thompson y Maggie Smith. Género: Aventura, Familia, Fantasía. Clasificación: Apta todo público. Duración: 142 minutos. Origen: Reino Unido/ EE.UU. Año de realización: 2004.
Distribuidora: Warner.
Fecha de Estreno: 03/06/2004.
Reestreno en cines por 20° aniversario: 30/05/2024.
Puntaje: 8 (ocho)